SABADO Ť 9 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Ponencia del escritor Carlos Monsiváis en el simposio binacional del CNA

La globalización desdeña el consenso de las minorías y privilegia el lucro

Ť Promover la tolerancia y erradicar prejuicios, efectos positivos del fenómeno, sostiene

Ť Las obras de Garro y Poniatowska, entre otras escritoras, aseguran la diversidad de las letras

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Si algo puede afirmarse de manera categórica acerca de las repercusiones de la globalización en la cultura, es lo paradójico de sus efectos. Ventajosos e innovadores en un sentido, perniciosos y preocupantes en otro. Así podría resumirse el conjunto de ideas que flotaron durante la mesa Globalización y literatura II: México y Estados Unidos, en la que participaron el escritor Carlos Monsiváis y el sociólogo Gilberto Giménez.

La globalización lo afecta todo al universalizar las sensaciones -apuntó Monsiváis-, aunque ''continúen severamente restringidas las ventajas tecnológicas y los beneficios del conocimiento múltiple". No obstante las limitaciones que impone a los que cada vez tienen menos, ''la globalización posee también efectos positivos: promueve la tolerancia, erradica la mayoría de los prejuicios o los ridiculiza de maneras variadas; aproxima a los acontecimientos de cualquier parte del mundo auspiciando el arraigo múltiple, exhibe la estrechez de criterio en lo tocante a formas arcaicas de usos y costumbres, le pone sitio al asombro moralista (...) No todo lo trastoca, permanecen los grandes elementos en común: el idioma, las variantes regionales aún no desembocan en la incomprensión, y el uso del inglés como lengua franca pospone el regreso a la Torre de Babel".

Creciente aportación de escritoras

Ťmonsivais-carlos-wildeEn el terreno de la literatura, Monsiváis recordó la ''frecuentación compulsiva" que una minoría de lectores y escritores de un país hacía de los escritores de otro y viceversa: ''El proceso de las lecturas sin distingos nacionales" que le incumbe a una minoría de lectores y escritores.

''Ahora es distinto: la globalización, al decretar lo inevitable de los valores del mercado, desdeña el consenso de las minorías y fija el nuevo criterio canónico: la rentabilidad. Desde fines de los años ochenta un hecho conmueve o hace dudar a los constructores del canon: existe el mercado editorial, del que antes no se tenía sino una noticia vaga en América Latina. En unos cuantos años se implanta ese mercado con su tendencia monopólica cada vez más acentuada que distribuye entre cuatro o cinco casas editoriales todo el mercado latinoamericano."

De acuerdo con el análisis del autor de Los rituales del caos, ''la atmósfera neoliberal y sus repercusiones" provocan, entre otras, las siguientes consecuencias: 1) ante los ojos de los escritores ''profesionales o profesionalizables", pierde importancia la crítica literaria; la crítica que ahora importa, según esta noción internacional, es la de los índices de venta, las traducciones, la movilidad de los coloquios y simposios; 2) frustración mayoritaria ante las dificultades de ingreso a un mercado del libro que quiere resolverse empleando fórmulas de la literatura light, ''que para los enterados poco o nada tiene que ver con la literatura, pero que para los no enterados y para los enterados tiene muchísimo que ver con el éxito; 3) participación creciente de las mujeres que le añaden un público considerable al mercado de lectores; ''como sea, las obras de Elena Garro, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Laura Esquivel, Angeles Mastretta, Sara Sefchovich y Rosa Beltrán, entre otras, aseguran la diversidad de la literatura"; 4) al crecer la industria editorial, ''la capacidad de cubrirla informativamente disminuye o se aletarga y el resultado es casi natural: es imposible enterarse de la inmensa producción editorial"; 5) la recuperación y los hallazgos de los lectores son un canon paralelo, extraordinario; así sea fuera de la moda, hay libros que sólo dependen de la recomendación de lector a lector.

¿Homegeneizar o fragmentar?

La gran excluida por la globalización y por los criterios de rentabilidad del neoliberalismo es la poesía: ''El desastre educativo, que es un fenómeno mundial, afecta a la poesía, que deja de memorizarse y de asombrar, entre otras cosas por la prosodia. La introducción del espanglish, inevitable, avasallante, obliga a que se desvanezca en las nuevas generaciones el hábito del sonido prestigioso y clásico del idioma que se manifiesta en Darío:

Púberes canéforas que prenden

el acanto...

''En Neruda:

Hay días en que me canso de

ser hombre...

En César Vallejo:

Quiero laurearme pero me

encebollo...''

Lamentó Monsiváis: ''Ya no se tiene el oído comunitario que iba asimilando y colocando estas formas poéticas dentro de un sonido aceptado y promulgado. Esto se ha perdido, entre otras cosas, por el empobrecimiento del vocabulario y por los nuevos ritmos a que obliga el espanglish. La pérdida de los contextos interpretativos, la desaparición del sentido, modifican el sitio y las funciones de la poesía (...) La canción popular, del bolero y la canción ranchera al rock, han sustituido a la poesía en muchísimas de las atribuciones sociales. Jóvenes incapaces de memorizar un soneto, se saben al detalle los lirycs de Back Street Boys o de Queen y desde luego Los Beatles y los Rolling Stones".

Otro efecto de la globalización -en palabras del escritor- es ''el nuevo trato literario de la sexualidad. De las sociedades furibundas se ha pasado a sociedades donde los niveles de franqueza ya han alcanzado a la televisión. Así por ejemplo, la vulgaridad que puede ser muy real y desagradable, se ha transformado y ha dejado de ser percibida como vulgaridad (...) Lo que empezó como un intento de romper la censura social por vía de la franqueza y el uso de palabras prohibidas, es hoy ostentación de la pobreza idiomática".

Antes, la Iglesia católica y la buena sociedad erigían el silencio en ghetto: esos comportamientos no existen ni se mencionan. Ahora, "términos como perspectiva de género, gay y homofobia ejemplifican el paso de lo indecible a lo asimilado por las nuevas costumbres y son resultado directo de una globalización del lenguaje. Esto en literatura da por resultado otra etapa de perplejidad al derrumbarse la censura. Un último verdugo fue Internet y ya su verdugo anterior fue el video. Al derrumbarse la censura, el tratamiento literario de la sexualidad es indistinguible en cada país y suele convertir una conquista de la libertad de expresión en un páramo del lugar común".

En la mesa ?efectuada dentro del simposio binacional Cultura y Globalización en América del Norte. Desafíos para el Siglo XXI? Gilberto Giménez distinguió dos discursos en torno del término "globalización": uno enfatiza la diversidad y la fragmentación de la cultura y, otro, enfatiza la circulación de los bienes culturales a través de los medios. De acuerdo con el sociólogo, ambos discursos sugieren todos tesis fundamentales y contrapuestas en la discusión del problema: la de la homogeneización tendencial de la cultura o la de su fragmentación caleidoscópica. La primera representa a los comunicólogos y la segunda forma parte del discurso posmoderno.