MARTES Ť 12 Ť JUNIO Ť 2001

ITACATE

Ť Cristina Barros y marco Buenrostro

Vámonos paraGuerrero



SALIENDO DEL VALLE de Iguala rumbo a Ciudad Altamirano empieza el camino sinuoso. Cerca de la desviación a Teloloapan el paisaje se caracteriza por la presencia de afloramientos de roca caliza. Más adelante es posible encontrar a los artesanos de Acapetlahuaya; sus jícaras decoradas con su rojo característico son famosas desde la época prehispánica. Unos kilómetros antes de llegar a Arcelia, a mano derecha, está el cuerpo de agua que formó la presa Vicente Guerrero; almacena el agua del río Poliutla.

EN LAS VEGAS de los ríos afluentes del Balsas, se cultivan sandías y maíz; en las planicies se produce ajonjolí y el riego de la presa ha dado oportunidad para que se establezcan campos de cultivo más extensos y huertas de frutales como cítricos y papaya. En los ríos se pescan mojarras para comerlas fritas; previamente se untan de ajo y cebolla molidos y limón.

EN ESTA REGION de Guerrero, Tierra Caliente, es costumbre de los campesinos colocar a la sombra del portal de las casas, una tinaja sobre una horqueta de tres brazos que contiene agua. Está a la altura media para que la alcancen tanto los caminantes como los hombre de a caballo; cualquier persona puede disponer de ella.

ARCELIA ES UNA población de casas con techo de teja. Las cocinas suelen contar con fogones elevados, lo que permite que no se acumule el calor en el piso haciendo más difícil el trabajo en la cocina, ya de por sí calurosa. En las orillas de la población vive la señora Rosa Márquez. Para sacar adelante a sus cuatro hijos, la cocina tuvo un lugar importante. Desde antes de las cinco de la mañana los despertaba. Había que salir al patio a cortar albacar (albahaca), hierbabuena, epazote y flores para formar olorosos manojos que llevaban a vender a la plaza; la venta se hacía temprano, pues la entrada a la escuela era estar a las ocho en punto.

LA FAMILIA TAMBIEN vendía tortillas hechas a mano. Estas tortillas recién salidas del comal, recuerda su hija, Juana Echeverría, son la base para preparar unas ricas sopas. Iban por leche recién ordeñada y así tibiecita como llegaba se vaciaba en pequeñas cazuelas para recibir los trozos de tortilla; lo condimentaban con un poco de sal.

OTRAS VECES EL desayuno consistía en atole de maíz tierno, de masa o de ciruela de la región. Con otras ciruelas de allá, se prepara chile de ciruela, salsa que sirve para acompañar las sabrosas gorditas hechas de masa con un poco de manteca.

ENTRE LOS ALMUERZOS que han quedado grabados en la memoria están aquellos en los que se preparaba el ''chile de encuentro".

SE PONIAN A secar las tortillas en tiritas para después freírlas; mientras se ponían a hervir los chiles y los jitomates para hacer en el molcajete una salsa que lleva, además, cebolla y ajo. Debe quedar caldosa y ahí se echan las tiras de tortilla. Se llama de encuentro, porque es tradicional cucharear este platillo con tortilla.

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