DOMINGO Ť 10 Ť JUNIO Ť 2001

Jenaro Villamil Rodríguez

Medios: libertad en recesión

Por paradójico que parezca, la última celebración gubernamental del Día de la Libertad de Expresión coincidió con los 30 años del acto inaugural de censura y represión del creador del Premio Nacional de Periodismo (Luis Echeverría Alvarez): el halconazo del 10 de junio de 1971. Ni una sola mención se hizo de este hecho durante la ceremonia que presidió el titular de Gobernación, Santiago Creel.

Sí, por el contrario, se anunció que esta ceremonia dejaría su carácter gubernamental para "ciudadanizarse", de tal forma que perdiera su característica de pasarela de la lealtad del gremio periodístico al poder político. La conductora Carmen Aristegui planteó preguntas claves para subrayar la necesidad de eliminar los controles que han caracterizado las relaciones prensa-poder: "Ƒconviene a los periodistas, al Presidente o a la sociedad mantener este ceremonial que no puede deshacerse del tufo de los favores recibidos? ƑNo es tiempo de ponerse cada quien en su lugar?" (La Jornada, 8 de junio de 2001, p. 9).

Aristegui, con un prestigio bien ganado de profesional en el medio radiofónico, abonó a favor de una relación más libre y transparente al renunciar al premio en monetario. Al mismo tiempo, agradeció la ausencia del mandatario Vicente Fox como un gesto de despresidencialización de los premios.

Sin embargo, la otra cara de la moneda también faltó en la reflexión general del Día de la Libertad de Expresión: Ƒcómo garantizar una sana distancia y un acuerdo respetuoso entre el ejercicio informativo y el ejercicio empresarial que domina ahora como sustituto del poder político? ƑCómo generar la libertad de expresión en las nuevas condiciones del país, con tendencias hacia una mayor concentración empresarial de la propiedad de los medios y un panorama de recesión económica que afecta, sobre todo, a los trabajadores de los medios electrónicos?

El panorama es desalentador en los primeros meses de este año. Tan sólo en lo que va de febrero a mayo, los dos grandes consorcios televisivos han aplicado severos recortes de personal en sus distintas áreas con criterios puramente gerenciales. En Televisa se calcula que el reciente despido de 750 personas, anunciado en el Programa de Reducción de Costos, dará un aproximado de más de 2000 trabajadores despedidos en esta reciente ola recesiva del consorcio, que incluye el cierre del sistema informativo ECO, el de algunas áreas de producción y la brusca disminución en las áreas de esmas.com y en el departamento editorial. En Tv Azteca se confirmó el 8 de mayo que en el primer trimestre de 2001 se despidió a 400 personas y 100 más quedarán sin empleo, a raíz de la reestructuración del área de noticias, encabezada por su nuevo director, José Ramón Fernández.

En las otras empresas televisivas la situación no es mejor. MVS anunció el despido de 80 trabajadores del área de noticias al salir del aire programas como Visión de negocios, México confidencial, Megatendencias y Enlace semanal. La división Televisa-Monterrey festejó su nueva etapa con el recorte de 40 trabajadores, incluyendo al director de Noticias, Hugo Gutiérrez, y al jefe de información, Zenón Escamilla. Univisión suprimió a principios de junio 33 plazas laborales de su división de noticias por Internet, inclusive la oficina que tenía en la ciudad de México.

La recesión y los despidos no se concentran sólo en las empresas televisivas. El Grupo Acir anunció el 5 de junio que los recortes a nivel nacional pueden alcanzar las 200 personas en todo el consorcio radiofónico. Y la gran mayoría serán reporteros de sus distintos espacios informativos.

En la prensa escrita los despidos han sido menos espectaculares. Más bien lo que ha sucedido es el cierre de nuevas plazas para miles de recién egresados de las carreras de comunicación y periodismo de todo el país.

Bajo este panorama, resulta claro que son las áreas informativas las más afectadas por la recesión en los medios electrónicos y que bajo los criterios de rentabilidad comercial y dependencia de los flujos financieros y bursátiles, el ejercicio periodístico se convierte en algo prescindible o en recesión.

Eso sí, algunos magos de las finanzas de empresas como Televisa pueden perder en la bolsa de valores casi mil millones de dólares, en un fin de semana, pero la libertad de expresión seguirá siendo sólida... siempre y cuando, como advirtió la vocera presidencial Martha Sahagún, no se caiga en el "libertinaje".