LUNES Ť 18 Ť JUNIO Ť 2001

Ť El 62% de la pequeña y mediana industria, en la informalidad, dicen analistas

México entró a proceso de desindustrialización

PATRICIA MUÑOZ RIOS

El 62 por ciento de la pequeña y mediana industria opera en la economía informal; sólo una tercera parte de estos negocios está registrado ante Hacienda y el resto, en su mayoría evade impuestos; más del 50 por ciento de estas pequeñas empresas reporta caída de ventas por recesión; en 14 por ciento se han reducido utilidades y sólo 3 por ciento exportan eventualmente.

En una radiografía de la situación de la industria manufacturera nacional realizada por las analistas Isabel Rueda y María Luisa González Marín, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, se advierte que el país ha caído en un grave proceso de desindustrialización, que el grueso de las exportaciones (casi 97 por ciento) las llevan a cabo compañías trasnacionales y maquiladoras.

Los grandes corporativos son los que controlan el mercado interno y los están logrando utilidades. En tanto, la pequeña, micro y mediana industria está en niveles de sobrevivencia, sin representatividad, con cadenas productivas rotas y la mayoría de estas empresas opera en la economía subterránea, advierten las economistas y apuntan que este sector registra un ritmo de crecimiento mucho menor al de la economía en su conjunto, su generación de empleo está sumamente mermado y lo más grave es que a nivel nacional se se observa cierto estancamiento productivo pues no está creciendo el mercado.

La investigadora Isabel Rueda expone en esta radiografía que en la más reciente encuesta realizada a micronegocios en México se establece que 48 por ciento de los dueños de estas empresas tienen problemas de falta de clientes por la recesión y 15 por ciento ha visto caer sus ganancias. Además, una cuarta parte de esas empresas ha tenido que reducir personal para ser competitiva y sólo 38 por ciento se encuentra registrada ante Hacienda.

La mediana, pequeña y micro industria en México tiene más de 3 millones de establecimientos y ocupa a 15.5 millones de trabajadores. Sin embargo, ante la caída del mercado han tenido que recortar personal, sólo una cuarta parte de la misma tiene una contabilidad formal y el 60 por ciento ni siquiera lleva un registro de operaciones, no tienen apoyos de ningún tipo y reciben un trato inequitativo de parte del gobierno, el cual favorece a las grandes empresas con políticas y apoyos, expuso esta analista.

A su vez, María Luisa González Marín considera que México vive un proceso de desindustrialización en el que las trasnacionales y los grandes corporativos (denominados grupos industriales financieros, porque son del sector manufacturero pero hacen operaciones bursátiles y crediticias que les reditúan amplias ganancias, como Cemex), controlan el mercado interno y los precios de las mercancías, obtienen las mayores utilidades y son las que exportan.

La industria manufacturera sufre un rompimiento de las cadenas productivas, la desarticulación entre las grandes empresas y la pequeña industria, donde incluso las exportadoras importan gran parte de los insumos y donde no hay sectores que sirvan de ''arrastre'' o ''ancla'' para el conjunto de la economía.

Expuso que la pequeña industria a pesar del peso que tiene en la economía por su alta capacidad de generación de empleo, es ''ninguneada'', no es escuchada, sus intereses no son representados en ninguna tribuna ni siquiera por las cámaras industriales que defienden más a la gran empresa.

Ambas especialistas coincidieron en que el gobierno ha abandonado su papel de promotor de la industria a tal grado que no ofrece ni los mínimos incentivos que a nivel mundial recibe este sector, lo que ha provocado que se caiga el índice de generación de empleo en este renglón.