SABADO Ť 9 Ť JUNIO Ť 2001
Casetas de sobrevivencia
En un intento por evitar la muerte de personas en el desierto ubicado entre California y Baja California, el grupo Beta de protección a migrantes construyó cinco casetas de sobrevivencia en la región conocida como La Salada, ubicada entre los municipios de Tecate y Mexicali.
Gabriel Arias, coordinador del grupo, indicó que dichos refugios cuentan con sombra, agua y un mapa, a fin de que los migrantes que intenten llegar por esa zona a Estados Unidos conozcan su ubicación y la distancia exacta que deberán recorrer si determinan seguir adelante o regresar a territorio mexicano.
De acuerdo con las estadísticas del grupo Beta, organismo de la Secretaría de Gobernación, la zona de La Salada es una de las más peligrosas para los migrantes que pretenden burlar la vigilancia de la Patrulla Fronteriza.
En lo que va del año, los integrantes del grupo de atención a migrantes han rescatado de esa zona a cerca de 800 personas extraviadas, 50 de ellas en el último mes.
La emigración de la gente del campo hacia Estados Unidos continúa dándose debido a que las autoridades mexicanas no han sido capaces de crear oportunidades de trabajo, dijo el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Javier Usabiaga Arroyo.
Al presidir una reunión del Consejo Estatal Agropecuario y la Segunda Asamblea del Consejo Mexicano del Frijol, dijo que por esa razón "estamos creando los consejos, pues esa migración es a nivel nacional debido a que en ninguno de los estados, incluyendo el mío (Guanajuato) hemos sido capaces de crear estas oportunidades" de trabajo.
El funcionario aseguró que la dependencia a su cargo vigilará e impedirá desvíos o mal uso de recursos del fondo para apoyar la comercialización del frijol en el país, y en este sentido explicó que los 560 millones de pesos de ese fondo que se integrará para guardar y fortalecer el mercado del frijol "no se tocará hasta que se fortalezca y se convierta en un banco para los frijoleros e México".
JORGE A. CORNEJO Y JESUS NARVAEZ, CORRESPONSALES