Ť Advierte graves desviaciones del gasto público por el rescate bancario
El aumento al IVA disminuiría el consumo y la marcha de la economía, asegura experto
Ť Las familias pobres y las clases medias serán las más afectadas con esta medida, señala
HUMBERTO ORTIZ MORENO
El aumento del IVA propuesto por el gobierno disminuiría 2.4 por ciento el consumo y 1.5 por ciento el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en el primer año de aplicación.
"Son resultados incompatibles con la pretensión y necesidad de recuperar un crecimiento acelerado del producto interno bruto, que sea sustentable y duradero", advierte un estudio econométrico realizado para la UNAM por Víctor Ampudia Orozco, ex director del Registro Nacional de Población y actualmente asesor de la Cámara de Diputados, secretario de Consultoría Pública de El Colegio de Economistas y consultor de los sectores público y privado en gestión estratégica.
El incremento en esta carga fiscal, ante la imposibilidad de aumentar el gasto, repercutirá en disminuciones del consumo iguales al nuevo gravamen dentro de los cinco primeros deciles, en menor proporción en el sexto, y el octavo y noveno deciles verán mermado su exiguo ahorro, pronostica.
En este contexto, Ampudia Orozco advierte que el gasto público muestra graves desviaciones hacia su utilización económica y socialmente productiva, debido a la elevada carga de las deudas adquiridas para subsanar los desequilibrios económicos estructurales y realizar los rescates financieros y las operaciones de inversión mediante creación de pasivos, por lo que urge introducirle correctivos inmediatos.
Al revisar las características y estructura de los ingresos fiscales del gobierno federal, el experto encontró que los recursos son insuficientes para atender los requerimientos del desarrollo nacional, representan una carga fiscal de muy bajo nivel y son altamente dependientes de los derechos que integran la renta petrolera y de los impuestos derivados de los hidrocarburos, "sujetándose a fuertes fluctuaciones con los desequilibrios que ello ocasiona".
Trata la problemática del IVA, "aspecto más visible y quizá el más importante en la propuesta", y considera evidente que las familias más pobres y de clase media gastan una mayor proporción de su ingreso en bienes de consumo actualmente no sujetos a ese gravamen, y en consecuencia resultarán afectadas en mayor proporción.
Concluye que, por sus implicaciones negativas en lo social y en lo económico, está fundamentado el rechazo a la imposición generalizada del IVA.
A juicio, la reforma fiscal es, con todo, verdaderamente justa si se apoya en los impuestos directos, más que en los indirectos, y contempla aplicar el IVA a bienes de consumo de grupos de altos ingresos e incluso su elevación a los de carácter suntuario.
Se trata, remarcó, de "una reforma que suprima los regímenes preferentes y de excepción que actualmente favorecen a las personas de elevado nivel económico y a las grandes empresas y corporaciones".
Dijo que se requiere, en vez de una disminución en las tasas del ISR a las personas físicas, subirlas o mantenerlas en un marco de mayor progresividad; la ampliación de la base gravable en los estratos superiores, no en los inferiores y medios; la supresión de las deducciones no justificables, y la imposición generalizada de todos los conceptos del ingreso.
El estudio de Ampudia Orozco concluye que es fundamental la congruencia entre los objetivos económicos y las políticas e instrumentos utilizados para su logro, "sin que existan entre ellos contradicciones o se planteen metas ilusorias o irrealizables en el corto plazo, pero que tampoco se limiten aspiraciones o se establezcan políticas que impidan sentar las bases para un desarrollo más independiente, equitativo y justo, así sea en plazos más largos".