DOMINGO Ť 17 Ť JUNIO Ť 2001
ANDANZAS
Teatro negro de Praga
Ť Colombia Moya
LA IMPONENTE CIUDAD de Praga, capital de Checoslovaquia, en Europa del Este, de espléndida arquitectura y añeja tradición, nido de batallas memorables en que sus jóvenes habitantes se batieron a muerte por un respiro de libertad, también es la cuna del mundialmente conocido Teatro Negro de Praga.
NO SABEMOS MUCHO de Jiri Srnec, excepto que además de ser el fundador, guionista, dicha compañía, seguramente acostumbrado a aquella supuesta modestia que imponía el régimen socialista en que el mérito más bien se atribuía al conjunto y no al individuo, es, como lo demuestra su obra, un talento creativo, de gran imaginación y valores intemporales como lo es el TNP la función inaugural que ofrecieran en el Teatro Metropólitan el jueves 14 de junio en corta temporada, (viernes 15, sábado 16 y domingo 17) como siempre, resultó un gran éxito. El TNP demostró al público mexicano una vez más un mágico espectáculo dulce, pleno de ternura y suave humor, donde Alicia, la encantadora Marcela Divisova y el peculiar y altísmo conejo Bob Dufek, con toda la compañía en sus diferentes roles, nos trasladaron poco a poco al mundo fantástico en que Alicia y sus amigos viajaban.
AUN PROVENIENDO DE la antigua caja negra de las marionetas del teatro Japonés Bunraku, o las sombras chinescas de Indonesia, y toda aquella vieja tradición asiática en que de manera fascinante se narran las aventuras épicas de dioses y hombres como parte de la memoria colectiva de los pueblos enclavada en su fuerte tradición cultural: el TNP usa de manera espléndida las figuras negras o titiriteros vestidos completamente de negro sobre un fondo o caja de varios niveles haciendo volar objetos y personas de todos tamaños creando efectos excelentes de muy buen gusto e ingenio para establecer la magia del famoso cuento de Lewwis Carrol.
LO MEJOR DE todo, es que el TNP no pierde nunca su sello europeo, aquella corriente característica del gran caricaturista cinematográfico, también checo, Jiri Trinka, en que los personajes al mismo tiempo que son fantásticos, son reales, son humanos, afirmando de este modo la esencia del teatro, de las artes escénicas que no buscan competir con los efectos cinematográficos por más trucos que se hayan inventado para el espacio teatral, puesto que poseen lo principal, la presencia, la inmediatez de los seres humanos actuando en vivo, ahí, frente a uno, algo que nunca ni el mejor cine podrá quitarle al teatro, en tanto éste no trate de "ser cinematográfico", con cosas tan elementales como la "cámara lenta" que parece estarse poniendo de moda entre diversos creadores teatrales en los últimos tiempos.
DE ESTE MODO Alicia en el país de las maravillas con el TNP resulta un espectáculo de excelente factura que no deben perderse sobre todo los niños, hundidos ya en la locura de la televisión y sus caricaturas y series donde la violencia y la tecnología apabullante deslinda el humanismo y la realidad de la fantasía, fundando de manera inconsciente falsas expectativas precisamente, de la realidad, de nosotros mismos.
DESDE SU FUNDACION, en 1961, el TNP, ahora encabezado por el productor Pavel Hotek cuenta con un equipo técnico que funciona como un solo cuerpo, la música que incluye jazz, como significación de lo moderno de quienes por años pertenecieron al régimen comunista es de Jiri Koptik, Katerina Ebelova en el diseño de escenario, el diseño de vestuario de Bosena Lesakova, las máscaras de Milos Kouout y Richar Maska y todos con la colaboración creadora de Bohumil Zemlicka.
ASI PUES, EL Teatro Negro de Praga afirma una vez más, entre los franceses que también manejan este tipo de arte y la ancestral tradición oriental, un lugar indiscutible que mucho debemos agradecer quienes amamos y conocemos el valor incomparable de las artes escénicas. Lleve a sus niños, sabrán que hay algo más.