LUNES Ť 18 Ť JUNIO Ť 2001

MEXICO SA.

Carlos Fernández-Vega

SURGEN VOCES DESDE SAN LAZARO y Xicoténcatl que exigen la renuncia de los vocales del IPAB, del procurador fiscal de la Federación, Gabriel Reyes Orona, y del secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz: ''todos tienen conflicto de intereses en torno al rescate bancario''.

UNA PETICION SIN DUDA procedente en el proceso de desazolve del expediente Fobaproa. Sin embargo, los promotores de la dimisión se han mostrado un poco lentos, dado que la Junta de Gobierno del IPAB se constituyó el 6 de mayo de 1999, la preside el secretario de Hacienda en turno y los vocales fueron designados en esa fecha y operan desde entonces.

DE HECHO, EN ESOS DOS años y pico transcurridos, el engendro del Fobaproa ha tenido dos presidentes (José Angel Gurría y Francisco Gil Díaz) e igual número de secretarios ejecutivos: José Vicente Corta Fernández -ex director general de Banca y Ahorro de la Secretaría de Hacienda y actualmente presidente de la Consar- (6 de mayo de 1999 a 31 de agosto de 2000) y Julio Cesar Méndez Rubio (de ese entonces a la fecha).

LOS CUATRO VOCALES QUE, de proceder la exigencia de los legisladores, podrían engrosar el ejército de reserva son Alejandro Creel Cobián, Humberto Murrieta Necoechea, Adalberto Palma Gómez y Carlos Isoard y Viesca, quienes oficialmente concluirían sus encargos en igual mes (diciembre), pero de distinto año (uno cada 12 meses entre 2001 y 2004, en el orden que se citan).

DE ACUERDO CON SU RESPECTIVA trayectoria laboral, el vocal que podría registrar mayor número de cuestionamientos sería Alejandro Creel Cobián, ya que antes de ocupar la dirección de Activos Corporativos del Fobaproa entre 1998 y 1999 (previo a su nombramiento como vocal del IPAB), su actividad profesional se orientó, durante dos décadas, a servir en las casas de bolsa Valores Finamex (con Eduardo A. Carrillo Díaz a la cabeza, quien en 1992, junto con su grupo de inversionistas, se convirtieron en dueños de Banca Promex, rescatada por el Fobaproa), Prime (de Antonio del Valle Ruiz, presidente del Grupo Financiero Bital desde su reprivatización hasta hace algunos meses, cuando fue sustituido por Luis Berrondo), Cremi (que por ese entonces pertenecía a la familia Bailleres) e Inverlat (ex casa de bolsa del Banco Nacional de México), y posteriormente en el Banco Inverlat (comandado por Agustín Legorreta Chauvet, ex cabeza visible de Banamex hasta la expropiación de 1982).

CREEL COBIAN, EGRESADO DEL ITAM, participó en los consejos de administración del Grupo Financiero Inverlat, Cintra, Real Turismo, Salinas y Rocha, Sidek y Synkro -de la familia Ballesteros Franco-; en algunos de ellos lo hizo como banquero privado y en otros como director de Activos Corporativos del Fondo Bancario de Protección al Ahorro, mejor conocido como Fobaproa. Su hermano Eduardo, también pariente del actual secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, fue miembro del consejo de administración de la casa de bolsa Inverlat, en el que compartía asiento con José Luis Ballesteros Franco, uno de los personajes más acariciados por el Fobaproa.

ADALBERTO PALMA GOMEZ, otro de los vocales impugnados por los pausados legisladores, también reporta un amplio historial en el mundo bursátil y financiero de México, con la mala suerte -para como está el horno por estas fechas- de haber trabajado durante cinco años en Banamex y otros diez en Citibank México, en éste último como vicepresidente de Banca Corporativa y Director Ejecutivo. De 1994 hasta el 5 de mayo de 1999, se desempeñó -sucesivamente- como presidente de la casa de cambio BT, presidente y director general de la casa de bolsa Bankers Trust y representante en México de esa misma institución financiera.

EGRESADO DEL ITAM y con maestría en la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, Palma Gómez ha sido miembro de los consejos de administración de la Bolsa Mexicana de Valores, Mexder, la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles, la Asociación de Instituciones Financieras y el Grupo Fernández Editores.

CARLOS ISOARD Y VIESCA, por una casualidad de la vida también egresado del ITAM y con una maestría en la Universidad de Chicago, pasó los últimos 30 años de su vida profesional inserto en el sector financiero público: una década en Financiera Nacional Azucarera y dos en el Banco de México, en donde ascendió hasta llegar a subgerente de programas de la Dirección de Crédito y Fomento y posteriormente a la Dirección General del Fondo para el Desarrollo Comercial.

POR LO QUE TOCA A HUMBERTO Murrieta Necoechea, egresado de la UNAM se pasó buena parte de su existencia laboral en el despacho Roberto Casas Alatriste, en donde fue compañero de trabajo de Alejandro Creel Cobián, quien se desempeñaba como encargado de auditoría.

EL SECRETARIO EJECUTIVO del IPAB, Julio César Méndez Rubio, también tiene un viejo historial relacionado con el sector financiero público. Doce años en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde llegó a ser el director general de Captación de Crédito Externo de la Subsecretaría de Asuntos Financieros Internacionales (de la que fue titular el jubilado José Angel Gurría) y otros siete en el Banco Nacional de Comercio Exterior, en donde participó como director general adjunto de Finanzas. Este nombramiento coincidió con la llegada del (José) Angel de la Dependencia a esa institución pública.

RETOMANDO EL CASO DE Alejandro Creel Cobián, no hay que dejar a un lado que antes de ser vocal del IPAB, fue director de Activos Corporativos del Fobaproa, y de sus decisiones dependieron infinidad de créditos y su futuro ''salvamento''. Entre esos empréstitos se contaban los llamados ''relacionados'' (otorgados en condiciones igual de benéficas que de ilegales).

UNO DE LOS ''SALVAMENTOS'' más generosos que llevó a cabo el Fobaproa fue el de la familia Ballesteros Franco (con los hermanos Jorge, José Luis y Carlos a la cabeza), en lo personal, y en lo empresarial (Grupo Mexicano de Desarrollo, Synkro -consorcio en el que Creel Cobián fue integrante del consejo de administración- y sus concesiones carreteras). En total, les ''rescataron'' 10 mil 700 millones de pesos. Este bello ejemplo de la gran familia empresarial mexicana, aparece con créditos relacionados en -cuando menos- Banco Inverlat (seis empréstitos en total) y Bancen (otros cuatro), y adeudos contratados con Santander Mexicano (Carlos Gómez y Gómez y Manuel Somoza) y Unión (cuando Carlos Cabal todavía no vendía quesos).

Las rebanadas del pastel:


EL GRUPO MÉXICO VENDERA su paquete accionario -en su poder desde 1955- en Transportación Marítima Mexicana. Las razones: ''el cambio de giro de TMM de marina mercante y logística al sector ferroviario; mismo renglón en el que se encuentra Ferrocarril Mexicano, subsidiaria de GMéxico''. El consorcio, también dueño de Minera Cananea, es presidido por Germán Larrea Mota Velasco, y en su consejo de administración participa, entre otros, el ex secretario de Energía Luis Téllez... Lo anterior se hace público una vez que la otrora empresa naviera más grande del país y su socia, la Kansas City Southern Industries -propietarias de Transportación Ferroviaria Mexicana- anunciaron la adquisición del 24.6 por ciento de las acciones que el gobierno mexicano mantiene en esta última empresa. La operación se concretaría en el tercer trimestre del año, con un desembolso de 249 millones de dólares... Aportación del presidente Fox a la etimología: ''democracia'' significa ''gobierno de los empresarios, por los empresarios y para los empresarios''.

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