VIERNES Ť 8 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Inauguró el simposio binacional que se efectúa en el Centro Nacional de las Artes
Una nueva edad oscura, condena de la globalización: Montemayor
Ť No se trata, por fortuna, de un modelo ''fatal ni perdurable'', vaticina el escritor y ensayista
Ť Aún es factible ver a la humanidad desde muchas culturas y no desde la uniformidad, explica
ANGEL VARGAS
La globalización, en materia económica, constituye para Carlos Montemayor una suerte de neocolonialismo y, en términos culturales, ''la condena a una nueva edad oscura".
Empero, el escritor tiene confianza en que no se trata de un modelo ''fatal ni perdurable", como busca imponerlo la minoría que rige el orbe, sean gobiernos o trasnacionales, o ambos, y sostiene que ''depende de los muchos que los pocos sigan empobreciendo al mundo".
Concluye que frente a este sistema ''que muchos creen todavía global y enfermo o, peor aún, fatal y natural como el agua y las estrellas, aún es posible ver a la humanidad desde muchas culturas y no desde la perspectiva de la uniformidad".
Imposición de las trasnacionales
Correspondió a Montemayor inaugurar los trabajos del simposio binacional Cultura y globalización en América del Norte: desafíos para el siglo XXI, que se efectúa desde el miércoles y que hoy culmina en el Centro Nacional de las Artes (Río Churubusco y de Tlalpan), organizado por la Universidad de California Los Angeles, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el CNA.
En la reunión académica participan 40 especialistas de 17 instituciones educativas de México, Estados Unidos y América Latina, los cuales reflexionan acerca de la cultura y la educación en el contexto de la mundialización.
En su conferencia Globalización y cultura: logros y contradicciones, el ensayista y traductor analizó ese modelo desde varias perspectivas. Y así, aseveró que desde el punto de vista económico, ''no equivale a la uniformidad, pero sí a una colonización de nuevo cuño; como tecnología no equivale a una mayor justicia social, pero sí a una mayor comunicación entre ciertas elites del planeta; (y) como conocimiento no equivale a un mayor bienestar público".
Destacó, sin embargo, que la globalización o mundialización, como la llaman europeos y japoneses, no significa uniformidad cultural, pues en lugar de homegeneizar a las culturas las acentúa:
''El enfermo de la globalización, su sujeto, la humanidad, aunque cada día más empobrecida, goza todavía de cabal salud. Es decir, posee aún sus culturas como pueblos singulares."
Montemayor explicó que fue a finales de los años setenta cuando la globalización se impuso a un orden internacional implementado al término de la Segunda Guerra Mundial y que tenía entre sus máximas expresiones a la Organización de las Naciones Unidas, cuyo objetivo primordial se orientaba al desarrollo internacional a partir del reconocimiento pleno de la concurrencia de Estados soberanos.
''El poder económico de las trasnacionales, a través del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y del ahora acuerdo mundial de comercio, impuso una globalización de la economía por encima de los organismos de la ONU", abundó.
''Esta nueva presión económica mundial se propuso como modelo único y superior a las modalidades regionales o nacionales. Su implementación no fue producto de un acuerdo entre los países y sociedades afectados; no fue un acuerdo democrático, sino impuesto por la mayoría de las trasnacionales al mundo".
Subrayó que, ante esta situación, resulta imperativo reconocer que vivimos un proceso de cambio en conceptos básicos del pensamiento social que durante más de 2 mil años alentaron el desarrollo de Occidente.
Y, al respecto, invitó a reflexionar al público del Aula Magna José Vasconcelos del CNA: ''ƑPor qué retrocedemos ahora y vamos en un sentido inverso?, Ƒpor qué pensamos que la globalización es un camino sin retorno a la modernización?"
La literatura, fuente indispensable
Montemayor abordó las implicaciones de este modelo en la cultura y se refirió a diversos aspectos de la educación, la identidad, las tradiciones, los derechos humanos, la literatura, la música y la lengua, entre otros.
De la literatura, por ejemplo, apuntó que es una de las fuentes indispensables para conocer a un país y una cultura: ''En el caso de México contamos con una narrativa vinculada con las luchas políticas y sociales, con una gran vocación en el realismo que no se agota en los recursos estilísticos o los criterios estéticos de una sola corriente, sino que forma parte del ejercicio del pensamiento crítico sobre la realidad social mexicana".
El helenista y latinista, autor entre otros libros de la Guerra en el paraíso, retomó elementos de teoría política y, valiéndose de los clásicos, entre ellos Tucídides y Aristóteles, demostró cómo una minoría se ha apoderado del poder.
Retos para el siglo 21
Los trabajos del simposio binacional Cultura y globalización en América del Norte: Desafíos para el siglo XXI continuaron este martes con ocho páneles: dos acerca de la globalización y la literatura en México, tres sobre la globalización y la música en ambos países, y tres más sobre educación y globalización.
En las sesiones del primer rubro, participaron los académicos Marina Pianca y Raúl Avila, de la Universidad de California Los Angeles (UCLA) y El Colegio de México, respectivamente; los escritores Carlos Monsiváis y Jaime Labastida, así como el investigador Gilberto Jiménez y el abogado Ramón Obón, especialista en derechos de autor.
Las del segundo, en tanto, convocaron a los profesores Anthony Seeger, Ana María Ochoa, Jack Bishop, Francisco Crespo, Víctor Hugo Viesca, Nakisha Nesmith, Julia Palacios y Robert Stevenson, entre otros.
Conferencia de Canclini
Los temas abordados versaron lo mismo sobre industria musical y globalización que apropiaciones e intercambios entre las músicas populares mexicanas y estadunidenses.
El simposio concluirá hoy con cuatro actividades, a realizarse a partir de las 10:00 horas en el Aula Magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes (Río Churubusco y calzada de Tlalpan, colonia Country Club): las conferencias México-Estados Unidos: condiciones culturales del intercambio global y Consecuencias de la globalización en el ámbito educativo, a cargo de Néstor García Canclini y Jesús Martín Barbero, respectivamente; la presentación de un sitio web del simposio y una mesa de relatorías.
ANGEL VARGAS