JUEVES Ť 14 Ť JUNIO Ť 2001

Ť La visita enmarcará la presentación oficial de la Fundación Cultural Integrus

Viene en agosto la Orquesta Filarmónica de Israel con Zubin Mehta, su batuta titular

PABLO ESPINOSA

La Orquesta Filarmónica de Israel se presentará en el Palacio de Bellas Artes el 18 de agosto dirigida por su titular, el hindú Zubin Mehta, con un programa integrado por la Primera Sinfonía de Ludwig van Beethoven y la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler. Tal acontecimiento enmarcará la presentación oficial de la Fundación Cultural Integrus, que preside el señor Arie Becker y que se propone como la más importante en nuestro país.

La primera actividad de esta naciente institución ocurrirá por lo pronto el próximo miércoles, con un recital del tenor Ramón Vargas, quien cantará arias de Giuseppe Verdi poco conocidas, en una celebración ejemplar del centenario del compositor veneciano.

Entre las mejores del planeta

La Orquesta Filarmónica de Israel es una de las mejores del planeta, comparable solamente con la Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Viena, la Sinfónica de Londres, la Sinfónica de Chicago, la Filarmónica de Los Angeles y la Filarmónica de Nueva York.

zubin-mehta-director-2Esta última, de manera coincidente, se encuentra en nuestro país iniciando su gira latinoamericana anual. Anoche ofreció su presentación pública en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl, en la celebración de las bodas de plata de ese recinto universitario.

El silesiano Kurt Masur dejará la batuta de la Filarmónica de Nueva York el próximo año y será relevado por el estadunidense Lorin Maazel y no por Mehta, como lo publicamos ayer.

En la actualidad, Mehta es el director titular de la Filarmónica de Israel, mientras Kurt Masur es el director huésped principal del mismo agrupamiento orquestal.

La Filarmónica de Israel también está de fiesta. Cumple 65 años de fundada. Bronislaw Huberman integró este conjunto de excelencia en 1936 para proteger a los músicos judíos del Holocausto que veía venir. El concierto inaugural, celebrado el 26 de diciembre de ese año, fue dirigido por una leyenda: Arturo Toscanini. Nació como la Orquesta Palestina, y desde el primer sonido fue reconocida como ''una orquesta de solistas". Con la creación del Estado de Israel, en 1948, fue rebautizada como la conocemos ahora: Orquesta Filarmónica de Israel.

En la historia de este conjunto de excelencia hay capítulos imprescindibles, entre ellos los nombres de Leonard Bernstein y Zubin Mehta resultan definitivos en su ciclo contemporáneo. Desde 1948 y hasta su muerte Lenny Bernstein construyó prácticamente la totalidad de la belleza sonora y el estilo imbatible que caracterizan a la Filarmónica de Israel. La relación entre este agrupamiento y el maestro hindú Zubin Mehta inició cuando ambos, orquesta y director, celebraban sus respectivos 25 años de edad. Mehta recibió el nombramiento como su director musical en 1968 y en 1981 su designación se hizo vitalicia.

El maestro Kurt Masur, en tanto, fue nombrado en 1992 Director Huésped Honorario de la Filarmónica de Israel.

Esta orquesta ha escrito capítulos históricos en la vida musical de México. Recordemos dos de ellos, acontecidos en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl. El primero ocurrió el jueves 24 de agosto de 1978, con el estreno en México de Vigilia en Jerusalem, del compositor israelita Ben Zion Orgad. Enseguida, la señora Alicia Delarrocha nos puso un par de alas en los omóplatos con su interpretación del Concierto 25 del árcangel Wolfie Mozart. El final, con la Primera Sinfonía de Gustav Mahler, provocó incendios tales que algún pedacito de corazón carbonizado podríamos encontrar si buscamos debajo de las butacas de la Sala Nezahualcóyotl, pues algunos simplemente pegan su chicle, otros dejamos un pedazo de nuestro corazón debajo de una butaca.

Con Bernstein... hace 19 años

La noche del 11 de mayo de 1982 está grabada también entre ventrículos: Leonard Bernstein suda a mares, se pone como collarín una toalla blanquísima, blande la batuta como San Miguel Arcángel mientras en la butaca más próxima a él, saltamos impelidos por el rebotar del golpe de las percusiones, del gemido sexual de los timbales en cada arremetida copular de La Elegida en medio del círculo mágico de los ancentros. Voliciones raigales, corazón telúrico. Jamás habrán de olvidar nuestros sentidos esa puesta en carne y sangre de La consagración de la primavera, obra sexual entre las más sexuales, del maestro ruso Igor Stravinsky, que algunos oftalmólogos gustan bautizar como don Igor Strabismo, de manera similar a como los amantes de la música clásica cubana gustamos en llamar Vincent Bon Gó al famoso pintor holandés de girasoles.

Voliciones raigales, danza telúrica, más de cien músicos estallan en el canto de la adoración de la Tierra, los augurios, los raptos, las rondas, los cortejos, los círculos misteriosos, la evocación de los ancestros, la danza sagrada. Danza Lenny Bernstein en el podio, rebotan las plantas de sus pies en el estrado a cada salto de golpe de la orquesta. En su rostro se confunde el agua, no se sabe cuál gota es de sudor, cuál es lágrima. Al final convidó de su delicioso whisky, en su camerino, a unos entonces imberbes mortales.

Eso ocurrió en mayo de hace 19 años. Anoche en esa sala volvió a ocurrir la epifanía. Kurt Masur hizo tangible la belleza al frente de otra de las mejores cinco orquestas en el mundo: la Filarmónica de Nueva York. Pero esa es otra historia...