Ť Hoy, representación número 15 de su coreografía Camas con historias
Crear, invitar y pelear por el espacio es algo inherente al gremio de la danza: Appleton
Ť La obra plantea problemas relativos a la cotidianidad, pero puertas adentro
Ť Paradójico, el actual avance ciudadano frente a los fantasmas sociales, sostiene
CESAR GÜEMES
Pese a su trayectoria como bailarina, coreógrafa y docente, Cecilia Appleton se enfrenta a dos problemas recurrentes cuando de mostrar su trabajo se trata. Veamos: Camas con historias es una obra suya que realizó hace exactamente diez años, de entonces a la fecha se ha representado, cuando mucho, en 14 ocasiones. Además, y no obstante la apertura de los medios de información y de las maneras que tiene la ciudadanía de entender los hechos de alcoba, aún hoy se encuentra con que un desnudo en escena puede causar a estas alturas del nuevo milenio una severa controversia.
Pese a todo, el trabajo de Appleton no se detiene, hoy Camas con historias se representará por vez número 15 en diez años. Sólo hoy, en el Antiguo Palacio del Arzobispado (Moneda 4, Centro Histórico), a las 19:00 horas, podrá verse esta coreografía que plantea problemas de la cotidianidad puertas adentro.
Escasez de recursos escénicos
-Haber representado apenas 14 ocasiones esta obra equivale a trabajar en una novela y publicar sólo esa cantidad de ejemplares, y luego de diez años publicar sólo uno más. ¿Te resulta frustrante?
-Es grave y preocupante para el quehacer artístico de la danza. Puede ser, también, que los coreógrafos tengamos parte de la culpa, a lo mejor no hemos proyectado lo suficiente nuestra obra. No puedo echarle la culpa de esta ausencia a nadie en concreto, pero sí es síntoma del funcionamiento de la danza en México. Es muy clara la escasez de recursos escénicos para nosotros. No hacemos temporadas como las que hace un montaje teatral. Aunque insisto en decir que no hago recaer sólo en las instituciones culturales la responsabilidad.
''También es claro que uno, además de trabajar en lo suyo ha de ser promotor, sólo que esta última faceta nadie nos enseñó a desempeñarla. Estudié coreografía y mi vida está en el salón de ensayo, no dispongo de un anexo para realizar promoción, pero es algo que debemos hacer casi todos los compañeros del gremio: crear y promover, invitar, pelear incluso por el espacio. Es lamentable que pasen hechos como el que sucede en Camas con historias porque hay personas que se dedican a la danza gracias a que vieron una obra como ésa que las sedujo."
Espectáculo, ¿demasiado fuerte?
-¿Ha evolucionado la obra, así sea en tu visión toda vez que no se representa?
-Sí, desde luego. Aunque tiene una estructura básica, lo que varía es la experiencia que acumulo sobre el tema desde que hice la coreografía hasta ahora. Por otra parte, los cambios que operan dentro del trabajo se relacionan con los ejecutantes de hoy, que son muy distintos de los que la representaron alguna vez. Eso es algo que no necesitamos dialogar coreógrafos y bailarines, sino que se refleja en el movimiento corporal. Hoy Camas con historias es necesario verla desde la perspectiva de los bailarines jóvenes que la interpretan.
-Por su lado el país cambió en ese lapso, la concepción de lo que ocurre en un dormitorio es muy distinta, más abierta, más discutible.
-Es verdad, hoy gran parte de la ciudadanía tiene mayor disposición de hablar al respecto y de ver espectáculos que toquen el tema de la alcoba, de la cama en particular. Sin embargo, ya que en esta obra incluimos desnudos, es necesario señalar que hay un buen sector de espectadores preocupados por eso que ocurre en escena. Por un lado sabemos que simbólicamente se casan parejas homosexuales al lado del Palacio de Bellas Artes, pero por otro hay personas que ven un espectáculo como el que ahora ofreceremos y lo califican de ''demasiado fuerte". Es paradójico el avance ciudadano frente a los fantasmas sociales que prevalecen en nuestra sociedad.