VIERNES Ť 15 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Eliminó a Rosario Central con un marcador global de 5-3; ahora espera a Boca Juniors

Cruz Azul sigue en plan grande y ya está en la final de la Libertadores

Ť Emotivo encuentro, que Francisco Palencia concluyó de manera exquisita para el empate 3-3

AGENCIAS

Rosario, 14 de junio. Como un gigante salió Cruz Azul del estadio Gigante de Arroyito. Los cementeros empataron esta noche 3-3 con Rosario Central y así, con un marcador global de 5-3 se colaron a la final de la Copa Libertadores de América, que habrán de dirimir con otro club argentino: Boca Juniors.

Aunque los rosarinos metieron el acelerador desde el pitazo inicial, los mexicanos muy pronto les dieron un aviso para que fueran preparando el acta de defunción.

En los primeros seis minutos de juego, Rosario creó tres situaciones de gol, una de ellas cuando Liber Vespa quedó sólo frente al arquero Oscar Pérez, quien tapó en gran acción.

Pero Cruz Azul, en su primer ataque franco, al minuto siete, se puso adelante en el marcador cuando cobró un tiro de esquina por el sector derecho, directamente al área.

El portero Laureano Tombolini perdió el balón al tratar de interceptarlo con las manos y Sergio Almaguer, entrando a la carrera, la metió sin problemas al fondo del marco. Hubo un silencio que helaba en las tribunas.

La cuota mínima ahora para los de casa eran tres goles de diferencia (por la caída de 2-0 en el Azteca en el juego de ida), para al menos forzar a la definición en penales.

Los 42 mil espectadores, que alentaban ruidosamente a los locales, enmudecieron, mientras los de Rosario seguían batallando en busca de descontar por todos los medios, principalmente buscando las entradas de Juan Antonio Pizzi y Rafael Maceratesi.

Sin embargo, a los 20 minutos de acción los mexicanos emparejaron el juego, con el buen desempeño de Angel Morales, ante un rival desesperado que terminaba en ataques imprecisos para definir y se enfrentaba a una mdf12933 argentina_mexico muy buena defensa.

Sobre los 28 minutos, Luciano De Bruno estuvo a punto de marcar el empate, pero el remate salió rozando uno de los palos de la meta de Pérez.

Y el gol de Central llegó de penal, al minuto 38. Pablo Galdames dio la espalda en un centro e interceptó el balón con la mano dentro del área; el árbitro chileno Mario Sánchez decretó la pena máxima, misma que ejecutó Pizzi bajo y rasante para el 1-1.

Los anfitriones aprovecharon su buen momento; al minuto 42 Pizzi controló la pelota y le puso un pase a Maceratesi, quien venció al portero mexicano para poner en ventaja a Central 2-1.

Pero en un contragolpe y ante otro error defensivo, Cruz Azul alcanzó la igualada a dos antes de irse al descanso. Fue al minuto 44.

Palencia se hizo del balón cerca de la línea final por el lado izquierdo; lo retrasó para Julio César Pinheiro, quien lanzó un centro que se cerró y obligó el esfuerzo extremo de Tombolini; éste en lugar de desviar la pelota a tiro de esquina la manoteó hacia el campo de juego y allí aprovechó Héctor Adomaitis para marcar la igualada con un zurdazo.

Un complemento tenso

Las emociones continuaron en el segundo tiempo, porque Central pudo desnivelar en los primeros diez minutos, aunque sobre los 9 el silbante ignoró un claro penal del defensa Maximiliano Cuberas sobre Angel Morales.

El ingreso de Federico Arias le dio más oxígeno en el ataque a los rosarinos, que terminaron por volcar las acciones sobre la valla mexicana.

Justamente, un centro de Arias abrió la puerta al tercer gol de los rosarinos, ya que Maceratesi recibió el balón sobre el sector derecho del área y derrotó a Pérez con un disparo cruzado al minuto 60.

Todavía faltaba media hora para que Central fuera en busca del tanto que le permitiera forzar los penales, pero los minutos pasaron y el local se ahogó en centros que morían en las manos de Pérez, a la vez que Morales y Palencia complicaban la endeble zaga local.

En ese lapso, los rosarinos pudieron aumentar con un tiro libre de González que Pérez evadió con esfuerzo, un cabezazo de Loeschbor que se fue apenas desviado y remate débil de Pizzi.

Sin embargo, a poco del final, al 89, un contrataque fulminante de la visita terminó con una exquisita definición de Palencia, quien tocó suave a la izquierda para estampar el 3-3 definitivo.

No hubo tiempo para más; La Máquina ya estaba en la final, con el mérito de haber dejado en el camino a un adversario que mostró todo su esfuerzo pero no pudo con el mejor juego que Cruz Azul exhibió en ambos compromisos.

Con el triunfo de los cementeros, el Boca Juniors, que visitará el día 20 a los mexicanos y el 27 los recibirá en su cancha, se aseguró su participación en la Copa Intercontinental.

"Fue muy complicado, pero gracias a Dios aguantamos muy bien. Por las circunstancias del partido pensamos que podíamos caernos, pero salimos adelante", señaló Palencia al final del encuentro.