Ť Ofrenda, su más reciente disco, fue realizado en Oaxaca un Día de Muertos
Emocional e intelectualmente me unen muchas cosas a México: Pedro Guerra
Ť Musicalmente, dice estar cerca del Caribe y de Argentina, pero las tradiciones de nuestro país lo "han fascinado" Ť El cantautor canario estará de visita en julio próximo
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, Esp., 16 de junio. Al cantautor canario Pedro Guerra le "duele el mundo", por eso en su nuevo disco, Ofrenda, "canta a los cuatro elementos para evocar efluvios palpables que ha extraído de sus inmersiones en irrealidades desoladoras". Pero el músico isleño también recorre con compases sencillos y mestizos la savia de la existencia: el amor, la placidez, el miedo, la palabra, la solidaridad y el ansia de edificar un mundo más cerca del ser humano.
Pedro Guerra es un cantautor que dice estar "musicalmente cerca del Caribe y de Argentina", pero "emocional e intelectualmente identificado con Mexico", un país que incluso antes de visitar ya había excitado su inspiración, fascinado primero por el zapatismo mexicano y la escritura del subcomandante Marcos, y después por sus tradiciones y riqueza cultural, por eso Ofrenda nació en Oaxaca en un Día de Muertos, una experiencia que activó las vísceras del cantautor y que le permitió encontrar el "concepto" de su nueva entrega musical.
Nacido en un pequeño pueblo del archipiélago canario hace 35 años, Guerra se ha convertido en uno de los cantautores hispanos más destacados, que si bien aprende de sus maestros Silvio Rodríguez, Luis Pastor o Luis Eduardo Aute, la linealidad y uniformidad musical, también incursiona en el mestizaje, una amalgama que pretende convertirse en "música universal".
En entrevista con La Jornada, Pedro Guerra reivindicó que frente a "la torre de Babel nacen mundos hechos de mezcla y saber. Ofrenda es una canción que está inspirada en las ofrendas y los altares del Día de Muertos en Mexico, concretamente el de Oaxaca, que es lugar en el que yo estuve. Me gusto mucho esa fiesta por su colorido, sus altares, sus olores; eso me inspiró para componer una canción, que finalmente fue la que dio el nombre y el concepto del disco. Me gusta esa fiesta por varias cosas; la primera que llama la atención es el concepto de la muerte y porque se celebra con fiesta, que a diferencia del concepto español, más inclinado a la tristeza, el concepto mexicano de la muerte es más de un rencuentro, que se produce maliciosamente cada año".
Una ofrenda con los pies en la tierra
Pedro Guerra matiza que su ofrenda no pretende "invocar algo que no está, que es etéreo o celestial, sino que busca ofrendar con los pies en la tierra los valores perdidos en el ser humano; en un intento de buscar al ser humano en el planeta, que a veces uno tiene la sensación de que se encuentra ausente, mirando para otro lado".
El nuevo y cuarto disco del compositor canario pernocta también en "lugares etéreos: el canto al amor, a la solidaridad, al compromiso de edificar un mundo en el que importe la gente que respira a nuestro lado", afirma él mismo.
Para ello ha confeccionado una música "étnicamente abierta", en la que confluyen ritmos brasileños, marroquíes, cubanos y canarios. Su banda base esta formada por la batería, la percusión, el bajo, la guitarra, los teclados y el chelo, si bien también se nutre del violín y el arpa marroquí, y la tecnología computarizada, que le permitió modular las voces templadas y las percusiones.
-¿Desde esos pies en la tierra en los que compasen tu música, de qué situaciones dramáticas hablas?
-Trato algunos temas en este disco, por un lado hay una canción que habla de la situación de los niños de la calle en Colombia, México y Brasil, pero por elegir tres ciudades, porque si lees la prensa diaria hay niños de la calle en Moscú, en Celta, en Managua. El peligro es cuando esas realidades pasan a ser consideradas como cotidianas que hace que se ignore y dejamos de sensibilizarnos.
Homenaje a los niños de la calle y a la mujer indígena
Esta idea la refleja claramente en su canción Niños, que cuenta con la voz y el acordeón de la mexicana Julieta Venegas y que dice: Cuando den las diez no volverán a casa/ se quedarán ahí no volverán a casa/ se quedaran ahí no volverán a casa/ como los coches, luz de farola/ como los gatos y las baldosas/ como las tiendas y los buzones/ como la basura por los rincones/ como los perros/ intentando vivir/ viviendo.
Guerra también hace un homenaje a la mujer indígena desde la historia de una anciana, Herminia, que en las postrimerías de su vida vive atormentada por esa realidad implacable que condenara "a los chiquillos indígenas" a una vida condenada a la escasez y la miseria. "Herminia es una canción dedicada a una indígena chiapaneca, cuya historia extraje del libro Mujeres de maíz, de la periodista catalana Guiomar Rovira.
"Es un caso concreto de una mujer mayor, de unos 90 años, que está por morirse y que su preocupación es saber qué va a pasar con los niños, porque ella sabe que su vida ha sido únicamente de sufrimiento, por eso muere pensando que los niños de su comunidad, que están condenados a vivir una vida como la que ha vivido ella. Pero, en definitiva, este libro hace un análisis de cómo vive la mujer indígena en Chiapas, cómo su realidad, de alguna forma, es una condena, y
que eso crea un caldo de cultivo entre los zapatistas, porque ellas prefieren de alguna forma encontrar una salida aunque sea por la lucha armada para mejorar su nivel de vida que vivir eternamente muertas".
-¿El mundo te sigue doliendo?
-Me duelen muchas cosas, me alegran otras, pero tengo esperanza de que esto se puede cambiar, aunque ciertamente hay realidades que son bastante desoladoras, que hace pensar que lejos de la evolución que va teniendo la humanidad, que es capaz de hacer microchips, y que es capaz de resolver realidades tan desoladoras como la esclavitud infantil.
-¿La música puede cambiar algo las cosas, no?
-La música ayuda a vivir y creo que puede estar al lado de todos los procesos del ser humano, al lado del proceso del amor, de la creación, de las relaciones; la música no transforma ni cambia la realidad, pero nos acompaña. En todos los movimientos sociales ha habido con sus himnos y canciones que los han acompañado, por eso creo que la función de la música es ayudarnos un poco y hacernos la vida más llevadera.
La influencia de América Latina
El compositor canario, que estará de visita en nuestro país el próximo mes de julio, explicó que las influencias que han ido marcando su devenir musical e intelectual no sólo están en México, sino en varios países de América Latina, pues, señala, "musicalmente estoy más cerca del Caribe y de Argentina que de México, si bien emocionalmente y a nivel intelectual me unen mucho más cosas a México. En muchas cosas me siento más cercano al carácter latinoamericano que al carácter incluso de la gente del resto de España, los canarios nos entendemos muy bien con el Caribe, con Venezuela".
En Ofrenda, Pedro Guerra cuenta también con la colaboración de la brasileña Lenine y de la española Daniela Mercury, con quienes dice sentir una empatía musical, ya que "ellas sienten la raíz de las cosas y esto creo que lo tenemos en común".
En cuanto a la Fundación Contamíname, que es uno de los proyectos que más entusiasman a Pedro Guerra, explicó que pretende impulsar el mestizaje cultural para de alguna forma "crear un espacio desde el que se apoye proyectos donde se trabaje sobre el concepto de mestizaje cultural, que es desde mi punto de vista la difusión de una visión del mundo repleto de culturas diferentes y a partir de ahí no tender a una sola cultura mestiza, sino a la pervivencia de todas las culturas y al mestizaje. La fundación quiere realizar proyectos musicales, de literatura, arte, siempre y cuando detrás de cualquier cosa que se haga exista la intención del mestizaje, con una visión de la diversidad cultural".
Esta fundación también refuerza su imagen de músico comprometido y solidario: "No es la imagen lo que me mueve, en cualquier caso mi intención no es que se me vea como un compositor comprometido, sino que simplemente soy una persona que me preocupan algunas cosas y mi música por tanto también esta comprometida, porque no separo mi persona de mi música. Me siento inquieto, tengo ganas de hacer cosas y prefiero encuadrarlo precisamente a través de una fundación sin áimo de lucro".