SABADO Ť 16 Ť JUNIO Ť 2001

Ť La región, codiciada por trasnacionales debido a su riqueza natural, según expertos

Activistas de 11 países alertan sobre el impacto ecológico y social del Plan Puebla-Panamá

Ť Se reúnen en San Cristóbal de las Casas especialistas y organizaciones no gubernamentales

ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL

San Cristobal de Las Casas, Chis., 15 de junio. Con llamados a construir proyectos alternativos de desarrollo y formas de respuesta organizada frente a iniciativas como el Plan Puebla-Panamá (PPP), representantes de 118 organizaciones de 11 países iniciaron aquí el primer Seminario por la Biodiversidad Cultural y Biológica.

Al explicar los motivos del encuentro, que reúne a más de 300 personas, Ana Valadez, integrante de la coordinación del evento, dijo que esta región "es determinante para las empresas trasnacionales por ser un punto de convergencia de la biodiversidad en el mundo", por lo que "si aquí se discute y se demanda la suspensión de un proyecto como el PPP, creemos que puede tener impacto".

Asesora del Consejo de Organizaciones de Médicos y Parteras Indígenas Tradicionales de Chiapas, precisó que uno de los propósitos de la reunión es "abrir un espacio de discusión amplia sobre el tema de la biodiversidad y la problemática a su alrededor, para construir juntos una posición informada de estos temas tan complicados a los cuales no accedemos como pueblos y organizaciones. Este es un intento por construir una forma de comunicación más popular sobre estos tecnicismos".

Durante el primer día de los trabajos, que finalizarán este domingo, algunos participantes aseguraron que el gobierno no ha cumplido los acuerdos de San Andrés, de acuerdo con la iniciativa de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), porque de esta forma los indígenas tendrían que ser tomados en cuenta si alguna compañía pretendiera aprovechar sus recursos naturales, "y los ricos no están dispuestos a ello".

El investigador Andrés Barreda, quien participó como ponente, aseguró que los promotores del PPP "van a avanzar en la idea de expulsión campesina, de saqueo, de acaparamiento y de monopolio hasta donde la gente se deje". La posibilidad de frenar este proyecto dependerá "de la prontitud con que se conformen redes alternativas, no sólo de resistencia y movilización para decir que no, sino para tener alternativas propias", advirtió.

Añadió que en parte la ley indígena no fue aprobada en el Congreso conforme a la propuesta de la Cocopa por los intereses de este megaproyecto impulsado por los bancos Mundial (BM) e Interamericano de Desarrollo (BID), aunque precisó que "ciertamente se impusieron razones culturales muy fuertes como el racismo de los senadores y de la mayoría de los diputados".

Pero de algunos legisladores, reiteró, "advertidos de lo que significan los megaproyectos, entendieron claramente que este tipo de derechos democráticos de los pueblos indígenas impedirían hacer negocio", como los que se pudieran concretar en el PPP. Por ello sostuvo que "en la resistencia al PPP mucha población se está jugando la supervivencia misma, física o cultural".

Barreda insistió en entrevista en que una eventual modificación del PPP -que se viene impulsando desde la administración del presidente Ernesto Zedillo- dependerá de la resistencia y del perfil que le den quienes no están de acuerdo. "Lo que es inaceptable es que se siga llamando PPP, es una ofensa para todos los países centroamericanos que los pongan en el nivel de los estados de la República. ¿Por qué no hablamos de un Plan México-Panamá? Quizá hay demasiados problemas en el PPP, quizá habría que reformularlo".

-¿Cree que es posible parar el PPP a estas alturas?

-No sé si el problema sea necesariamente detenerlo. La cuestión de fondo es el sentido que tiene: que la integración económica del sureste y la integración de México con los países centroamericanos no se está haciendo en función de los intereses de la población. Si me preguntas si hay que detenerlo, a lo mejor se puede entender que no está bien que se integrara el sureste mexicano al resto del país o que no hubiera una coordinación de México con los países centroamericanos cuando esto podría ser benéfico.

Puntualizó: "Es importante detener el programa de expulsión campesina hacia las ciudades, entendiendo que en éstas las opciones que van a tener son de desempleo y la superexplotación dentro de la maquila. Hay que detenerlo en el sentido de que el manejo de los corredores industriales y de las áreas rurales va en detrimento de la población del sureste de México y de Centroamérica, así como del manejo ambiental".

Basado en el número de foros y discusiones sobre el tema, el investigador aseveró que "ha crecido el interés por frenar estos proyectos, cuya primera señal impresionante fue la marcha zapatista (al Distrito Federal) y la movilización que levantó. Ese es el primer indicador del interés general por otro país, y convocó a la pelea por la autonomía indígena, que es un reclamo de las comunidades del país".