Ť Continúan las protestas sindicales en el aeropuerto internacional de Ezeiza
Suspende American Airlines tres vuelos a Argentina por cuestiones de seguridad
Ť Proponen comisión integrada por la SEPI, el Estado argentino y trabajadores de aerolínea
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Buenos Aires, 14 de junio. El futuro de Aerolíneas Argentinas continúa en la incertidumbre. Este jueves mientras continuaban las protestas sindicales en el aeropuerto internacional de Ezeiza, American Airlines suspendió tres vuelos que debían llegar desde Estados Unidos a Buenos Aires, argumentando "cuestiones de seguridad".
Aunque el sindicato que rechaza la aplicación de un plan de ajuste para Aerolíneas Argentinas se mostró más dispuesto a negociar, ante la posibilidad de que la compañía tenga los días contados, sus trabajadores lanzaron un ruidoso plan de lucha que incluye el boicoteo a los dos vuelos diarios de Iberia a Madrid que despegan desde el aeropuerto internacional de Ezeiza.
La policía aeronáutica y otras fuerzas de seguridad permanecen apostados en los alrededores de la terminal, restringiendo el acceso sólo a pasajeros.
Desde la venta d e Aerolíneas Argentinas a capitales españoles, hace más de 10 años, la empresa acumuló un pasivo de cerca de mil millones de dólares y se desprendió de casi todos los activos, por lo que la administración española debió aportar alrededor de 600 millones de dólares para aumentar la línea aérea en vuelo.
Actualmente Aerolíneas Argentinas tiene un pasivo de 900 millones de dólares y registra pérdidas mensuales entre 20 y 30 millones de dólares.
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de España, que controla 91.2 por ciento de las acciones de la aerolínea, propuso realizar un aporte de capital de 350 millones de dólares, pero lo condicionó a que todos los gremios que representan a los trabajadores de compañías acepten un severo plan de ajuste, que incluye despidos y recortes a salarios, pero es rechazado por los sindicatos.
Ahora, en momentos en que Aerolíneas debió cancelar ocho frecuencias internacionales por falta de fondos, la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), una de las más renuentes a aplicar el plan de reajuste, flexibilizó su posición y declaró que aceptaría sentarse a discutir con la española SEPI
APTA "propone crear una comisión tripartita integrar por la SEPI, el Estado argentino y los trabajadores para que discutan el convenio colectivo (condiciones laborales)", dijo una fuente del gobierno que pidió no ser identificada.
El cambio de parecer sucede a pocas horas de que venza el plazo legal que le dio al gobierno argentino a la SEPI para que aerolíneas vuelva a volar a los destinos que canceló, bajo amenaza de ceder esas rutas -que incluyen puntos en Estados Unidos, Europa, Latinoamérica y Oceanía- a otras compañías.
El ministro de infraestructura argentino, Carlos Bastos, se encuentra en Madrid negociando con el Estado español una salida a la crisis de la compañía, que provocó la simpatía de los argentinos hacia sus trabajadores y el enojo con las empresas españolas en el país.
Rechazan imputación
El presidente de Aerolíneas Argentinas, Patricio Zavalía Lagos, rechazó ante la justicia argentina las denuncias de presunto "vaciamiento" de la empresa realizadas por gremios aeronáuticos y publicadas en la prensa local. Sostuvo que la compañía "no transfirió ni un solo peso del capital". Zavalía consideró "ridículo" que se acuse de saquear a SEPI, dueña de 91.2 por ciento de las acciones desde que se privatizó la firma en 1990, ya que, sostuvo, los accionistas "aportaron una suma superior a mil 800 millones de dólares".