LUNES Ť 11 Ť JUNIO Ť 2001
BALANCE DE LA JORNADA
Ť Blue Demon contra los Canallas
Ť Extraño, el juego Atlante contra Veracruz
Ť Reinoso hará volar a los Potros
Ť Compra y venta de piernas en Acapulco
CARLOS HERNANDEZ
Con un jugador prestado como su principal elemento, el Cruz Azul se ha compactado como si fuera de auténtico cemento y esta semana dio un paso importante a la final de la Copa Libertadores.
José Saturnino Cardozo -a quien ahora apodan el Diablo Azul, o el Blue Demon si de lucha libre se tratara-, no sólo marcó el primer gol, sino que se ha convertido en el cementero más peligroso y hace soñar a la afición celeste para disputar el título del torneo de clubes más importante del continente.
Este jueves a las 19:00 horas será el encuentro definitivo y los azules parecen tener muchas posibilidades para superar al Rosario Central. Los llamados Canallas que con tantas marrullerías hacen honor a su apodo- le apostarán a un gol tempranero para remontar un 2-0 que no parece imposible, mientras Cardozo y Francisco Palencia contarán con un amplio sector de terreno que no tuvieron en el primer encuentro.
Cruz Azul sigue siendo lo único rescatable de un futbol mexicano que se debate entre el extraño y desnivelado encuentro que sostuvieron los hermanos Atlante y Veracruz, el draft que se efectúa en Acapulco y el partido del próximo sábado entre México y Costa Rica.
El grupo de Alejandro Burillo desmanteló a los Tiburones, lo dejó con técnico y jugadores suplentes, además de un portero lesionado, y los Potros se vieron imponentes y golearon 4-1, con lo que dieron a la afición azulgrana un motivo para festejar.
Sin embargo, en el ambiente quedó un aire enrarecido por la extraña forma en la que estos Potros continúan en el máximo circuito y se convirtieron en el equipo 19 de la Primera División.
Ante la salida de Lapuente y la incorporación de Carlos Reinoso, estos Potros aspiran a volar y convertirse, ahora sí, en Pegasos, cuyo directivo sigue sumando equipos: Atlante, Irapuato (que dicen venderán), Veracruz y Oaxaca, según le prometieron al gobernador José Murat.
Mientras, los jugadores se trasladaron a Acapulco, donde los dueños del balón realizan el tianguis de piernas. Los más reconocidos encontrarán equipo; el resto se quedará tocando puertas, situación que la casi fantasmal Asociación de Futbolistas Profesionales ha calificado denigrante.
El otro requisito para conseguir equipo es tener un promotor que influya en el técnico, como dijo Carlos Hermosillo que hacía Carlos Hurtado sobre Manuel Lapuente, quien a su vez se acomoda su boina para estar a tono con el futbol español, de donde dice tener ofertas.
Sin embargo, los últimos aventureros mexicanos en la península han sufrido malas experiencias. Del lesionado Cuauhtémoc Blanco se da como un hecho su regreso al América, mientras a Gerardo Torrado no lo quisieron los del Tenerife.
Y si los seleccionados de Enrique Meza regresaron bajo abucheos y palabras altisonantes, este sábado tendrán la oportunidad de cosechar sus primeros aplausos. El Tri llega al duelo ante Costa Rica con cuatro derrotas al hilo, aunque con el antecedente histórico de que México nunca ha perdido un partido eliminatorio mundialista en el estadio Azteca.
Pero la historia, para pesar del Ojitos, ya está cambiando y los últimos encuentros indican que está vacante el título de Gigante de la Concacaf, que alguna vez se pensó era ganado a perpetuidad.