sufrimiento.
LUNES Ť 11 Ť JUNIO Ť 2001
TEATRO
Kahlo, viva la vida
Ť Mariana Norandi
"HEMOS LUCHADO POR no representarte más, pero es imposible detener esa necesidad". Así comienza la carta que la actriz Laura de Ita escribe a Frida Kahlo en el programa de la obra teatral Kahlo, viva la vida, que este miércoles se estrenó en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.
A PESAR DE que últimamente la vida de esta pintora ha acaparado la atención de muchos guionistas y comerciantes, la visión que ofrece este montaje rompe con los estereotipos biográficos basados en el dolor y sufrimiento.
ESCRITA POR HUMBERTO Robles y dirigida por Rodrigo Vázquez, Kahlo, viva la vida es un monólogo protagonizado por Laura de Ita que muestra la faceta humorística e irónica de la artista. Su autor comenta: "Siempre nos habían enseñado la parte del dolor de Frida y por ese motivo a veces este personaje se me hacía tedioso. Luego empecé a investigar sobre ella, a leer sus escritos y me dí cuenta que tenía un lenguaje lleno de ironía. Por eso la obra resalta su gran sentido del humor a pesar del sufrimiento".
EL DECORADO ES muy minucioso. Se exhibe gran cantidad de objetos distintivos de la pintora como una hoz y un martillo, una silla de ruedas y una calaca de papel maché.
DIEZ MINUTOS ANTES de la función, la actriz sale al escenario y se maquilla: labios rojos, cejas unidas y un sombreado bajo la nariz que simula un tímido bigote. Se viste de tehuana y realiza unos ejercicios de calentamiento hasta que suena la tercera llamada.
LA ACTRIZ EN ese momento deja de ser Laura de Ita para transformarse en su personaje: Frida Kahlo. De Ita nos explica: "Yo no quiero aparecer en escena como Frida porque Frida sólo hay una. Yo soy una actriz que la represento y quiero que el público capte eso, por eso realizo esa transformación delante de la gente".
LA OBRA NARRA una noche de muertos en la Casa Azul de Coyoacán. La artista prepara una fiesta de difuntos y, mientras espera a sus invitados -Bretón, Rockefeller, Rivera y Trosky- cuenta determinados pasajes de su vida. El accidente de camión, la exposición en París, su estancia en Nueva York o su relación con Diego Rivera son algunos de esos relatos.
MUSICALIZADO EN VIVO por el guitarrista de Café Tacuba, Joselo Rangel, el monólogo es divertido e intenso, irónico y crítico. Vemos a una Frida apasionada, donde defiende su amor por Rivera, su pintura y su forma de vivir. Una mujer que no mira atrás con aflicción, goza el momento y no teme a la muerte.
ACOMPAÑADA EN MOMENTOS por una pantalla audiovisual prescindible por la poca aportación que hace al conjunto narrativo, la actriz realiza una interpretación muy lograda de su personaje.
TOTALMENTE METIDA EN su papel y haciendo partícipe al público de su conversación interna, esta actriz posee una amplia gama de registros expresivos por los que transita a lo largo de la hora que dura el monólogo, haciendo de este complejo ejercicio interpretativo toda una demostración de talento. La música de Joselo juega un papel narrativo muy interesante. Describe los estados de ánimo del personaje y las diferentes anécdotas biográficas. Con guitarra, órgano y discos, el músico comprueba que se encuentra en un excelente momento creativo. "Estoy en esta obra entre otros motivos para demostrar que un músico de rock también puede hacer otras cosas" afirma.
LA OBRA RECURRE al personaje de Frida como metáfora para brindar por la vida. A pesar de todo, la vida no deja de ser algo sorprendente y fascinante, por lo que hay que vivirla con intensidad ante la amenaza de un tiempo efímero.
Kahlo, viva la vida.
La Gruta del Centro Cultural Helénico. Av. Revolución 1500. Miércoles 20:30 hrs. Entrada 80 pesos.