JUEVES Ť 14 Ť JUNIO Ť 2001

Ana Cervera Payán, la doble edil

La historia se repite casi 11 años después. La panista Ana Rosa Payán Cervera está a unos días de retornar al palacio municipal de Mérida, que considera como su segunda casa.

Campechana de nacimiento, fue diputada federal y en 1990 la primera alcaldesa capitalina, al derrotar al también ex presidente municipal de Mérida, Herbé Rodríguez Abraham. En 1996 fue legisladora local y senadora en 1997.

Tachada de "mocha", afirmó en entrevista que dejará para "más adelante" la cuestión de la moral y las buenas costumbres, que no entrará en pleito con los priístas, y que el triunfo del PAN "tiene dedicatoria contra Víctor Cervera".

Payán Cervera volverá a las oficinas centrales del palacio municipal, que ocuparon correligionarios suyos en cuatro periodos consecutivos: Luis Correa Mena (1993-1995), Patricio Patrón Laviada (1995-1998), quien será gobernador del estado a partir del primero de agosto, y Xavier Abreu Sierra (1998-2001).

Payán Cervera contendió por el cargo con el priísta Jorge Esma Bazán, "consentido" del régimen del gobernador Víctor Cervera Pacheco. La panista, respaldada por el PRD, obtuvo 147 mil 292 sufragios por 113 mil 588 de su adversario.

Aseguró: "Nunca dudé que ganaría. Mientras Jorge decía, según sus propias encuestas, que estaba en ventaja por cuatro puntos porcentuales, yo sabía que tenía mayor porcentaje de potenciales votos. Y no me equivoqué".

Hace 11 años, el triunfo de Ana Rosa fue polémico. Se dijo que permitió su triunfo una concertacesión, en la cual intervinieron el entonces gobernador Víctor Manzanilla Schaffer y el líder del PAN, Luis H. Alvarez, actual integrante del gabinete presidencial. Lo cierto es que Manzanilla acabó por pedir licencia al poco tiempo y en su relevo entró Dulce María Sauri Riancho.

Ya en el poder, Payán Cervera se caracterizó por constantes enfrentamientos con Sauri Riancho y tomar medidas que confundieron a los círculos sociales menos conservadores, en especial una "ley de moralidad".

Creada por el entonces secretario de la Comuna, Tomás Vargas Sabido, "para preservar la moral y las buenas costumbres de los meridanos" dicha "legislación" pretendió erradicar la prostitución femenil, clausurar centros nocturnos, prohibir desnudos y table dances, así como impedir las minifaldas en la Comuna. Incluso, para el carnaval, se obligó a bailarinas cubanas a guardar las "tangas" y portar vestidos que no dejaban mucho a la imaginación.

Hoy las cosas son diferentes. Payán Cervera se niega a hablar mucho del pasado, de sus enfrentamientos con Dulce María Sauri y de la prohibición de las tangas. "En su momento lo veremos, ahora las prioridades son otras", advirtió la alcaldesa electa.

"Ahora llego con mayor experiencia y con un amplio abanico de posibilidades para trabajar. De entrada, trataremos de hacer una ciudad con mayor calidad y cantidad de servicios, buscar la excelencia en el desarrollo humano. Un ayuntamiento, pues, más humano", precisó.

Sabe que la tarea no será fácil, tendrá un cabildo con ocho regidores priístas. "Mantendremos un diálogo permanente y no daremos pie a la falta de respeto", anunció.

"Doy gracias a Dios por la nueva oportunidad de gobernar Mérida; es algo privilegiado, pero siempre buscaré llegar a lo máximo, que es gobernar a mi estado. Por el momento soy la única mujer que estará al frente del ayuntamiento en dos ocasiones. Eso no tiene precio", detalló.

-ƑQué la faltó para ganar la candidatura de su partido al gobierno?

-Tiempo, pero uno tiene que aprender a pagar el precio por dedicarse a otras cosas.

Al respecto, recordó que después de la senaduría tuvo un cargo en el CEN panista, y eso la alejó de Yucatán por mucho tiempo, "algo que canalizó bien Patricio Patrón Laviada".

También aclaró que su candidatura a la alcaldía meridana no fue producto de un atraco contra Luis Correa Mena, quien después de estar alejado dos años de la política retornó para buscar el cargo. "Luis Correa fue rechazado en una asamblea municipal y la directiva nacional del PAN, por estatutos, tiene derecho a poner al sustituto", dijo. (LUIS A. BOFFIL)