JUEVES Ť 14 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Urge una reforma jurídica, dice Rodríguez Pratts

La crisis energética obliga a delimitar las intervenciones públicas y privadas

MIRIAM POSADA GARCIA

La crisis energética en la que se encuentra Estados Unidos y que en breve afectará a México y al resto del hemisferio obliga al gobierno mexicano a tomar decisiones de inmediatas y a delimitar hasta dónde deben llegar las funciones del sector público en el energético, y a partir de dónde deben intervenir los inversionistas privados, advirtió el presidente de la Comisión de Energéticos del Senado, Juan José Rodríguez Pratts.

Durante su intervención en el cuarto Congreso de la Asociación Mexicana para la Economía Energética (AMEE), capítulo México de la Agencia Internacional de Energía, el senador consideró que el debate sobre el sector energético nacional debe ser más preciso ''porque está muy manoseado y eso nos va a llevar a ahogarnos en un vaso de agua''.

La política energética, destacó, es sustento y prerrequisito de toda política económica e incluso considerada como asunto de seguridad nacional, además de ir entrelazada con la política social por su impacto en el poder adquisitivo.

Por esto, Rodríguez Pratts urgió a combatir y dar solución a los que llamó los ''siete pecados capitales'' del sector energético que consisten en estar atrapados en falsas disyuntivas por las que el nacionalismo funcionó como escudo de incompetencias y debilidades.

Señaló que las empresas públicas que surgieron con una fuerte motivación nacionalista han perdido su mística debido en parte a cambios generacionales, pero también porque las designaciones no correspondieron a los perfiles requeridos. Urgió también al diseño y aplicación de una política de largo plazo y no continuar por el camino fácil del rentismo, para conseguir que Pemex deje de ser un instrumento recaudador.

Tampoco es válido que el sector energético mexicano y la economía del país se orienten por corazonadas, ni que la empresa pública sea sometida a trámites engorrosos y marcos jurídicos cerrados por la falta de confianza, lo que ha provocado el retraso en las inversiones y la pérdida de pozos petroleros.

El senador panista urgió a especialistas, legisladores y miembros del Ejecutivo a impulsar ''una revolución cultural para deslindar la acción pública y la privada, desestatizar la conciencia ciudadana, no esperar de la dádiva, la prebenda, el subsidio o la exención fiscal la motivación'', por lo que destacó que el primer bien público de una nación es su marco jurídico y por ello es necesario que en México se haga una reforma jurídica profunda.