ANDANZAS
Danza siglo XXI
Ť Colombia Moya
LA PRESENCIA EN México de las diversas corrientes hacia las cuales se perfila la danza en el siglo XXI, muestra claramente una fuerte tendencia hacia el cambio, la renovación. Las formas tradicionales de la danza, tanto en el terreno de la escuela contemporánea como en la del ballet llamado clásico, parecen estar sufriendo una fuerte transformación, sobre todo cuando ya se empiezan a ver y sentir "pasaditas de moda", viejas y hasta ingenuas.
LA BARRERA DEL tiempo, implacable y certera, selecciona la obra de arte del "artifugio", al que durante décadas, cientos de artistas de todas las disciplinas estéticas han acudido con un afán incontrolable de afianzarse a algo seguro, probado. Pero cuando el tiempo pasa, éste tipo de obras parece mostrar los alambres de su estructura y no la flama viviente de la obra de arte.
AUN EL BALLET KIROV, con su repertorio tradicional, pudo mostrarnos cómo dentro de las obras de repertorio de hace doscientos años, la adaptación y refinamiento de la técnica académica, su perfección lograda en los avances corporales que antes no se tenían y la sublimación de una interpretación moderna, actual, contemporánea, hay una cierta actualización viviente de éstos fenómenos técnicos e interpretativos de la danza.
POR OTRA PARTE, las propias obras de ballet del repertorio tradicional son readaptadas a nuevas realidades e interpretaciones de modo que lo que ocurrió en la trama de un antiguo ballet, hoy es enfocado de muy variadas formas, tantas como coreógrafos se están atreviendo a dar el salto de fondo y forma sobre un tema harto conocido.
TAL SUCEDE EN los ballets de Monte Carlo con la obra Romeo y Julieta, de Prokofieff, que pronto veremos en el Palacio de Bellas Artes, cuyo director Jean -Christophe Maillot, simplemente afirma que "el ballet clásico está en riesgo de morir, si no se presenta con una estética más contemporánea", cosa harto discutible luego de saber lo que pueden hacer los rusos con su Giselle, pero que bien refleja ésta nueva tendencia de fuerte presencia en Europa y los Estados Unidos.
AQUI, MIENTRAS TANTO, muchos coreógrafos ya han roto el capullo del academismo contemporáneo, lanzándose a la aventura sin límite del redescubrimiento del cuerpo, idea, sensación emoción y pensamiento en la danza, como es el caso de Rossana Filomarino y su Metamorfosis, por sólo mencionarla ya que proveniendo de la escuela de Martha Graham con una buena formación técnica, mima que transmitió inicialmente a los bailarines mexicanos en el ballet nacional, hoy su trabajo, de una audacia sin límites no tiene nada que ver con aquella mística y aquella estética de los años sesenta en que aquí se impuso la moda de dicha técnica. A filomarino difícilmente se le puede ver una puntada, un corte o costura de la técnica Graham.
TODO ES NUEVO, distinto, muy suyo, empleada la técnica como un poderoso medio que ni siquiera se nota, algo que parece ya completamente olvidado, lo cual es un gran paso hacia una liberación estética más válida e ilimitada.
TAMBIÉN LA PRESENCIA del maestro Ko Morobushi con su teoría de la danza Butoh, quien ha impartido un interesante curso aquí en México, ha insistido en diversas dimensiones liberadoras del cuerpo a través de la relajación y la respiración, el conocimiento de el propio potencial y la capacidad de crear una propia manera de bailar... significa la preocupación del INBA por difundir formas distintas en el camino de la creación e interpretación dancística.
EVOLUCIONAR, PARECE LA consigna ahora, renovarse o morir... al menos de aburrimiento, si no nos perfilamos al siglo XXI, se mueve señores... se está moviendo, lento, un poco atrasados... pero ahí va...!!!