MARTES Ť 12 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Controversia en la Iglesia anglicana por la tesis
La homosexualidad podría ser obra de Dios, según un teólogo británico
AFP
Londres, 11 de junio. La homosexualidad "podría ser obra de Dios", según un catecismo escrito por un influyente teólogo británico, pero al que la Iglesia anglicana se apresuró a desautorizar este lunes. El texto en cuestión estima que la "homosexualidad podría no ser un estado lamentable, sino que podría ser obra de Dios y tener aspectos positivos".
Agrega que es necesario "alentar a los cristianos homosexuales a encontrar en su preferencia sexual elementos de belleza moral que mejoren su comprensión general del mensaje de Cristo".
Este documento fue redactado por Edward Norman, canónigo del arzobispado de York, y lleva un prefacio del arzobispo de York, monseñor David Hope, segunda autoridad en la jerarquía de la Iglesia anglicana.
No obstante, interrogado al respecto, Steve Jenkins, portavoz de la Iglesia anglicana, afirmó que "no se trata de ninguna manera de un catecismo aprobado por autoridades religiosas". Ese texto "no tiene estatuto oficial, como no lo tendría una novela que yo decidiera escribir", agregó.
La posición oficial anglicana es que la homosexualidad no es un estado que corresponda al ideal divino, pero que pese a ello los homosexuales "son bienvenidos" en la comunidad cristiana, según un documento redactado en 1991, en el cual se instaba a los sacerdotes a abstenerse de toda relación de ese tipo.
El periódico Daily Telegraph, al informar sobre la publicación del nuevo catecismo, afirmó que la cuestión de la homosexualidad divide profundamente a la Iglesia anglicana. El diario citó las conclusiones de la última conferencia episcolpal, según la cual los actos homosexuales "son incompatibles con las Escrituras" y los homosexuales deben optar por la abstinencia. Ese texto fue adoptado a iniciativa del jefe de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, monseñor George Carey.
El catecismo de Norman afirma, asimismo, que "en general la homosexualidad no es elegida", sino innata o decidida por acontecimientos vividos en la primera infancia. La Iglesia anglicana reserva su posición oficial al respecto invocando la falta de informaciones científicas claras.
Bodas gay en La Habana
Las parejas estaban de blanco, hubo invitaciones, flores y una torta. Pero aunque puramente simbólicas, las dobles nupcias de Michel y Angel y de Juanito y Alejandro, dos parejas gay de La Habana, representan un pequeño acontecimiento en Cuba, donde la percepción de la homosexualidad oscila aún entre el rechazo y la tolerancia.
La boda entre hombres es ilegal en Cuba, por lo que los juramentos de amor eterno de las dos parejas ante sus padres, hermanos y amigos en un centro recreacional de San Miguel del Padrón, en la periferia de La Habana, sin valor jurídico, fueron sobre todo pretexto para la fiesta.
Pero los cuatro jóvenes dijeron estar felices. "Sí, lo que hacemos es un atrevimiento, pero es algo nuevo, que llama la atención. No tengo miedo", aclaró sonriente Michel, estudiante.
"Han hablado horrores, pero no tenemos ningún problema y estamos celebrando nuestro matrimonio en regla", asegura su esposa Angel, con una peluca rubia, pestañas postizas, zapatos altos y medias blancas.
Cada una de las parejas, entre los 17 y los 22 años, pagó 60 dólares por el traje de boda. Además, planean una luna de miel común en un centro de campismo o en los modestos establecimientos al borde del mar que el Estado cubano renta a la población en moneda nacional.
Sentimental, Juanito, con el rostro sumamente maquillado y con un velo blanco en la cara, juraba "sentirse nervioso y haber llorado mucho". Pero reivindicó: "yo he salido vestida de novia de mi casa. Mi madre acepta mi elección y dice 'perdí un hijo, pero gané una hija'", agregó. Luisa, la madre de Michel, está resignada: "es mi hijo, han decidido vivir juntos, Ƒqué puedo hacer?, no lo voy a matar", y reconoce que "mucha gente lo ha criticado".
El acontecimiento, en todo caso, sembró la animación en las calles de una de las zonas más pobres de San Miguel del Padrón, donde viven los jóvenes y sus familias. Los vecinos, medio desconcertados, medio divertidos, habían salido a la puerta o se habían trepado a los techos para ver mejor.
Algo nunca visto para Rolando, de unos 40 años, homosexual y amigo de una de las parejas. Es "histórico, nunca lo había visto" en Cuba. En los sesenta, la homosexualidad, considerada como "una desviación ideológica", fue duramente reprimida en Cuba y los gays enviados a campos de reducación, como lo contó el escritor cubano Reynaldo Arenas, que murió en 1990 de sida en Nueva York . Su vida fue narrada en la película norteamericana de Julian Schnabel Antes que anochezca.
La película Fresa y chocolate, realizada en 1993 por el director cubano Tomás Gutiérrez Alea, representaba por su parte un himno a la tolerancia y una crítica sutil a la ideología oficial sobre esos temas. Cerca de diez años después, la homosexualidad sigue siendo un tema controvertido en la isla.