JUEVES Ť 14 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Responden a la necesidad de aportar más recursos y mejor administrados, dice

Las propuestas para restructurar Pemex y su reforma fiscal, listas para el Congreso: Bargés

Ť Necesario, el capital privado para promover el desarrollo, afirmó Barnés de Castro

MIRIAM POSADA GARCIA

La propuesta de restructuración de Petróleos Mexicanos (Pemex) y su reforma fiscal estarán listas para el próximo periodo de sesiones del Congreso y no responden a la crisis energética que agobia a Estados Unidos, advirtió el subsecretario de Política y Desarrollo de Energéticos, Juan Antonio Bargés, sino a la necesidad de aportar más recursos al país, pero mejor administrados.

En su debut como subsecretario de Política Energética y Desarrollo Tecnológico, Francisco Barnés de Castro destacó que México cuenta con recursos energéticos garantizados para satisfacer las necesidades de una generación más, por lo que urgió la participación del sector privado en las áreas que no requieran cambios constitucionales y que permitan alcanzar las metas de producción.

Al inaugurar el cuarto Congreso Nacional de la Asociación Mexicana para la Economía Energética, el ex rector de la UNAM destacó que la política energética debe tener una visión de largo plazo, por lo que en breve se darán a conocer los lineamientos para los próximos 25 años, con los que se espera promover el desarrollo tecnológico y financiero que permitan renovar las reservas de hidrocarburos.

Para ello, enfatizó, será necesaria la intervención de capital privado en áreas del sector energético en las que no haya impedimentos legales, además de formular un marco regulatorio que otorgue garantías y certidumbre a los interesados en dedicar su capital a esta actividad.

Durante su intervención en esta reunión del capítulo mexicano de la Agencia Internacional de Energía (AIE), el subsecretario Juan Antonio Bargés detalló que la reforma fiscal y la restructuración de Pemex pretende dotar a la paraestatal de autonomía de gestión, de agilidad en la toma de decisiones y que sea ella misma la que estructure sus procesos administrativos.

Ante especialistas, Bargés consideró urgente que el gobierno mexicano promueva reformas profundas en la orientación de la administración de las empresas del sector, revisar su tratamiento fiscal y diseñar políticas públicas con tendencia moderna que otorguen certidumbre a la participación de particulares, así como capacidad para competir en los nuevos mercados.

''Reitero en este foro que no está en la agenda del gobierno la privatización de las empresas energéticas del Estado. Pero debemos asumir que no es posible impulsar el desarrollo en un ámbito de incertidumbre en las relaciones entre empresas públicas y privadas. Es hora de que remontemos esa discusión en cierto modo estéril. Prácticamente en todas las economías del mundo coexisten empresas públicas con mercados competitivos, particularmente en la producción de energéticos, muchas de ellas son incluso líderes en los mercados internacionales''.

Bargés destacó que para que las empresas públicas no se financien a través del endeudamiento, sin garantías propias, es imprescindible que se reconozca su autonomía de gestión, sustentada en leyes, y además revisar el marco fiscal para que sin afectar el equilibrio de las finanzas públicas el país cuente con recursos financieros suficientes y que aprovechen mejor sus activos naturales.

Pese a que consideró que no existe una crisis de recursos energéticos, es necesario invertir 25 mil millones de dólares para contar con la oferta suficiente de gas natural; además, se efectuará la restructuración de la industria del gas licuado de petróleo (LP) y en los próximos diez años será necesario invertir 50 mil millones de dólares adicionales en exploración y producción petrolera para mantener las reservas en un nivel de 60 mil millones de crudo equivalente.

Asimismo, el trabajo de Pemex deberá encaminarse a reducir el déficit en la balanza comercial de sus subsidiarias estimado en más de 3 mil millones de dólares, diminuir el nivel de las importaciones de gasolinas, combustóleo y petroquímicos que asciende a 4 mil 700 millones de dólares. En este panorama detalló que también deben considerarse los más de 50 mil millones de dólares que requiere la expansión del Sistema Eléctrico Nacional.