VIERNES Ť 8 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Más de dos mil obras referentes al cineasta, en el Centro Pompidou, de París

Hitchcock, maestro del suspenso y también del arte

AFP

Maestro del suspenso, Alfred Hitchcock fue también un genial maestro del arte, como lo muestran sus referencias a la pintura y a la arquitectura, reveladas por la exposición que el Centro Pompidou, de París consagra al gran cineasta hasta el 24 de septiembre.

Con la exposición Hitchcock y el arte: coincidencias, fatales, se descubre hasta qué punto el director Ťhitchcok-alfred-jpg de Psicosis y Los pájaros fue mucho más que un creador de miedos colectivos o un astuto artesano que explotaba los temores del espectador.

Ya en los años 50, la nueva ola de críticos franceses de la revista Cahiers du Cinéma consideraba a Hitchcock tenía el estatuto de autor, de inventor de formas. Pero el público no había tenido casi nunca la ocasión de encontrarse con sus musas.

Guy Cogeval, director del Museo de Bellas Artes de Montreal, y Dominique Paini, director del Departamento de Desarrollo Cultural del Centro Pompidou, montaron esta exposición el año pasado en Montreal.

En París, la misma está enriquecida con las obras del Centro Pompidou. En total dos mil pinturas, grabados, dibujos, libros y esculturas de los siglos XIX y XX, 300 fotografías de rodaje, afiches, maquetas de decorados y de vestuario y 40 extractos de películas.

De entrada, el visitante es introducido en el universo hitchockiano. Una habitación obscura de ambiente dramático en la que brillan, colocados como joyas en sus estuches, los objetos simbólicos o fetichistas puestos en escena por el maestros.

Objetos anodinos, pero alrededor de los cuales se puede circular, como la hizo la cámara que les dio fama: el anillo de La sombra de una duda, la corbata asesina de Frenesí, el collar de Vértigo. Las imágenes vuelven a la memoria mientras suena la música de Bernard Herrmann, compositor de Vértigo, de Con la muerte en los talones y Psicosis.

La exposición se articula alrededor de cinco grandes temas que impregnaron la obra de Hitchcock: la mujer, el deseo y el doble, los lugares de inquietud, el terror y el espectáculo.

Bellas, rubias y frías, se ha dicho de sus heroínas, pero las mujeres de las películas de Hitchcock no provenían todas de las fábricas de sueños hollywoodense. Sus modelos se encontraban ya entre las mujeres-fantasmas, distantes y evanescentes de los prerafaelitas, como Dante Gabriel Rossetti (Bocca Baciata) y de la pictoralista Julia Margaret Cameron (Alithea).

Hitchcock (1899-1989) se alimentó ante todo el simbolismo del arte, pero también del universo sombrío de Edgar Allan Poe, como lo atestiguan las imágenes fantásticas creadas por los pintores Rackham, Martini y Redon, uno de sus artistas preferidos. De allí proceden las imágenes inquietantes de castillos neogóticos.

Las salas de espectáculo transformadas en escenario de crímenes hacen pensar, por su parte, en los cuatros de Walter Richard Sickert, Vuillard, Vallotton o Spilliaert.

A Hitchcock le fascinaban los espacios y las perspectivas angustiantes de De Chirico, le fascinaban también los surrealistas, como Magritte, Munhc, Weiss, en los que el amor hace pensar en una escena de asesinato y el crimen en un abrazo.

La exposición se termina con la reconstitución de la habitación del motel de Psicosis y con la estructura metálica en la que se aglutinan Los Pájaros, como para volver al suspenso.