DOMINGO Ť 17 Ť JUNIO Ť 2001
SEMANA POLITICA EN ESTADOS UNIDOS
Ť Vieques, trampolín para la relección del presidente Bush
Ť La suspensión de bombardeos, para ganar el voto latino
JIM CASON Y DAVID BROOKS
CORRESPONSALES
Washington, 16 de junio. No fue porque de repente entendió los argumentos de los opositores al uso de Vieques como tiro al blanco para las fuerzas armadas estadunidenses. Esta semana el presidente George W. Bush declaró el fin del uso bélico de la isla puertorriqueña, en un plazo de dos años, para así intentar impedir la explosión de la bomba de tiempo política sobre el asunto. Pero, sobre todo, con miras hacia su relección y el papel cada día más influyente del electorado latino en este país.
"Esta Casa Blanca cree que los votantes hispanos podrían ser la diferencia en la re-lección de Bush en el 2004", comentó un analista político al explicar a La Jornada la decisión de Bush de anunciar la suspensión del bombardeo de Vieques para mayo del 2003. De hecho, varios asesores de la Casa Blanca comentaron esta semana a los me-dios que Bush espera que su decisión de-muestre que el es "sensible" a las preocupaciones de la comunidad latina de este país.
Durante los últimos 60 años, la marina de Estados Unidos ha realizado ejercicios militares simultáneos de tierra, aire y mar para "practicar" combate en la isla de Vieques, usando municiones vivas y bombas. A lo largo de la última década, en promedio, la marina uso a Vieques para prácticas de bombardeo real 260 días al año, según datos ofrecidos por el periódico Village Voice.
En sólo un mes, noviembre de 1994, cuando tropas estadunidenses se preparaban para su despliegue en Yugoslavia, la marina dejó caer más de 20 mil bombas y napalm sobre Vieques. Varios residentes han sido muertos o heridos por bombas que cayeron en el lugar equivocado y opositores del bombardeo de práctica afirman que la tasa de incidencia de cáncer en Vieques es 27 por ciento mayor al resto de Puerto Rico.
Hasta esta semana, oficiales de la marina de Estados Unidos habían insistido que el área de práctica en Vieques era esencial para mantener preparados a los militares estadunidenses, y ningún presidente en los últimos 60 años se había atrevido a cesar el uso de esta zona. Pero la frecuencia de las protestas en la isla se ha intensificado, y hasta ahora, unos 180 manifestantes han si-do detenidos, algunos encarcelados, sólo en los últimos dos meses. Entre los detenidos figuran el actor Edward James Olmos, el abogado Robert F. Kennedy, el líder sindical neoyorquino Dennis Rivera, el diputado federal Luis Gutiérrez y el activista negro de derechos civiles Al Sharpton.
El reverendo Sharpton y otros líderes políticos de Nueva York están ahora en la cárcel cumpliendo condenas de 90 días por sus protestas, las cuales han recibido amplia atención en los medios nacionales.
Los puertorriqueños están por celebrar el 29 de julio un referéndum sobre la suspensión inmediata del bombardeo en Vieques, pero ya que Puerto Rico es territorio de Es-tados Unidos, y no un estado, tal referéndum no tendrá un impacto legal directo so-bre la marina. Pero el Congreso federal también ha ordenado que se realice un referéndum por separado en noviembre de este año para determinar el sentir de los residentes de Puerto Rico sobre el asunto, y la legislatura ha ordenado a la marina a cumplir con los resultados de ese proceso.
Ya que la gobernadora de Puerto Rico y una gran parte de los residentes de la isla se oponen al bombardeo de Vieques, casi to-dos suponen que el resultado del referéndum ya es casi un hecho. El secretario de la marina, Gordon England, reconoció esto es-ta semana al recomendar el anuncio de la suspensión de la práctica bélica en dos años con el objetivo de comprar un poco de tiempo e intentar descarrilar la realización del referéndum que podría imponer una suspensión inmediata a sus juegos de guerra.
"Yo creo que al anunciar públicamente que estamos planeando descontinuar el uso de la zona en el 2003 podría ayudar a disminuir la presión sobre el asunto", declaró England en conferencia de prensa esta se-mana. Si procede el referéndum, dijo, la marina podría verse obligada a suspender la capacitación en Vieques antes de ubicar otros sitios para este tipo de entrenamiento.
Pero al gobernadora, Sila Calderón, y otros activistas de derechos humanos han declarado que insistirán en la suspensión de los bombardeos lo más pronto posible, y no en dos años. Del otro lado del debate, algunos legisladores republicanos federales han acusado a Bush de minar la preparación militar de Estados Unidos al ordenar el fin de los bombardeos en dos años sólo para complacer a los votantes latinos.
La recomendación para detener los bombardeos al parecer fue fruto de una decisión política y no militar. Según versiones, esta decisión se hizo después de que el jefe del gabinete de Bush, Karl Rove, se reunió con el gobernador republicano de Nueva York, George Pataki, quien está buscando su re-lección el próximo año. Nueva York es se-de de la concentración mas alta de puertorriqueños en Estados Unidos, y Pataki, co-mo la mayoría de los políticos electos de ese estado, se opone al bombardeo en Vieques. Claro, no necesariamente por principios, sino por pragmatismo político.
Los asesores de la Casa Blanca han informado que varias decisiones sobre temas clave son resultado, por lo menos en parte, de cálculos sobre cómo podrá ganar Bush su relección en el 2004. Después de la controvertida y cerrada elección nacional del año pasado, Bush se ha dedicado a "cultivar" relaciones con varios sectores claves del electorado, incluyendo la comunidad la-tina, con la esperanza de obtener todavía un poco más de apoyo electoral en las próximas elecciones presidenciales.
Esta semana, tanto la decisión sobre Vieques, como la de hacer Madrid la primera escala en su gira a Europa, fueron supuestamente hechas, en parte, por esta idea entre encuestadores y estrategas de la Casa Blanca que esto nutrirá el apoyo de Bush entre la comunidad latina.
No necesariamente es el peor de los cálculos, menos bombas por más votos. Ojalá pudiera aplicarse esta fórmula a todo lo que hacen los comandantes en jefe de aquí y del resto del mundo.