lunes Ť 18 Ť junio Ť 2001
Samuel Schmidt
La batalla por Juárez
No es gratuito que el PAN esté invirtiendo una enorme cantidad de dinero en la elección de alcalde en Ciudad Juárez. Las fuentes extraoficiales hablan de cantidades fantásticas pagadas por adelantado a los medios electrónicos y de abundancia de recursos para medios escritos para crear la impresión de que el PRI y su candidato no existen. Los candidatos del Revolucionario Institucional se quejan de la abundancia de recursos en manos del PAN.
El PRI, por su parte, está tratando de movilizar sus fuerzas, y ha llevado a Juárez a la plana mayor del partido, aunque muchos dicen que con buenas intenciones no se ganan las elecciones. Hay quejas de que la escasez financiera lo está llevando a racionalizar recursos, aunque enfocarse en estados que pueden estar perdidos, como Tabasco y descuidar Juárez, puede serle costoso. La batalla por Ciudad Juárez parece tener mucho fondo.
El país parece haberse vuelto bipartidista y el tema que parece estar enfrente es la sucesión presidencial de 2006. Para el PAN es fundamental retener Ciudad Juárez, porque para él es una ciudad baluarte, ahí fue donde los curas le decían a sus feligreses en apoyo a Francisco Barrio que recordaran al votar que el cielo es color azul, de ahí el partido se disparó a nivel nacional y la plaza ha sido la fuente de creación de una elite económica alternativa, que debe alcanzar una gran capacidad que le permita financiar campañas electorales. Perder la ciudad puede implicar no solamente quedarse sin la plataforma política desde donde se puede contar con una masa de votos para inclinar la elección para gobernador en 2004 (Juárez tiene casi 45 por ciento del padrón electoral de Chihuahua) y perder la capacidad de manejar fondos que tarde o temprano encuentran el camino a las elecciones.
Perder Juárez le descompone el juego al alcalde Elizondo, quien lleva más de dos años en campaña, y trastocaría el juego de Francisco Barrio, que parece estar tratando de proyectar a su subsecretario Eduardo Romero. Lo interesante es que Romero parece preferir que el PAN pierda Juárez, porque así se quitaría de enmedio a Elizondo en la carrera por la gubernatura. Hay acusaciones muy serias, por ejemplo desde el PRD: que el PAN ha intervenido en su campaña actual y varios funcionarios municipales hacen campaña abiertamente, al grado que uno repartía despensas en nombre del candidato del PAN y el tesorero municipal panista denunció la existencia de aviadores trabajando en la campaña.
En lo que podría ser el nuevo estilo de la política, ya se ha iniciado la guerra sucia que intenta quitar al gobernador Patricio Martínez del camino y debilitar a los que se ven desde ahora como posibles sucesores a la gubernatura. El PAN lanza demandas que Patricio llama fuegos artificiales electorales y encuentran el camino a los medios --algunos ligados a Monterrey-- acusaciones muy serias.
Hasta ahora, Barrio ha sido incapaz de ganar una elección donde no esté involucrado. Perdió el Congreso en 1995, perdió la candidatura de Romero, y luego la gubernatura en 1998, y si no es capaz ahora, como secretario, de mantener la ciudad donde fue alcalde, para mostrar que puede maniobrar políticamente para ganar posiciones en su Estado, sus posibilidades presidenciales podrían reducirse.
Si el PRI logra desarmar este juego del PAN, sin duda que podrá dar un mensaje político muy importante. Tienen un escenario de derrotas muy fuerte: perdieron Yucatán, están frente a un riesgo muy elevado de perder Baja California contra el PAN, Michoacán contra el PRD y Tabasco contra una coalición de fuerzas. Si logran quitarle Juárez al PAN podrían tener una gran recompensa, porque de nuevo lograrían la alternancia. Se trata de una de las diez ciudades más importantes del país, la sede del mayor número de maquiladoras y el PAN lleva nueve años en el poder --no se puede decir que gobernando.
Por otro lado, la victoria en Juárez fortalece al gobermador Patricio Martínez que para muchos se ve como posible contendiente presidencial del PRI en el 2006. No solamente lleva consigo el haberle arrebatado el estado al PAN, fue nominado en una elección primaria innovadora para el PRI y ha actuado con gran energía contra el gobierno federal sin quedarse en las declaraciones --siga usted con mucha atención el tema del pago de agua a Estados Unidos, que posiblemente muestre a un gobierno federal sin sensibilidad y arrodillado ante Estados Unidos. No ha tratado de explotar con amarillismo el atentado que sufriera hace unos meses, y sin duda que lo fortalece el haber estado a punto de pagar con la vida por sus posturas políticas.
Los otros partidos, incluido el PRD, no tienen nada que decir; son marginales, los bonsai no crecen y Chihuahua es hoy por hoy, prácticamente, un sistema bipartidista. ƑAcaso éste sea el futuro del cuadro nacional?
Pero lo paradójico del caso es que para muchos que ven con anhelo la sucesión presidencial, les convendría que su partido perdiera --esto es válido para ambos partidos--, pero a los partidos como tales les saldría muy costosa la derrota.
ƑSerán capaces los políticos de sacrificar sus ambiciones y apetitos personales a cambio de recuperar un gran proyecto político? Posiblemente no.
Los panistas están aprendiendo a manejar el poder para vivir de la política. Los priístas tratan de no dejar de vivir de la política. Mientras tanto, solamente algunos entienden los grandes alcances de la política. Ojalá que prevalezcan los visionarios.