DOMINGO Ť 17 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Bárbara Jacobs
El diario íntimo
Una sesión, otra, leyendo, releyendo, tomando notas, pensando. ƑQué dice Fulanito realmente en su libro? ƑEstoy con él, o contra él? ƑMe está enseñando algo? ƑQué? Preguntas, tentativas de respuesta, pero la sensación de estancamiento persiste. Encontré un volumen sobre el diario íntimo. El autor es Alan Pauls, argentino, 1959. Se trata de una antología de diez diaristas del Siglo XX, con introducción general y breves introducciones a los fragmentos seleccionados de Kafka, Musil, Mansfield, Brecht, Woolf, Jünger, Cheever, Pavese, Gombrowicz, Barthes.
Dicotomías, entre si es egoísta el autor de un diario íntimo, o si además refleja su tiempo; entre si es elección escribir un diario, o si es una condena; entre si constituye una acumulación de desecho, o si sirve de algo. ƑMotivo de vanidad, o de vergüenza? Dicotomías. ƑEs verdadera literatura, o es un género menor? ƑVive el que lleva un diario, o sólo lleva el diario? Lo cierto es que el diario íntimo de un escritor despierta la curiosidad de casi todos los lectores.
Después de criticar a Leonard Woolf por escrito por haber tasajeado el diario de Virginia, su mujer, para publicar únicamente lo que él considerara que se refería a la vida de ella como escritora; y aunque más tarde recapacité y rectifique mi juicio sobre Leonard, pues supuestamente comprendí que él sabía lo que hacía, lo cierto es que, una vez con los tomos de los diarios completos de Virginia Woolf en mis manos, desistí de adquirirlos y, por supuesto, de leerlos. Tampoco podría leer el diario completo de Gide; bueno, mucho menos el de Amiel. Es imposible dedicarte a leer un diario íntimo que exceda una extensión sensata de páginas. Hablo de diarios íntimos que su autor haya llevado religiosamente durante más de, digamos, diez años. No sé si es porque la verdad cansa, o es monótona, por más perceptiva que sea. La revelación más cruda puede registrarse, supongo, en unas cuantas líneas. Lo más inconfesable de una vida, una vez confesado, pierde peso, quiera decir esto lo que quiera decir.
Por otra parte, Ƒsirve el diario íntimo para conocerse a uno mismo? Por ahí anoté que el diario íntimo era el único género literario que no debía presentar problemas con la verdad, porque su autor la decía y se desentendía de considerar si resultaba creíble o no, si estaba bien expresada o no tanto. Sin embargo, no estoy completamente segura de lo que digo. Cuarentaitantos años de llevar sin interrupción un diario meramente íntimo, Ƒme dan derecho a la inseguridad; es decir, accedo a que mi autoridad esté justificada en la inseguridad?
Alan Pauls pasa revista de las consideraciones tradicionales alrededor del género. Me quedo con las que su revolucionaria teoría descarta al final. Para mí, un diarista sí es "un coleccionista sin gusto, que conserva a ciegas preciosas insignificancias, dramas triviales, distracciones, incidentes, nadas; nunca del todo convencido del valor que atesoran". Su introspección suele ser fallida, es un pobre diablo. ƑCómo preferir a esto la imagen del diarista como un soldado en lucha contra la Catástrofe del tiempo y la existencia, o cosas rimbombantes como éstas, o en un ser que no busca tanto quién es como en qué se está transformando?.
Prefiero que la práctica del diario sea una "irresponsabilidad" y una "disciplina maníaca", que ninguna lucha. Querido Alan Pauls, te quedas corto al afirmar que el diario íntimo es "un depósito de desechos cuya compulsión tiene más de una afinidad con procesos fisiológicos ligados a la digestión". Estas reflexiones definen al diarista como el ser monstruoso que es. No las ignora, y, sin embargo, conocerlas no lo inhibe de seguir llevando diario, seguir tras el rastro de su alma enferma que, según Pauls, "no puede sino huir".
Quien lleva un diario íntimo está, en efecto, condenado a llevarlo aun cuando él mismo, si no fuera su autor, lo apartara de sí, no harto, sino asqueado.