DOMINGO Ť 17 Ť JUNIO Ť 2001

Ť La creación de un dólar especial para el comercio exterior mejora el rumbo, sostienen

El plan de Cavallo, insuficiente para la crisis que sufre el país, estiman analistas argentinos

AFP

Buenos Aires, 16 de junio. El amplio plan de medidas de impulso al consumo y a las exportaciones que anunció la noche del viernes el ministro argentino de Economía, Domingo Cavallo, mejora las expectativas de un alza en la demanda, pero no implica la solución definitiva a una recesión de tres años, opinaron el sábado los economistas.

Según el peronista Eduardo Curia, las medidas que reducen impuestos a sectores medios, "el reconocimiento de la sobrevaluación cambiaria y la creación de un dólar especial para el comercio exterior, mejora el rumbo económico, pero es muy poca cosa frente a la gravedad de la crisis".

Ante los escasos signos de reactivación y tras despejarse el riesgo de una cesación de pagos (default) con un reciente megacanje de títulos de la deuda por unos 30 mil millones de dólares, Cavallo se concentró en un paquete que procura atacar la persistente recesión, que generaría a la vez un ingreso extra al fisco de unos 600 millones de dólares.

Para el especialista Marcelo Lascano "nos despertaron de una siesta" y consideró que "hay aspectos positivos en el paquete" como "reconocer la existencia de un problema cambiario", y también que "el modelo es un colador que hace agua por todos lados, si no, no se habrían adoptado tantas medidas".

La iniciativa, que completa el Plan de Competitividad, lanzado en abril, uno de los pilares de su gestión iniciada un mes antes, intenta aliviar la situación de los sectores medios, impulsar las exportaciones a través de una corrección cambiaria (sólo para ese rubro) y rebajas impositivas para mejorar la recaudación fiscal.

Entre las medidas de mayor impacto y que han generado polémica, el gobierno dispuso una corrección cambiaria para los exportadores, que se beneficiarán con un adicional de ocho centavos por cada dólar que exporten, y en sentido contrario, constituye un sobrecosto para los importadores.

De este modo, Argentina modificó sólo en el rubro de comercio exterior el sistema de cambio fijo de un dólar igual a un peso, mientras en el resto de los sectores se mantiene esa relación, vigente desde 1991 a través de la Ley de Convertibilidad. En la práctica la medida implica la creación de un dólar especial para los exportadores.

Cavallo lo llamó un sistema de "empalme" y está relacionado con la convertibilidad vigente desde 1991 (un dólar igual a un peso) y la nueva, llamada convertibilidad II, que en un futuro incorporará al euro en el promedio de la paridad cambiaria entre el dólar y el peso.

El nuevo dólar para los exportadores tiende a beneficiar las ventas a Brasil, el principal socio comercial de Argentina.

Cavallo visitó la semana pasada la vecina nación y, según dijo anoche el presidente Fernando de la Rúa, las autoridades argentinas brasileñas ya fueron enteradas de los detalles del plan.

Según Clarín, el diario de mayor difusión en Latinoamérica, "la devaluación del real fue tan grande que el daño al socio del Mercosur es para ellos perfectamente digerible" (los brasileños).

El liberal ortodoxo José Luis Espert se quejó de que la iniciativa constituye "un retroceso ideológico, que se inició a través de los planes de competitividad y se profundizó ayer (viernes) con la devaluación del peso. Para ciertos sectores (en alusión a los exportadores) el cambio ya no es más un peso igual a un dólar. Por lo tanto el promedio para toda la economía no es más ese".

En cambio, el secretario de Política Económica, Federico Sturzenegger, estimó que las medidas de aliento al consumo y a las exportaciones generarán "una reactivación muy rápida" frente a la "depresión económica", como definió Cavallo hace algunas semanas la situación económica.

No hay condiciones para que el Estado maneje Aerolíneas Argentinas

El presidente argentino, Fernando De la Rúa, dijo que la aquejada aerolínea nacional argentina continuará volando aun en el caso que cambie de propietario, según un informe de prensa.

"He dicho claramente que el Estado no está en condiciones de hacerse cargo de la compañía. Pero estoy seguro de que Aerolíneas seguirá volando", sostuvo De la Rúa según la edición de este sábado del diario español El País.

El presidente argentino señaló, en entrevista concedida al diario, en Buenos Aires, que "Puede ser que siga la SEPI (la empresa tenedora) o que, una vez saneada, venda la empresa". SEPI controla 85 por ciento de las acciones de la aerolínea nacional argentina.

Muchos argentinos consideran que España ha administrado mal la empresa desde que la compró al gobierno argentino en 1990.