SABADO Ť 16 Ť JUNIO Ť 2001
Ť A escuelas públicas se les ve como un mal necesario, acusa vicerrector de la UdeG
No cumple el gobierno a universidades: Del Val
Ť El Estado debe ampliar su compromiso con la educación, según Meléndez Pérez
JOSE GALAN
Para las universidades públicas resulta muy importante demostrar que los recursos federales asignados están bien empleados. Y en la rendición de cuentas, el debate no está en hacerlo sino en la forma, porque estas instituciones educativas no son Pemex o la Comisión Federal de Electricidad, afirmó Enrique del Val Blanco, secretario general de la UNAM.
Es necesario que las autoridades de las instituciones de educación superior propongan procedimientos que den mayor transparencia a sus acciones, ofreciendo respuestas de ética social y credibilidad dignas de sus responsabilidades, dijo a su vez el priísta Enrique Meléndez Pérez, presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
La rendición de cuentas, a la que nadie se opone, debe estar lejos de la manipulación política, y el gobierno federal debe dejar de tratar a las universidades públicas como "un mal necesario" y evitar la intención de "matarlas de hambre", subrayó Ricardo Gutiérrez Padilla, vicerrector ejecutivo de la Universidad de Guadalajara.
Los tres hablaron ayer en la culminación del foro sobre educación superior y políticas públicas organizado por la Universidad Iberoamericana, en el marco del panel respecto a la rendición de cuentas sobre participaciones federales otorgadas a las instituciones de educación superior pública en el país, a través del Presupuesto de Egresos de la Federación.
Del Val Blanco, quien participa al interior de la ANUIES en el diálogo con legisladores sobre los mecanismos de revisión de los dineros federales destinados a la educación pública de nivel superior, informó que "el partido en el poder" insiste en combatir la educación que sostiene el propio gobierno, y que no se debe ligar el rumbo académico "con el mercado, al que respeta la UNAM, pero que no considera fundamental.
"Las universidades públicas están haciendo su parte y cumpliendo con las funciones sustantivas que les corresponden, preparándose para el futuro", insistió. "Para este año se deben abrir un millón 600 mil plazas en bachillerato para estudiantes egresados de secundaria, y cerca de un millón para nuevos universitarios, y el gobierno federal es el que no está cumpliendo".
Meléndez Pérez, de profesión maestro normalista, sostuvo que la educación superior en México "no es un lujo ni una opción subjetiva", sino una necesidad imperiosa en la que el Estado debe ampliar "su compromiso con la sociedad, diseñar las estrategias necesarias y fortalecer sus políticas públicas" para hacer de ese nivel educativo "una plataforma de seguridad en el futuro para los mexicanos.
"Como maestro y diputado, reitero que las mexicanas y los mexicanos estamos convencidos de que la educación es una prioridad", explicó. "Por ello, las políticas públicas de la presente administración deberán necesariamente dirigirse a lograr más y mejor educación con criterios de calidad, equidad y pertinencia, establecidos en la ley".
Gutiérrez Padilla, con posgrado en biología celular, opinó que si algunas universidades públicas no quieren rendir cuentas es porque no hay reglas claras "y el Estado contribuye con su pasividad", es decir, añadió, "no hay una política oficial sobre la educación superior", y advirtió que la rendición de cuentas "no debe ser sujeta a manipulación política".
"El Estado mexicano debe definir qué espera de las instituciones de educación superior, particularmente pública, en el país", añadió. "El gobierno se ha rezagado. Y debe dejar de tratarlas como un mal necesario; abandonar el intento de matarlas de hambre. Debe actuar ya".