JUEVES Ť 14 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Si no convence a la mayoría se mantendrá la ley actual, advierte Jorge G. Castañeda
A consulta, propuesta de reforma del servicio exterior
Ť Se respetará la facultad presidencial para designar embajadores y cónsules generales
ROSA ELVIRA VARGAS
Las propuestas para reformar la Ley del Servicio Exterior Mexicano no incluyen acotar la facultad presidencial de designar embajadores y cónsules generales de carácter político. Contra la opinión de un sector de diplomáticos de carrera, tampoco plantean crear un ombudsman en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Las propuestas para modificar el precepto se someterán a un "espacio de reflexión de 15 días" entre el personal de la cancillería, pero si eventualmente no logran convencer a la mayoría no se formularía una iniciativa alterna, porque "el mensaje es claro: es este proyecto de reforma o ningún otro".
Con esa expresión, el canciller Jorge G. Castañeda cerró su intervención luego de recibir el informe que le presentara la Comisión de Reforma del Servicio Exterior. Contra lo que él mismo había reiterado, en el sentido de que las propuestas de ese organismo las enviaría "como vengan" al Congreso de la Unión, el funcionario -al parecer por presiones internas- decidió abrir un espacio para opiniones y propuestas en favor y en contra del proyecto que ayer se le presentó.
Sin embargo, además de la advertencia de que no estaría dispuesto a formular otra iniciativa distinta a la que le presentó la comisión que encabezó Jesús Silva Hérzog, el titular de la política exterior puso otros candados a la recolección de opiniones. Tendrán que enviarse por e-mail y a título individual con la correspondiente firma del emisor. Y quien no opine, dijo, estará dando su apoyo tácito al proyecto presentado.
De este modo, añadió, una vez que lleguen las sugerencias y que la comisión las analice y fortalezca su proyecto, las "haré mías" íntegramente. Y es que, expuso Castañeda, es inevitable que la propuesta, tal y como se presentó, afecte intereses individuales o que algunos encuentren aspectos que no les satisfagan; incluso dio su propia objeción, como el que se recomiende aplicar examen sicológico como prerrequisito de ingreso al servicio exterior.
Dispuesto entonces a enviar al Legislativo el proyecto depurado tras el "espacio de reflexión", advirtió que en la eventualidad de que aquel no logre convencer a la mayoría de los miembros del Servicio Exterior Mexicano, ello será una señal inequívoca de que el servicio "ha optado por mantener el status quo, con todas las deficiencias y rezagos de la ley, y el reglamento vigentes'', y no se elaboraría uno nuevo.
Frente a cuatro ex cancilleres: José Angel Gurría, Emilio O. Rabasa, Bernardo Sepúlveda y Manuel Tello, los integrantes de la Comisión del Servicio Exterior Mexicano y empleados de la cancillería y del Instituto Matías Romero, Jorge Castañeda aseguró que la propuesta atiende las carencias que se han ido acumulando y se dirige hacia la resolución de inercias y deficiencias. Se hizo, subrayó, para servir a México y a quienes están en el servicio, y no a los intereses particulares de quienes lo integran.
Silva Herzog, quien pormenorizó la propuesta, aseguró que para su elaboración se escuchó a un número muy importante de miembros del Servicio Exterior Mexicano, representantes y funcionarios de la cancillería, académicos, representantes del sector privado y demás. El documento final obtenido por consenso, dijo, busca que el personal del servicio exterior tenga mayor certidumbre, transparencia y no sea sujeto de la discrecionalidad con la que frecuentemente se toman las decisiones en la cancillería.
En el texto resalta el planteamiento de reformar la Comisión de Personal de la Cancillería, instancia a la que muchos críticos del servicio exterior ubican como el coto de grupos políticos que, por influyentismo, reparten y obtienen las mejores comisiones en la diplomacia. La idea es que aquella ya no esté en manos de un subsecretario, como hasta ahora, y se creen cuatro subcomisiones.
Sobre el rechazo a la idea de que haya un ombudsman en Relaciones Exteriores, Silva Hérzog subrayó que al reformar la Comisión de Personal se protegerán los derechos de quienes laboran en el Servicio.
Luego, con "toda apertura", señaló el desacuerdo de la comisión con la idea de establecer cuotas para el nombramiento de embajadores y cónsules generales de carácter político, porque ello "sería ir en contra de una facultad establecida en la Constitución para el Presidente de la República''.