SABADO Ť 16 Ť JUNIO Ť 2001
MELON
Luis Angel Silva
Sueños guajiros
MI PADRE HACE varios años me hizo una advertencia: "cuando empieces a pensar que todo tiempo pasado fue mejor, ya tronaste porque eso es señal de vejez", cosa que no puedo negar. Cada mañana el espejo me lo dice de manera contundente. En honor a la verdad no tengo "pata de gallo", sino pierna y muslo también. Mas como dijo Manzanero, puedo irme mañana mismo de este mundo, pero créame, amigo lector, gozado al máximo ya que he vivido plenamente lo bueno y lo malo. Gracias a Dios, he tenido más satisfacciones que decepciones. Antes de cantar El manicero, espero gritar a los cuatro vientos que lo bailado, no me lo pudieron quitar.
EN AYUNTAMIENTO y Luis Moya se encuentran unos lavaderos, perdón, un café llamado San José, donde algunos soneros veteranos tienen la costumbre de reunirse a recordar tiempos idos. El domingo 3 del presente decidí caminar de mi casa a la Plaza de la Música Tropical y pasé por dicho café. Para sorpresa mía, encontré a dos amigos, uno de ellos, Julio del Razo, y el otro conocido como Chome, aficionado práctico que toca el tres muy bien, por cierto. Bueno, conversaban sobre el ambiente sonero de hoy que según su opinión y la mía, está, ya no por el suelo, sino en un hoyo que cada día se va haciendo más profundo.
COMENTABAN SOBRE UN programa de televisión que pasó por el Canal 22, el cual no ví, diciéndome que no les había gustado. Me pidieron que les diera mi opinión de por qué el son en México se halla en tal situación. Para mí esto es claro. Tiene que ver con los intereses de los que tienen la sartén por el mango, los advenedizos que sólo jalan agua para su molino, y la indolencia, falta de profesionalismo, egolatría y falta de unión de los soneros de hogaño, aunado a que vivimos en una época donde el materialismo domina al ambiente artístico en general.
ESTO SE PUEDE comprobar viendo la televisión, leyendo diarios y revistas, donde las menciones de calidad de los artistas pasa a último término, mientras que lo que leemos y vemos se refiere a escándalos, operaciones estéticas y todo lo que usted quiera menos lo que antaño era importante: el arte. De pilón, el complejo clásico del mexicano de inclinarse ante todo lo que viene de otros países, por eso mi admiración para Hugo Sánchez, Julio César Chávez, Fernando Valenzuela y el Finito López.
LOS TRES VOLVIMOS a coincidir que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero les señalé que todas las generaciones tienen derecho a vivir a su manera. Así ha sido desde siempre, por lo tanto, acepto que los tiempos cambian. Eso puso más triste a don Julio, a quien nunca había visto así. Se encontraba al borde de la depresión y para levantarle el ánimo le di una noticia que me llena de optimismo y espero que al hacerla pública no se sale.
ARTURO ORTEGA Y Sergio Verdugo tienen planes para presentar en la Plaza de la Música Tropical, Teatro del Pueblo, Tepito y otros lugares, Son de calidad. Sus proyectos me parecen no sólo atractivos, sino fabulosos, donde tendría cabida todo lo que hay en el ambiente lo cual creará competencia que siempre es buena y genera resultados positivos. También el proyecto lleva como objetivo principal unir, no separar, ni crear divisiones, así como la oportunidad de mostrar el talento de nuevos valores. La noticia dejó a Julito, el sabroso, soñando despierto.
DESPUES DE UN americano con Canderel, seguí mi camino. Al llegar a mi destino lo que vi me encantó: el lugar empaquetado con un público campechano, juventud y vejentud, bailando con la música cortesía de La Sabrosita FM. El nombre del grupo se me olvidó, porque lo que oí no me gustó, pero llena parte del proyecto, pues, sus integrantes son jóvenes. No se me olvida que tuve un principio y esté fue más verde que un nopal. Le deseo a ese grupo que madure y aprenda rápido. Por lo pronto, ya tuvieron su bautizo de fuego o como dicen en territorio pecoso, se mojaron los pies.
Y AQUI UNA petición para Manuel Durán: una hora con Son mexicano aunque sea en un horario que tenga menor audiencia, pero un espacio para los grupos de ayer donde se relaten anécdotas de lo que fue la hermandad sonera, cosa que de antemano le agradezco y desde aquí apelo a su buena voluntad, bonhomía y don de gente, ya que sin que suene a muleta, son cosas que lo distinguen.
DE ESTA MANERA creo que mis sueños van tomando forma por lo menos en el papel. Esto va a costar trabajo pero no es imposible. También una idea para Arturo y Sergio. Que Erótica y el Dr. Bolavsky colaboren con ustedes, para que este servidor pueda hacer moropo. Aunque Erótica se me fue, de sólo recordarla se me pone el cerebro como plancha.
PARA TERMINAR, UN sueño guajiro. Que los políticos dejen de darse de patadas bajo la mesa y se pongan a trabajar en beneficio de México. Ese sí sería un verdadero cambio. No me tiren serpentinas, no estamos en carnaval.