Ť Ante pobre entrada, México perdió por primera vez como local en una eliminatoria mundialista
Meza se niega a renunciar
Ť Costa Rica puso en evidencia la crisis del tricolor al ganarle 2-1 Ť Medford hizo el de la diferencia
MARLENE SANTOS A.
Con la moral por los suelos y la confianza perdida tras una serie de estrepitosas derrotas, el Tricolor confirmó que vive una tétrica crisis que parece no tener fin. Y ayer, cuando se esperaba alguna mejoría, perdió 1-2 ante Costa Rica para dejar encendidas luces, sirenas y gritos de alarma que ni directivos, ni jugadores ni cuerpo técnico quieren oír.
México puso en grave riesgo su pase al mundial del 2002 y en la era de Enrique Meza escribió la página más negra de los últimos tiempos, al caer por primera vez en una eliminatoria mundialista en el otrora imponente estadio Azteca, que para colmo fue escenario medio vacío de la decepción y tristeza verde, y de una envidiable fiesta roja, ajena.
Pese a los pésimos resultados Meza insiste en mantenerse
frente a la selección y niega cualquier posibilidad de renunciar
al cargo.
Sólo de palabra, resultó el supuesto respaldo
de los jugadores hacia el técnico nacional. Los futbolistas mexicanos
que devengan exorbitantes salarios ?sobre todo los seleccionados? no mostraron
compromiso, ni coraje, ni amor propio. Fueron 11 almas en pena que deambulaban
por la cancha, un equipo enjuto, anémico y fantasmal, incapaz de
aprovechar su condición de local.
Al minuto 6, Víctor Ruiz, quien aporta muy poco en el medio campo con sus pases laterales intrascendentes, cobró un tiro de esquina que José Manuel Abundis remató con la cabeza casi a quemarropa frente al portero Erick Lonis, a quien se le doblaron las manos para dejar pasar el balón.
Al instante todos los jugadores se levantaron la playera verde ?nueva? y mostraron debajo otra blanca con la leyenda: "Profe Meza, estamos con usted"; todos corrieron hacia el timonel para abrazarlo. El espejismo apareció y todos en las gradas soñaron con la goleada que, desde luego, sería dedicada a Meza.
Pero en adelante todo fue retroceso. Error tras error. Al 9 Luis Hernández centró desde la derecha hacia Abundis, quien en vez de rematar buscó volver a centrar. Enseguida Joaquín del Olmo arribó precipitado y acabó trompicándose con el portero Lonis.
Poco a poco, los ticos ganaron confianza, se asentaron en la cancha y el jugador del Manchester City, Pablo Wanchope, remitió un disparo que se estrelló en el poste derecho de la meta de Oswaldo Sánchez.
En cada falta o tiro de esquina por la derecha, Víctor Ruiz se encaminaba con tal decisión a cobrar que parecía ser esa su única misión en la cancha, y junto con Del Olmo, armó una línea media lenta y sin creatividad. La delantera se puso a tono y comenzó a aflojar, porque Chima Ruiz no aprovechó el carril izquierda, y Miguel Zepeda, con sus cirugías estéticas recién estrenadas, tampoco se animó a desbordar por la derecha.
El rival siguió en plan ascendente y pronto se dio el lujo de presionar a su pasivo adversario, al que ni los silbidos del inconforme público lograban sacar de su apatía. El técnico visitante, Alexandre Guimaraes, fue más ambicioso y al 39 ingresó a Rolando Fonseca, quien de inmediato tejió un avance que no pudo culminar Wilmer López y los verdes se fueron al descanso bajo sonora rechifla.
Para el complemento entró Cesáreo Victorino en lugar de Zepeda. El ahora jugador cementero de inmediato descolló y puso en apuros a los zagueros ticos, pero fue un luchador solitario al que nadie acompañó y sus incursiones se perdieron con tiros forzados, muy desviados. Un poco lo imitó Chima Ruiz, pero el resultado fue el mismo.
El público, que vive tórrido romance con el Cruz Azul, pidió al recién llegado Francisco Palencia. Antes de que ingresara el artillero cementero, Meza relevó a Abundis por Daniel Osorno, y, también antes, cayó el gol del empate como balde de agua helada.
A los 71 de acción, el silbante guatemalteco Carlos Batres perdonó la expulsión al amonestado Duilio Davino, cuando William Sunsia perforó las filas locales como navaja caliente en mantequilla, hasta que Davino lo frenó con grotesca tacleada. Batres apenas marcó la falta que resultó suficiente, pues al cobro vino Fonseca que con un tiro magistral anidó el balón en el ángulo superior derecho de la meta local.
Palencia entró cuando el humor de los tricolores era más negro que la fatalidad. Salvador Carmona y Wanchope se enredaron, trenzados cayeron golpeándose y la gresca se generalizó. Una mano jaló de los cabellos a Palencia, hubo puñetazos y empujones hasta que el silbante calmó el pleito con salomónica amonestación tanto a Carmona como a Wanchope.
Guimaraes ingresó a Hernán Medford al minuto 80, y siete más tarde el necaxista confirmó con hechos sus declaraciones de días pasados. Fonseca envió un riflazo casi desde la banda izquierda, Oswaldo atajó mal y dejó el balón a la deriva. Después el portero se convirtió en el delantero más peligroso al conectar dos cabezazos por encima del arco rival.
La floja defensa se quedó estática, sólo Medford reaccionó y en el contrarremate clavó el 2-1 para confirmar su dicho: "México no es ningún gigante y el Azteca ya no impresiona".
Ť La FMF, después de una reunión urgente, ratificó al director técnico nacional
Pese a todo, el Ojitos se dice orgulloso de su trabajo
MARLENE SANTOS A.
La primera pregunta sacudió a un abatido Enrique Meza porque sonó a exigencia, a reto:
-Ya son muchas derrotas, quizás un cambio haga bien, Ƒha pensado en renunciar?
-No, no pienso renunciar.
-ƑPor qué afanarse en el cargo?
-Porque me gusta mi trabajo y porque estoy orgulloso de ello.
Serio y triste, el timonel se aferra a la idea de enderezar el camino: "Quedan 6 partidos, suficientes puntos como para sobreponernos... Siempre he dicho que México va a ir al mundial, pero he hablado demasiado y también he trabajado mucho, igual que el grupo... El ánimo y la fe la tengo intacta a pesar de todo".
Meza aseguró que sus jugadores tienen voluntad, "ganas de triunfar y jugar bien, pero el accionar futbolístico es el que no hemos podido encontrar. No tuvimos ni siquiera un esbozo de acercamiento para terminar jugadas. La derrota fue muy dolorosa, pero merecida".
Aceptó haber quedado enmarcado de manera negativa en la historia del Tri y el Azteca, -"es dramático para mí", dijo- y reveló que hizo cambios en la alineación esperando que la parte madura diera resultados.
-ƑQué necesita México para salir de esta depresión?
-Victorias... eso necesito.
Más tarde Meza fue ratificado. El titular de la FMF, Alberto de la Torre, indicó que la decisión fue tomada tras una reunión urgente de la Comisión de Selecciones.
El capitán Claudio Suárez confesó que luego de vivir tres eliminatorias, "por primera vez perdemos en casa. Hay mucha preocupación por la situación que vivimos ". Subrayó que los jugadores son los responsables y no el técnico.
Cuando José Manuel Abundis oyó el grito de "šDa la cara!", se acercó y respondió: "ƑNo estoy aquí?" De inmediato se mostró analítico: "No estamos rindiendo, nos está faltando mucho, únicamente con ganas no se hacen bien las cosas, correr a lo tonto no sirve de nada. Ha de ser mental lo que nos está pasando ".
El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, se apuró a salir del estadio y dijo: "Fue triste esto, ojalá que mejoremos. Hay que cambiar de estrategia".
Ť Meza, principal objetivo de los insultos durante los 90 minutos del partido
Al final, 40 mil gargantas abuchearon al Tri
Ť Jugadores, comerciantes y revendedores sufrieron una
tarde de pesadilla; sólo cosecharon fracasos
ROSALIA A. VILLANUEVA
Abucheos, rechiflas, insultos y gritos de "¡fuera Meza!" sellaron el repudio de los menos de 40 mil aficionados que atestiguaron la histórica derrota del seleccionado mexicano frente a Costa Rica y la caída del mito de que el Tri era invencible en el estadio Azteca en eliminatorias mundialistas.
"No son gigantes sino enanos'' y "putos cobardes'' eran
de los reclamos más leves de un indignado público, la mayoría
acarreados por las porras de los clubes mexicanos, y dispersos en forma
estratégica para que no se viera tan desolado y triste el Coloso
de Santa Ursula, pese a las engañosas y falsas imágenes que
proyectó Televisa en sus dos pantallas gigantes con un estadio lleno
y que encolerizó todavía más a las personas que señalaban
con el dedo preguntando dónde estaba toda esa gente o qué
juego estaban transmitiendo.
El respetable no esperó el arranque del encuentro
para insultar a Enrique Meza. Se metió con él y le dieron
con todo porque no había alineado al héroe cementero Francisco
Palencia, quien estaba en la banca y fue ovacionado antes, durante y al
término del partido.
El Ojitos, primero, con el rostro serio, ni se inmutaba; después, presionado, hasta se arrepentiría al recibir la andanada de insultos y abucheos por meter al goleador cruzazulino casi al finalizar el encuentro, cuando el equipo local estaba anímicamente acabado.
El gesto que tuvieron los jugadores al festejar la única anotación con su nuevo uniforme y llevando por debajo una camiseta blanca que decía "Profe Meza, estamos con usted'', disipó un poco el ambiente tenso y agresivo que se vivía en el Azteca. Ese fue el único recuerdo agradable que se llevó el ex timonel del Toluca, porque de ahí en fuera, cargó con el repudio de la gente que exigía al unísono su salida de la selección.
Eso sí, cuando el equipo se entregaba o hacía jugadas peligrosas hacia la portería rival, la gente, muchos niños y mujeres, se entregaban y los animaban con el "¡México, México!" y tocaban sus cornetas, mientras los descamisados de la Perra Brava toluqueña, junto con las porras del Cruz Azul, América y Pumas, al compás de los tambores, brincaban y festejaban con sus tradicionales cánticos retando a la tumultuosa barra roja, azul y blanca que apoyaba a los de Costa Rica en la cabecera norte.
Empero, una vez que los pupilos de Meza entraban a su acostumbrado toquecito de balón y eran superados físicamente por la tripleta oscura de Wanchope, López y Sunsing, la afición los retaba con un "órales cabrones jueguen; no qué muy chingones'' y los abucheos acompañaron al Tri al descanso.
En el segundo tiempo, Meza hizo algunos cambios y a pesar de que el público pedía a gritos a Palencia, quien ya calentaba a un lado de la banca, optó por otros jugadores. Caro pagaría su error, porque vendría Rolando Fonseca a igualar el marcador, y la madre del Ojitos fue la persona más mencionada en el estadio.
Cuando Meza envió a Palencia por Del Olmo, el público se levantó recibiendo con aplausos al goleador cruzazulino, del que esperaba hiciera el milagro que nunca llegó.
En las postrimerías del partido, hasta el osado Oswaldo Sánchez dejó el marco y jugó a la Jorge Campos, también como delantero, en busca del angustioso empate que jamás se concretó y que acabó con el grito desgarrador en el Azteca de "¡Fuera Meza de la selección!", mientras los hinchas visitantes celebraban la histórica victoria de su equipo sacando una manta que rezaba: "gracias a Dios''.
En las afueras del estadio, los comerciantes también perdieron y a decir de la señora Guadalupe Baglión, quien lleva 30 años vendiendo camisetas alusivas al Tri, este "ya no es negocio".
Otros que perdieron cuantiosas sumas de dinero fueron los revendedores que acapararon los boletos de 130 pesos y, desesperados, los ofrecían a lo que uno quisiera darles.
En tanto, dos personas que en estado de ebriedad pretendieron ingresar a la cancha del Azteca cayeron a una fosa provocándose diversas lesiones por lo que fueron trasladados a diferentes hospitales.
La dirección de seguridad del estadio desmintió versiones de una presunta agresión por parte de policías de Seguridad Pública contra dos aficionados costarricenses e informó que al finalizar al partido de futbol entre las selecciones de México y Costa Rica los dos sujetos, identificados como Roberto Quiroz Escot y Rolando Anaya García, quisieron brincar a la cancha, pero perdieron el equilibrio y cayeron a una fosa. Ellos son Roberto Quiroz, de 22 años y Rolando Anaya, de 23 años.
Ť Con mi gol, creo que pasaré a la historia, dice Medford
No jugamos con nombres, chequeras o historias: Alexandre Guimaraes
MARLENE SANTOS A.
El timonel costarricense, Alexandre Guimaraes, dio la clave de su victoria: "Los dos equipos estaban extenuados físicamente, pero el mío estuvo más entero emocionalmente".
Inspirado en la conferencia de prensa, como al momento de hacer sus cambios ofensivos, los explicó: "Ellos me estaban demostrando que a pesar del agotamiento podían ir más allá en la cancha; ante eso, yo tenía que ser igual de atrevido".
Apuntó que sus pupilos "están conscientes de interpretar su rol partido tras partido. Acá no hay nombres, no hay chequeras ni historias. Simplemente cada uno de ellos quiere hacer algo grande para el país y demostrar que futbolísticamente Costa Rica puede crecer y ser protagonista en cualquier evento que compite", sostuvo entusiasmado.
Con elegancia y respeto se negó a criticar al rival, y reiteró su convicción de que los suyos jugaron bien, "ellos intentaron hacer lo suyo, pero lo nuestro fue más. Sin embargo, con esta victoria ni hemos alcanzado el cielo, ni el pase al Mundial. Me queda claro que México, a pesar de esta derrota, tampoco está descartado en la carrera para las eliminatorias", acotó.
El presidente de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, no contuvo su alegría y bajó al vestidor a felicitar a los jugadores. "Me gustó el nivel de la selección. Todo fue maravilloso, teníamos aquí 5 o 6 mil costarricenses dándole apoyo al equipo".
El mandatario del país catalogado como La Suiza de Centroamérica, añadió: "Para un país pequeño tener éxitos es muy importante. Costa Rica tiene éxitos en democracia, educación, salud, ecología y el éxito en futbol nos hace mucho bien, nos lleva más turismo, nos da a conocer más... Nos metieron un gol tempranero, hubo que cambiar la estrategia y él (Guimaraes) la modificó muy bien y salimos con el 2-1 por el que veníamos", agregó.
Hernán Medford era el jugador más entrevistado del bando rojiazul: "Hace 11 años hice un gol histórico, el más importante en la historia de Costa Rica porque valió para ir a un mundial. Hoy hago otro gol importante, creo que pasaré a la historia".
El atacante manifestó. "šCómo no voy a estar contento por meterle un gol a México!, es lo que todos del área quieren. Mis palabras de hace días eran para que (los jugadores mexicanos) tomaran conciencia, yo digo que la selección mexicana está pasando por una crisis, se presiona mucho".
Opinó que Costa Rica está a la mitad del camino rumbo al mundial y faltan los juegos más difíciles. "Todavía no podemos cantar victoria", aceptó.