Ť Funcionarios, enviados a varios países para explicar la posición de Tel Aviv
Asegura la cancillería israelí que Ariel Sharon ha mantenido una política de moderación
Ť Arafat debe tomar con seriedad el cese del fuego que ordenó a palestinos: Pinjas Avivi
DE LA REDACCION
Subsecretarios israelíes han sido enviados a numerosos
países del mundo para explicar la postura de Tel Aviv tras el atentado
del pasado día 20, según informó en una re-ciente
conferencia de prensa celebrada en el Distrito Federal el director general
adjunto para América Latina de la cancillería is-raelí,
Pinjas Avivi.
El enviado, quien representó al canciller Shimon
Peres en la reciente reunión de la Organización de Estados
Americanos debido a que el ministro suspendió su viaje tras el atentado
explosivo del pasado sábado en el que murieron 21 jóvenes
en una discoteca de Tel Aviv, resaltó que Sharon ha mantenido la
política de moderación y un cese del fuego que ordenó
desde hace semanas, pese a que desde todas las corrientes israelíes
se ha pedido que se tomen represalias.
Aunque consideró que esto es "actuar contra nuestros intereses al no caer en la provocación", resaltó que en estos momentos es necesaria esa prueba de fortaleza por parte del gobierno israelí.
Aseguró, sin embargo, que es necesario que el presidente palestino, Yasser Arafat, tome con la misma seriedad el cese del fue-go que él ordenó a los suyos tras el atentado, y aseguró que debido a la crueldad de este último ataque, Israel en adelante distinguirá en las épocas "antes y después" del bombazo.
Al mismo tiempo, confirmó que Tel Aviv exige que la Autoridad Nacional Palestina encarcele a 300 militantes de grupos integristas y sostuvo que el haberlos liberado da una "luz verde" muy clara a todos estos grupos de que continúen sus atentados, y por eso se considera a Arafat responsable de los ataques, si bien no se le acusa de haberlos ordenado personalmente.
Avivi resaltó que se olvida que la intifada ha afectado seriamente la economía israelí y no sólo la palestina. Señaló, por ejemplo, que los bloqueos de seguridad que han impedido que los palestinos asistan a su trabajo han obligado a Israel a contratar trabajadores extranjeros que a la larga se convertirán en un problema social cuando se devuelvan a los palestinos sus empleos.
Lamentó también el hecho de que sectores de la población árabe-israelí hayan apoyado la intifada, y afirmó que esto es en parte culpa de Tel Aviv porque "no los hizo sentir 100 por ciento ciudadanos", pese a que gozan de todos los derechos y representación de todos los israelíes.