VIERNES Ť 15 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Impide fincar responsabilidades o denuncias, afirma
Informe inconcluso sólo generó clima de linchamiento: Brugada
Ť Habría ineficiencia en la elaboración de auditorías, dice
Ť Cuestiona la autoridad moral de legisladores panistas
ELIA BALTAZAR
El informe incompleto de las auditorías realizadas por la Contaduría Mayor de Hacienda (CMH) de la Asamblea Legislativa sólo generó un clima de linchamiento político en contra de las administraciones de Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles, al ofrecer sólo valoraciones generales y preliminares, a partir de las cuales no es posible fincar responsabilidades o denuncias.
Así lo afirmó la diputada local perredista Clara Brugada, quien advirtió que si hubo premura en la elaboración de las auditorías y se incurrió en deficiencias, "se habría cometido un acto de notoria ineficiencia por parte de la presidencia del órgano superior de dirección de la CMH, y por tanto "se podrían tipificar sanciones con base en el artículo 13 de la Ley Orgánica de la Contaduría".
La legisladora también cuestionó la calidad moral de los diputados panistas, en especial de Federico Doring, pues sin atender los comentarios y consideraciones contenidos en el documento que la CMH entregó el pasado martes, continuaron con su campaña de desprestigio contra el manejo presupuestal de la administración pasada.
"ƑQuién puede dar valor moral a las denuncias mediáticas y protagónicas de este diputado (Doring), cuando él mismo se ha conducido con tan poca ética, irresponsablemente y con mucha estridencia?", preguntó Brugada, quien incluso propone promover un extrañamiento en contra del panista, por polarizar las posiciones en la ALDF.
Advierte, además, que es necesario que los legisladores discutan sobre el manejo que deben dar a la información de que disponen, para evitar distorsiones que promuevan pugnas y dificulten la labor legislativa.
En conferencia de prensa, Brugada ofreció una explicación técnica detallada de algunas de las observaciones emitidas por la CMH y que han sido interpretadas de manera parcial cuando aún no concluyen las auditorías en su conjunto.
Destacó que, dado que se trató de un informe preliminar, existen varias limitaciones en la presentación de las mismas auditorías. Por ejemplo, dijo, no existe orden coherente en las anomalías detectadas, hay confusión y no se define con claridad los montos en dinero en que supuestamente existen irregularidades.
Tampoco se explica si ya se dio la confronta con los entes auditados, los plazos establecidos para la entrega de la información faltante y los resultados de las mismas. Y así sucede en las 40 auditorías realizadas, en las cuales "existe una desordenada presentación de las mismas, y en las cuales se mezclan supuestas anomalías de distintos niveles, valoraciones inconexas y puntualizaciones de anomalías administrativas".
Habrá que aclarar, explicó Brugada, que las supuestas faltas administrativas tendrán que corroborarse en el informe de resultados que se presentará a más tardar el próximo 15 de julio. Pero "nos preocupa que por la premura con que se elaboraron las auditorías se incurriera en un acto de notoria ineficiencia, por el cual se podrían tipificar sanciones".
Si bien la diputada aseguró que su partido no defenderá a servidores públicos que incurrieran en alguna irregularidad corroborada por las instancias disciplinarias correspondientes, también advirtió que no aceptarán que "el PAN quiera imponer sus tiempos, acciones y argumentos falaces, y que se quieran montar en la Comisión de Vigilancia de la ALDF, para llevar adelante actos facciosos y partidistas".
Buen manejo de las finanzas
Ex diputada federal, Clara Brugada también destacó que el buen manejo de las finanzas públicas en la capital, durante el año 2000, han significado un superávit de mil 485 millones 564.6 mil pesos. Esto gracias a una mayor captación de recursos fiscales, menor pago del servicio de la deuda dado que se cuenta con tasas de interés más bajas en el mercado, y ahorros en las unidades administrativas.
Aseguró que el menor gasto en obra pública por 444.8 millones de pesos no se debió a desvío de recursos hacia el programa de comunicación social, sino a diversas causas, como son las dificultades para integrar las fichas técnicas tal y como lo pide la Secretaría de Hacienda para el caso de obras financiadas con recursos crediticios, entre otros.
Además, precisó que no se redujeron los presupuestos de programas prioritarios a no prioritarios ni se disminuyó el programa de obras para aumentar recursos a comunicación social. Lo que sucedió, explicó, es que hubo recursos suficientes para que todos los programas se cumplieran, y aun para incrementar los recursos en otros.
Aclaró que este superávit no se debe a subejercicio alguno o al hecho de haber dejado inconclusas obras. Sino porque hubo un ejercicio sano y prudente, que permitió financiar un gasto neto mayor al que aprobó la ALDF para ese año, y que fue superior 1.3 por ciento, lo que significa 781 millones 925.8 mil pesos.