Ť Desafortunado, buscar una correlación entre recaudación y costo del rescate bancario
Insta la OCDE a fortalecer al fisco para evitar problemas con la deuda
Ť Necesita recursos para cumplir compromisos en educación y salud
Ť Optimismo moderado ante las perspectivas económicas: Illián Ramos
HUMBERTO ORTIZ MORENO
México confrontará presiones desde diferentes frentes por sus compromisos derivados del rescate bancario y los Pidiregas, y por ello si el gobierno mexicano pretende una correlación directa de este problema con la recaudación proyectada en la reforma fiscal sería "muy desafortunado", puntualizó ayer la representación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Por tanto, recomendó políticas fiscales prudentes para mantener un déficit suficientemente aceptable, quitando la presión sobre la economía y a la labor del Banco de México en el control de la inflación, "porque ningún mercado interno puede prosperar con niveles inflacionarios altos, si no es de manera ficticia", remarcó Gabriela Illián Ramos, jefa de la Oficina de la OCDE en el país.
Y es que, observó, México tiene necesidad
de recursos para hacer frente a los reclamos y temas pendientes en materia
social, especialmente en educación y salud. "Mantenemos un optimismo
moderado ante las perspectivas económicas", mencionó. Aunque
la desaceleración económica en los Estados Unidos ha impactado
su desempeño económico, sigue caminando con indicadores en
buena posición, apuntó enseguida.
Fortalecer finanzas públicas
Para no caer en problemas de caja en el corto plazo, consideró imperativo que la administración federal fortaleza las finanzas públicas para hacer frente a los retos económicos inmediatos.
En entrevista con La Jornada, horas antes de partir rumbo a París, la funcionaria del organismo internacional estableció que el gobierno federal no debe aflojar el paso en cuanto a las reformas estructurales que requiere el país, como son las relativas al sistema tributario y al sector energético.
Reconoció que a México le tomará buen tiempo resolver el debate político sobre estos asuntos, de acuerdo con sus propias características y circunstancias, y consideró que la OCDE ve con buenos ojos que hay consensos ya sobre ese tipo de reformas.
"Sabemos que son necesarias, pero realmente los tiempos no son algo que consideremos en nuestras proyecciones", subrayó Illián Ramos y externó que en los integrantes del organismo no hay ninguna percepción de inquietud acerca del tema, porque saben que tarde o temprano tendrán que aplicarse.
"No es cuestión de comparar qué país hizo las reformas primero o cuál después. Cada uno tiene una agenda política distinta y espacios diferentes. No creemos en el antes o después, porque aún dentro de la OCDE hay países que requieren cambios estructurales", expuso.
En este sentido, comentó que en el organismo hay un reconocimiento hacia México porque ha emprendido reformas económicas que no tienen precedentes entre sus 29 miembros, a una velocidad y plazos sin paralelo.
Illián Ramos dijo que la globalización ha producido ganadores y perdedores en las economías del mundo, por lo que los Estados deben jugar un papel crucial para rescatar a la población perdedora y que aproveche los beneficios e inercia de la apertura.
"No decimos que hay que cambiar los modelos económicos, sino que los gobiernos adopten políticas que fortalezcan la cuestión social y promuevan un crecimiento sustentable basado en la atención de los programas sociales que amortigüen los impactos de las estrategias económicas entre los diferentes sectores", explicó la funcionaria de la OCDE.
Ť Pasivos públicos por 719 mil 710 mdd
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Una reforma fiscal es "imprescindible" para que el gobierno federal pueda contar con recursos suficientes para atender el costo de una deuda pública que, al incluir todas las obligaciones a cargo del Estado, alcanza un monto de seis billones 837 mil 250 millones de pesos, unos 719 mil 710 millones de dólares, equivalente a 125 por ciento del producto interno bruto (PIB), señaló el Grupo Financiero BBVA Bancomer.
"En los últimos años, el gobierno federal ha destinado recursos para cubrir obligaciones no reconocidas como pasivos directos. El monto de estas obligaciones genera presiones sobre el déficit fiscal real y aumenta la incertidumbre sobre la carga tributaria, el gasto y el endeudamiento del gobierno federal", indicó el grupo financiero.
La cuenta de BBVA Bancomer incluye tanto la deuda reconocida oficialmente por el gobierno como los pasivos que no son admitidos en la contabilidad de la administración pública como deuda directa, pero que se encuentran respaldados por el Estado, como los derivados de los rescates bancario y carretero.
El desglose del consorcio financiero establece que la deuda externa pública representa un monto equivalente a 12.5 por ciento del PIB, mientras que la interna alcanza 10.4 puntos del producto interno bruto, por lo que ambas alcanzan un monto similar a 22.9 puntos porcentuales del PIB.
"Sin embargo, si son contabilizadas las obligaciones potenciales del gobierno federal por concepto de avales y contingencias, la deuda pública con garantías del gobierno equivale a 125 por ciento del PIB", indicó BBVA Bancomer.
En particular, señala que el saldo bruto de los pasivos del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB, donde se contabiliza la deuda generada por el rescate bancario), fue en diciembre pasado de 740 mil 500 millones de pesos, 13.5 por ciento del PIB.
Los pasivos asumidos por el gobierno del rescate carretero representan 105 mil 400 millones de pesos, 1.8 por ciento del PIB. Están también las deudas de los Programas de Inversión de Impacto Diferido en el Registro del Gasto (Pidiregas), que representan 2.6 por ciento del PIB. La deuda de los estados, otros 1.6 puntos y los fideicomisos y fondos (como Fovi, Fovissste, etcétera) tienen una deuda valuada en un monto equivalente a 3.8 por ciento del PIB.
Reforma imprescindible
Pero además, el Instituto Mexicano del Seguro Social arrastra un pasivo equivalente a 45 por ciento del PIB, derivado de la reforma al sistema de pensiones y las obligaciones necesarias para los trabajadores que pasarán a retiro en el futuro. Por su parte, el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), enfrenta pasivos por un monto equivalente a 33.8 por ciento del PIB, también derivados de las necesidades que enfrentará para cubrir las pensiones e incluyendo los sistemas de pensiones de los estados.
"Ante este panorama, es imprescindible una reforma hacendaria que aumente los recursos públicos, la eficiencia del gasto público e incentive la actividad productiva en el país. Por cada año que se posterge esta reforma y, por consecuencia, el aumento de la recaudación, el costo de la deuda contingente se incrementará en 0.12 por ciento del PIB cada año", estableció Bancomer.