DOMINGO Ť 10 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Pide ''recapacitar''
Parece muy remoto el diálogo gobierno-EZLN: Arizmendi
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
San Cristobal de las Casas, Chis., 9 de junio. El diálogo entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para continuar el proceso de paz en Chiapas ''parece muy remoto'' en estos momentos, sostiene el obispo de la diócesis local, Felipe Arizmendi Esquivel, quien dice que ante tal situación ''es tiempo de recapacitar''.
Agrega que la solución para Chiapas y para el país en general puede encontrarse en ''respetar y valorar la diversidad como una riqueza, y no pretender que todos seamos idénticos''. Sostiene que sería ''una ofensa a Dios y a nosotros mismos no promover los dones y carisma diferentes, para el bien común, y exigir que todos pensemos y actuemos de la misma forma''.
En su mensaje dominical -hecho público hoy-, el prelado asevera que ''nuestras diferencias políticas, económicas, sociales, culturales y religiosas no nos han de enfrentar para destruirnos, sino que han de servir para ayudarnos, complementarnos y construir una mejor sociedad, no cada quien por su lado, sino poniendo cada uno lo que es, sabe y tiene para el bien común''.
Insiste: ''El pensar que sólo mi pensamiento es valedero y que todos los demás están equivocados, es una negación de la imagen de Dios, puesta en todos y cada uno. Hay que valorar lo bueno que tienen los otros para construir juntos la justicia, la democracia, la libertad y la reconciliación''.
Arizmendi Esquivel manifiesta que los miembros o simpatizantes de partidos diferentes deben ''aprender a tratarse como miembros de una sola familia mexicana, en que todos se escuchan y valoran las propuestas de los otros para tomar la mejor decisión que beneficie a la mayoría''.
Somos diversos, pero nuestra
fuerza es la unidad
A los integrantes de las distintas organizaciones les hace un llamado a ''no ser excluyentes de grupos e instancias diversas, incluso de gobierno, descalificando sistemáticamente todo lo que hacen los demás sino, con libertad y sentido crítico, armonizar fuerzas, recursos, conocimientos, ideas y experiencias para hacer el México plural, democrático, justo y fraterno que anhelamos; somos diversos, pero nuestra fuerza es la unidad, no la destrucción del otro''.
Señala que quienes pertenecen a religiones distintas, ''en vez de insultarnos y atacarnos en forma provocativa, hemos de valorar lo que nos une, que es más que lo que nos separa, y hacer intentos constantes de unidad, amándonos como hermanos''. Esto, abunda, ''es lo que estamos intentando al resucitar el Consejo Interreligioso de Chiapas'', que ya tuvo su primera reunión el pasado día primero, y tendrá la siguiente a fines de julio.
El obispo subraya que ''la paz no se construye a base de acusaciones mutuas, que con mucha frecuencia no se sustentan en la verdad plena, sino en visiones parciales y unilaterales, en desconfianzas y prejuicios''. La paz, reitera, tiene como cimiento la verdad y la justicia, y para lograrlas se requiere ''comunicación sincera, frecuente, respetuosa y humilde'', a lo cual hay que agregar ''la prudencia y la fortaleza, con la corona del amor''.