LUNES Ť 11 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Los creadores del norteño-tecno participarán el 14 en el Festival Sonar 2001, en Barcelona

Transformó el colectivo Nortec la imagen de Tijuana: Ramón Amezcua

Ť Jugamos con elementos negativos como la narcocultura; presentan The Tijuana Sessions Vol. 1

JUAN JOSE OLIVARES

El colectivo Nortec no es un género o una banda, sino un conglomerado de estética contemporánea conformada por varios de los llamados live acts o grupos electrónicos que han emergido de Tijuana y Ensenada, para crear el llamado norteño-tecno: mezcla disímbola surgida a partir de los aparatos electrónicos (secuenciadores, samplers, cajas, sintes, softwares) con los patrones elementales de la cultura rural (de banda, norteña, y ranchera hecha con tubas, acordeones, trombones, trompetas con lo que se desarrollan nuevas formas sonoras).

NORTEC 1No sólo eso, este colectivo ya es reconocido en el mundo como música electrónica hecha en México, por lo que han representado a nuestro país en diversos festivales en Europa y Estados Unidos de música contemporánea; asimismo han realizado remixes para artistas como Beck, Titán, Julieta Venegas, entre otros, además de musicalizar el stand de México en la Expo 2000 de Hannover (Alemania) a petición del Papalote Museo del Niño y del presidente Ernesto Zedillo.

Ahora, antes de su participación el próximo jueves 14 en el Festival Sonar 2001, en Barcelona -uno de los más importantes en el mundo sobre música contemporánea (que presenta a artista como Sonic Youth, Aphex Twin, Frankie Knuckles, Carl Cox, Laurant Garnier, entre otros jefes-, presentan a nivel internacional su disco compilatorio: The Tijuana Sessions Vol. 1 "que es sonido del primer mundo en el tercero y el tercero en el primero", y que contiene rolas de Bostich, Fussible, Panóptica, Plankton Man, Clorofila, Terrestre e Hiperboreal, los que conforman el colectivo.

 Ramón Amezcua, mejor conocido como Bostich y quien tiene 15 años de hacer música electrónica, explica a La Jornada detalles sobre Nortec:

"Como somos fronterizos, tenemos una mezcla de gente que viene de todos los estados, donde se oye todo tipo de música, desde sinaloense haste electrónica. Hasta hace unos años haciamos música tecno como la que se hacía en Alemania o Inglaterra, pero luego decidimos tomar espontáneamente todos los elementos que nos rodeaban y los mezclamos con todo lo que habíamos oído en casa, en los taxis, o en las fiestas, desde funk hasta tecno, o música de los setenta; cuando llegó a mí el sonido de los redobles de tambora, de tuba, de bombo, de todo ese estruendo, me impactó".

El movimiento -comenta Amezcua- de Nortec comienza a tener aceptación en México a partir de que se edita el disco en varios países. Además con el disco Sampler (del cual se editaron sólo mil copias y que paso de mano en mano) fue la carta de presentación, lo que hizo que nos invitaran a festivales, a la feria de Hannover. Iba gente del extranjero, de medios -como The New York Times, Times Magazine- a Tijuana para saber qué pasaba con este conglomerado".

NORTEC 2De hecho, los Nortec, como se dijo, han sido reconocidos por gente como Gustavo Cerati (ex Soda Stereo), Roni Size, que los han definido como la nueva musica mextrónica, que no olvida sus formas originales, híbridos de dub, jungle, house, jazz y down tempo.

"Ahora en Tijuana -dice el Bostich- toman al Nortec como algo netamente hecho ahí mismo, como algo netamente mexicano. Algo que nos dio fuerza fue trabajar en colectivo. Al inicio Fussible, Bostich y Panóptica haciendo los primeros tracks, y luego se unieron los demás. Nosotros mismos nos influenciamos con nuestras rolas, eso le dio el crecimiento. Luego se unieron algunos artistas gráficos".

Para escuchar a Nortec hay que olvidar lo que se sabe de Tijuana: prostitutas, marineros en tierra, calles sin pavimentar, ráfagas de armas semiautomáticas de narcos, shows de burros, y asimilar que es una metrópolis fronteriza con un comglomerado cultural a la altura de Tokio, Nueva York o Los Angeles, conciertos. Que es más que concierto de Moby, o música de Los Tucanes de Tijuana emergida de camionetotas sospechosas.

Amezcua reitera: "Este colectivo vino a cambiar la imagen de este ciudad. En el mundo se dan cuenta de que aquí hay cosas artísticas. Cuando llega la gente que quiere investigar sobre nosotros los llevamos a las tocadas, pero también les mostramos todas las maquiladoras que existen, su zona roja; se dan cuenta de la otra imagen de Tijuana, para que sepan que hay de todo. Para nosotros es divertido jugar con todos esos elementos negativos, como la narcocultura; la ironizamos y la transformamos".

Todos los comentarios positivos que han llegado a ellos luego de sus presentaciones (en raves en Alemania, Japón, Inglaterra, o reuniones de músicos alternativos) de diyeis como Hell, Roni Size, Plastikman, o de publicaciones, "nos han caído de sorpresa porque nunca tuvimos la intención de proponer algo nuevo, simplemente fue algo que surgió natural. Nosotros continuaremos experimentando".

"A mayores recursos menor creatividad"

Y nada que ver la cercanía con el gabacho para conseguir aparatos. "Pienso que entre más recursos tienes, menos creativo te haces. Creo que el flujo de información en Tijuana es muy concreto. Esto sólo pudo pasar ahí porque se mezclan varias culturas".

Ramón Amezcua acepta que los del colectivo aún no viven de la música, por eso sigue ejerciendo su profesión como ortodoncista ("otra pasión"). "Yo seguiría como dentista atendiendo a mis pacientes, cada mes o dos semanas, aunque ya no es lo mismo porque últimamente estamos tocando casi todos los días en diferentes ciudades. Tenemos que trabajar en nuestros oficios. Terrestre por ejemplo es enfermero en Estados Unidos, otro de Fussible trabaja haciendo barcos en la bahía de San Diego, Plankton es programador en una estación de Los Angeles. Quizás en un futuro vivamos de lo que más nos gusta hacer". Aunque hasta le hayan ofrecido hacer algunos mixes para Erik Rubín. "Pues no".

-¿Qué futuro le das al movimiento?

-No sé, yo sigo trabajando haciendo viniles y cidís. Seguiremos experimentando, explotando todos los sonidos de Tijuana, pero a la vez transportaremos esa riqueza musical a través de nuestros aparatos.

-¿Qué piensas de la gente que a esto no lo no considera música?

-Nuestras música es algo sensible que espera sensibilizar a la gente. Para muchos no es armonioso pero para otros sí; si has escuchado mucha música contemporánea te das cuenta que una disonancia en muchas ocasiones no lo es, es armonía; para poder juzgar o ser crítico tienes que haber escuchado de todo. Una máquina no haría la música sola, pero claro que puedes caer en la monotonía.

Nortec ahora dibuja una silueta de una nueva generación que explora contenidos locales para transmutarlos en acústicas exportables que tienen el sello íntegramente de "hecho en México".