LUNES Ť 18 Ť JUNIO Ť 2001
ENTREVISTA
Carmen Segura, coordinadora general de Protección Civil
Los fenómenos naturales amenazan a 30 millones de mexicanos
El Sistema Nacional de Protección Civil tiene entre sus propósitos conseguir que sus tareas sean de carácter preventivo, así como lograr que las entidades afectadas por algún siniestro reciban a tiempo el apoyo federal
ALONSO URRUTIA
Si bien en 15 años el Sistema Nacional de Protección Civil ya tiene una capacidad de respuesta importante, lo fundamental es cambiar la orientación para que deje de ser reactivo y sea más preventivo, sostiene la coordinadora general de Protección Civil, Carmen Segura. Para ello se preparan reformas a la Ley Federal Protección Civil y a las reglas de operación del Fondo Nacional para la Atención de Desastres (Fonden), ayuda que hasta hace poco tardaba hasta ocho meses en ser entregada y se ha reducido ese tiempo a cuatro meses; sin embargo, aún es demasiada la espera.
En otro orden, anticipa una temporada de ciclones y de lluvias muy intensa que desde ahora ha superado el pronóstico inicial difundido en mayo pasado. Las estimaciones de Protección Civil señalan que en el país hay 30 millones de personas en situación de vulnerabilidad a los fenómenos hidrometereológicos.
-ƑQué tan preparados estamos para enfrentar las emergencias?
-El Sistema Nacional de Protección Civil tiene 15 años funcionando y está conformado no sólo por personas sino por una serie de estructuras, planes, acciones que han implicado un esfuerzo corresponsable de autoridades y sociedad. Podemos estar tranquilos de los mecanismos de protección. Hemos avanzado en planes de carácter general y específico, pero falta avanzar en la penetración a la sociedad de una cultura de protección civil para que se involucre en su autoprotección. Hay que reconocer que las tareas no son únicamente de la autoridad, sino una responsabilidad compartida. La protección civil es una corresponsabilidad entre gobierno y sociedad.
ƑApatía o ignorancia que cuesta vidas?
-ƑEsta falta de involucramiento social es por apatía o ignorancia?
-Mucho tiempo no sentimos la necesidad de contar con este sistema, mucho tiempo fue una sociedad adormecida ante la protección civil. Es hasta los sismos de 1985 cuando el desastre nos obligó a estar preparados para enfrentar los diversos fenómenos destructivos. Otro aspecto es que no tenemos una penetración que permita persuadir a la gente que debe estar preparada. Es una labor que implica tiempo.
-ƑHa habido insuficiencia en los programas de concientización?
-Sí, ha habido insuficiencia de programas pero no necesariamente por negligencia. Hay poblaciones ubicadas en laderas de ríos o cercanos a cerros, a las que debemos concientizar de los riesgos de vivir ahí para buscar que se reubiquen o cumplan con medidas de protección de carácter coyuntural.
-ƑHay una estimación de cuánta población está en este tipo de riesgo?
-En el caso de los fenómenos hidrometereológicos hablaríamos más que de alto riesgo, de vulnerabilidad que no necesariamente implica una inminencia en el riesgo. Vulnerables a inundaciones o lluvias, deslaves, tenemos 638 municipios de 24 estados, lo que da alrededor de 30 millones de personas. En el caso de los ciclones, tenemos 21 estados y 730 municipios, aunque aquí la gente asentada es menor, pero hay lugares con gran número de población como Veracruz, donde en 122 municipios se concentran 5 millones de personas vulnerable a ciclones.
-ƑEse mismo desglose lo tienen para todos los riesgos?
-En cada uno tenemos ubicado el riesgo. Se trata de detallar cada vez la percepción de a qué tipo de riesgo está sujeta una población y si es de preverse para evitar su impacto y es donde realizamos acciones de protección civil, tanto de prevención como de respuesta. En ese caso estarían los sismos, aun cuando tenemos la ubicación de lugares de alto riesgo sísmico -30 por ciento del territorio nacional-, estamos haciendo una microzonificación por colonias para determinar el grado de vulnerabilidad a los sismos para establecer un sistema de alertamiento del riesgo a que está sujeta la población.
-ƑLas lluvias de 1998 y 1999 tomaron desprevenidas a las autoridades?
-Aunque puedan preverse no se puede evitar el impacto. Si es un fenómeno recurrente en toda una comunidad o estado, se buscan medidas para mitigar las consecuencias. No podemos pedirle a la gente que deje su espacio, pero sí que esté al pendiente de la evolución de estos fenómenos y de los refugios para su protección. Hay que crear una conciencia de respuesta que va más allá de la coyuntura. Es una protección que se debe afinar con la sociedad para que exista conciencia de lo que se debe hacer para atemperar los efectos. A pesar de los esfuerzos hay ocasiones que no podemos ir más allá de la mitigación de los efectos.
-ƑEste año vuelve el fenómeno de El Niño, hay una estrategia especial?
-Los pronósticos dicen que será en septiembre y no es muy fuerte. Lo que percibimos es que va a ser un periodo de ciclones bastante más intenso e incluso el diagnóstico que se tenía para la parte del Atlántico en mayo, establecía que iban a ser 10 ciclones tropicales, cuatro con rango de tormenta y seis de huracán. En junio, sube a dos más el número de ciclones, van a ser 12, cinco tormentas y siete como ciclones. Si se le suman las depresiones tropicales, dos en el Atlántico y tres en el Pacífico. El Niño tendría cierta influencia pero no sería muy fuerte, pues adquirirá más fuerza en el primer trimestre del 2002.
-Comparativamente con otros años, Ƒson más elevadas estas cifras?
-Es mayor a la media anual. En el Pacífico son 15 y en el Atlántico son nueve. Los pronósticos de lluvias para junio dicen que será 15 por ciento arriba de la media. Será una etapa muy intensa, pero en la medida en que coordinemos esfuerzos entre quienes pronostican, difunden las comunicaciones y quienes decidimos, evitaremos pérdida de vidas humanas.
-ƑSon suficientes los recursos destinados a protección civil?
-Si es para tareas de reconstrucción de desastres hay costos elevadísimos y son insuficientes. Si esos destinos se dan a prevención, sería bien aprovechado ese dinero, y el impacto de los fenómenos sería menor. Lo importante es que tanto quienes presupuestan para atención de desastres como la sociedad entendamos que prevenir es disminuir el impacto destructivo y contribuir a que la mitigación sea menos costosa.
-ƑSe requerirían mas recursos?
-Siempre es importante tener más recursos para fortalecer la prevención. En este momento trabajamos en una red sísmica nacional y contamos con 36 millones de pesos para instalar 40 estaciones de monitoreo sísmico y encaminar un plan rector para riesgos en la materia. No todos los recursos saldrán de Gobernación para ser destinados a la prevención, sino que hay otras instancias que tienen un equipo que puede ser aprovechado.
-ƑHay muchas críticas de gobernadores a la aplicación del Fondo Nacional para la Atención de Desastres?
-Una de las mayores preocupaciones es esa lentitud, pero obedece a las reglas establecidas por la Secretaría de Hacienda y que tendríamos que modificar para acortar ese tiempo en que se entregan los recursos a un estado. Hay otra preocupación relativa a la prevención, pues el fonden sólo sirve para coyunturas, para atender desastres o emergencias, pero no para prevención. El esfuerzo que haremos es destinar un porcentaje del Fonden a tareas preventivas. Son inquietudes donde hay coincidencia de autoridades y legisladores.
-ƑEl Sistema de Protección Civil está más orientado a enfrentar desastres que a prevenirlos?
-Desde la perspectiva del Fonden, tiende a la mitigación del impacto de desastres. Sin embargo, en el Plan Nacional de Desarrollo, la estrategia rectora busca transitar de una protección civil reactiva a una preventiva. Ese es el objetivo central de esta administración.
Más recursos, base de los esfuerzos
-ƑImplicaría esto un incremento sustancial de recursos?
-Un esfuerzo importante en recursos. El Fonden tiene recursos que no se utilizan en su totalidad, porque hay reglas que impiden darle esa agilidad que quisiéramos para apoyar a los estados. Muchas ocasiones por la extemporaneidad en la solicitud o por falta de un trámite no procede esa transferencia. Esa cantidad, al final de cada año, se puede solicitar que se destine a equipamiento, pero queremos que no sea sólo a fin de año, sino que siempre se destine un porcentaje a equipamiento. Hay un esquema de austeridad pero con racionalidad, no sacrifiquemos las garantías de protección a la población, por razones de austeridad.
-ƑCuánto tardan en entregarse los recursos?
-Tres a cuatro meses, pero tardaba el doble hace 30 días. Y es que las reglas contemplan plazos máximos a cada autoridad y en casi todos los casos se hacía uso de ese plazo. Buscamos acortarlos y que la comisión gasto-financiamiento funcione con más frecuencia. Hubo un tiempo que era esporádicamente. El plazo todavía es muy holgado y tendremos que acortarlo, pero modificando las reglas.
-El tema de los recursos se ha prestado a acusaciones de que se usa políticamente.
-Es algo explicable. Hay preocupación de gobernadores por tener recursos para enfrentar los desastres que tienen un impacto muy fuerte en su presupuesto. Ellos tienen esa preocupación de que no se declara una respuesta inmediata y hacen diversidad de manifestaciones. Tengo el propósito de no tomar en cuenta las etiquetas políticas y dar el mismo trato a todos los gobernadores.
-ƑUrgiría más los cambios en materia operativa?
-Definitivamente. Para acortar plazos y para ampliarlo en materia preventiva hay que hacer cambios a la Ley Federal de Protección Civil que solamente contempla en casos de emergencia y desastre la utilización del Fonden. La reforma establecería porcentajes para destinarlos a acciones de carácter preventivo y hay condiciones para hacerla.