DOMINGO Ť 17 Ť JUNIO Ť 2001

Ť En 1983, el Instituto Nacional de Nutrición atendió al primer infectado

El sida cumple 18 años en México; ha cobrado ya la vida de 26 mil 141 personas en el país

Ť Se tiene conocimiento de 47 mil 617 casos, dice Patricia Uribe, directora del Conasida

CAROLINA GOMEZ MENA /I

Hace casi 18 años, el VIH/sida hizo su aparición formal en México, ya que fue a mediados de 1983 cuando en el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán se detectó el primer caso nacional -dos años después de que el Centro de Control de Enfermedades (CDC) en Atlanta sacó por primera vez a la luz pública la existencia de un nuevo mal-, y desde esa fecha hasta diciembre pasado ha cobrado la vida de 26 mil 141 mexicanos, reveló Patricia Uribe Zúñiga, directora general del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Conasida).

En entrevista con La Jornada detalló que en el país, a lo largo de estos casi 18 años, se tiene conocimiento de 47 mil 617 casos de VIH/sida, de los cuales 14 por ciento corresponden a mujeres. De estos casi 50 mil, 54.9 por ciento han perdido la vida, mientras que los demás -que según el Registro Nacional de Casos de Sida son 18 mil 704- continúan vivos. Y en torno a 5.8 por ciento faltante, es decir, unas 2 mil 772 personas, ''se desconoce'' su situación.

A lo largo de este periodo México ha ocupado diferentes lugares a nivel mundial en relación con la tasa del mal entre su población. Así, mientras ''hace pocos años'' entre 189 países del planeta se situó en el lugar 69, hoy está en el 72, puesto que su prevalencia es de 0.04 por ciento, esto es, cuatro de cada 10 mil habitantes están infectados. No obstante el avance -mientras menor es la ubicación, mayor cantidad de casos de VIH/sida-, Uribe Zúñiga reconoció que no sólo la prevención ha generado el logro, sino el hecho de que otras naciones incrementaron su incidencia de VIH/sida.

Desde 83 a la fecha el comportamiento del padecimiento ha pasado por cuatro etapas, una de 1983 a 86, la que se caracterizó por un crecimiento lento, por lo que no abundaron los casos. La siguiente, de 87 a 90, años en los que el aumento de casos fue ligeramente ''explosivo'', pues adquirió la forma exponencial, al tiempo que se extendió por todo el país. En la tercera fase, de 91 a 94, la tendencia anterior se ''amortiguó'', y por último, en el lustro que acaba de concluir, la epidemia entró en una etapa de ''aparente estabilización'', es decir, según la escala internacional está en la faceta concentrada, que es la intermedia entre la incipiente y la generalizada (cuando más de uno por ciento de la población está infectada).

No bajar la guardia

Pero lo anterior ''no es razón para bajar la guardia'', asegura Uribe Zúñiga, porque aunque en cierta forma las campañas de prevención han logrado aminorar la extensión del mal, existen elementos que obligan a redoblar esfuerzos.

En primer lugar, en México el ''retraso en la notificación de casos'' de sida es de 35 por ciento debido a que ''antes los médicos tenían los casos acumulados y los notificaban a veces tres o cuatro años después''. Aunque esto ha mejorado, ya que ahora alcanza los 8 meses, ''siempre tenemos una película tardía'' de lo que sucede.

Además, ''esa información no sirve para hacer prevención, porque estoy teniendo el panorama de hace muchos años, puesto que cada caso de sida significa que esa persona se infectó por lo menos 10 años atrás'', comentó.

Para disminuir el desfase se decidió tomar como referencia la fecha de diagnóstico del padecimiento o portación del virus, pues lo que se requiere saber para emprender campañas de prevención es ''quiénes están teniendo relaciones sexuales, cómo las tienen, si se protegen o no y a qué edad''.

Lo anterior -resaltó la directora del Conasida- contribuye al subregistro, el cual es de aproximadamente 18 por ciento, por lo que los casos de sida podrían elevarse a 64 mil, mientras que ''los infectados por VIH'' oscilarían entre los 116 mil y los 177 mil mexicanos. De ahí que una de las metas de la actual administración federal sea abatir el subregistro, por lo menos entre 4 u 8 por ciento, y con ello situarlo en niveles similares a los de Estados Unidos y Europa.

''Se perdió el miedo''

Otro gran problema es que en las regiones en donde la pandemia está semicontrolada ''se perdió el miedo al VIH/sida, porque no han visto morir a sus amigos, o por losida_protesta09 menos no de la forma como sucedía antes, cuando no había medicamentos. Ahora, como los hay, la gente se ve bien y dura muchos años viéndose bien, y por lo tanto se protege menos''.

Uribe lamentó que aunado a lo anterior haya disminuido la credibilidad en el condón, particularmente por ''campañas hormiga'' de desprestigio que sectores conservadores han emprendido en diversos países.

Al respecto, luego de negar que el condón sólo tenga 85 por ciento de efectividad para evitar la transmisión del virus de la inmunodeficiencia humana o la ocurrencia de un embarazo no deseado -como refiere Provida-, puntualizó que ésta es de 95 por ciento y agregó que hasta el momento no existe ninguna evidencia de que alguna persona se haya infectado habiendo usado condón.

No obstante, admitió que en lo que toca a la transmisión sexual del virus ningún otro método más que abstenerse del contacto sexual o bien practicar el sexo seguro -sin penetración- asegura ciento por ciento la no transmisión del VIH por esa vía, pero resaltó que ello no es motivo para caer en actitudes poco realistas e inconscientes que desalienten el uso del condón, ''porque de tener cero posibilidades de evitar el contagio a tener 95 por ciento'', es preferible la segunda.

La fidelidad ''no sirve''

De manera tajante consideró que la ''fidelidad'' en esto del VIH/sida ''no sirve'' como método totalmente seguro para impedir la transmisión, debido principalmente al periodo de ventana (etapa de alrededor de tres meses en los que el virus no es detectado por los estudios clínicos), a los falsos positivos y negativos de algunas pruebas de laboratorio, tales como Elisa, y a la escasa duración de los actuales noviazgos, particularmente entre los adolescentes.

''Cada cual tiene una historia sexual, se le puede ser fiel a la actual pareja e incluso a cada una de las previas, pero ello no borra la historia anterior, y es que cada cambio de pareja es una posibilidad más de transmitir el VIH, por eso siempre debemos asumir que todos(as) son siempre potenciales portadores y por lo tanto, siempre protegerse'', aconsejó.

Incrementar el uso del condón

En México se calcula que, por lo menos entre los jóvenes, el uso de condón oscila entre 50 y 60 por ciento, sin embargo, estudios internacionales indican que en el país en general sólo se usan 3 por ciento de los condones que deberían utilizarse para evitar la propagación de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y el VIH.

Para revertir la situación descrita, Julio Frenk Mora, titular de la Secretaría de Salud (Ssa), adelantó a este diario que durante este sexenio se privilegiará la ''información clara sobre la naturaleza de la enfermedad y las acciones para prevenirla'', y en virtud de ello ''la estrategia central'' para combatir su propagación será generalizar el uso del condón.

Es por ello que el gobierno federal pretende incrementar el empleo de este adminículo en la población general en alrededor de 50 por ciento, lo que se logrará mediante la realización de campañas masivas a través de los medios, complementadas con otras ''específicas''.

Por su parte, Uribe Zúñiga, tras remarcar que cuando se tienen relaciones sexuales con penetración ''no hay otra manera más segura de protegerse que usar condón'', dio a conocer que ''será a fines de junio'' cuando salga al aire un spot ambientado en una disco, que alienta el empleo del condón entre los jóvenes.

Las vías del contagio

Se sabe que el contagio se realiza por las vías sexual, intravenosa, por transfusión de sangre contaminada o por la perinatal. Desde un principio de la pandemia la primera modalidad ha sido la responsable de la mayoría de los contagios y México no es la excepción, pues esta vía ha contribuido de manera acumulada con 87 por ciento de los casos, pero si sólo se toma en cuenta los infectados del año 2000, que fueron 4 mil 855, resulta que 96 por ciento se originó por la vía sexual.

Asimismo, aunque el contagio por vía sexual es el de mayor incidencia, la composición de los grupos afectados ha variado; así, mientras en los primeros años la totalidad de los casos sexuales se dieron en hombres que tienen sexo con hombres (HSH), los que fundamentalmente son homosexuales, hoy corresponden a 60 por ciento. Pero en lo que toca al hombre bisexual, la evidencia numérica demuestra que éstos ''no han cambiado su comportamiento de la misma forma como lo ha hecho el que es exclusivamente homosexual'', sostuvo la titular del Conasida.

En los que ha ganado terreno la pandemia es en los heterosexuales, lo que demuestra que se ha relajado la toma de medidas preventivas, pues mientras en un principio de la enfermedad prácticamente ningún caso se presentaba en este sector, en la actualidad en nuestro país 36 por ciento de los nuevos contagios son por contactos heterosexuales.

Abatir la transmisión perinatal

Según las estadísticas de diagnóstico, hace cinco años en promedio cada 12 meses se registraban 100 casos de bebés infectados por el VIH al momento de nacer o bien en el vientre materno; el 2000, los casos se redujeron a 14, pero la idea es que durante esta administración no se dé ningún caso de transmisión de madre a hijo.

Uribe relató que los logros son fruto de diversas acciones tomadas a nivel internacional desde mediados de la década pasada, tales como administrar mezclas de antirretrovirales a las embarazadas con VIH, evitar la práctica de métodos invasivos, como la amniocentesis o la ruptura de membranas fetales, así como favorecer la cesárea antes que el parto natural. Con todo lo anterior -puntualizó Uribe-, actualmente la madre infectada con VIH ya no tiene 30 por ciento de posibilidades de contagiar a su hijo, sino sólo 2 por ciento.

Sin embargo, uno de los retos que enfrentará esta administración para lograr ''eliminar los casos por transmisión perinatal'' será fomentar en las mujeres acudir a atención médica prenatal, pues a decir de la especialista el hecho de que no sea un hábito ir al médico cuando se sospecha embarazo, o cuando ya se tiene la certeza, es uno de los factores que impide detectar a tiempo el virus en estas mujeres y por lo tanto incrementa las posibilidades de que el producto de la concepción se contamine.