VIERNES Ť 8 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Impactaría principalmente las reservas del Istmo de Tehuantepec: especialista

El Plan Puebla-Panamá, riesgo para la ecología

Ť Necesario, impulsar políticas de recuperación de ecosistemas perdidos o reducidos, dice

KARINA AVILES ENVIADA

Morelia, Mich., 7 de junio. El Plan Puebla-Panamá potencialmente podría afectar la zona del Istmo de Tehuantepec, donde hay importantes reservas ecológicas, si en el programa no se impulsan políticas de recuperación de ecosistemas perdidos o reducidos, advirtió el responsable del Instituto de Ecología de la UNAM, campus Morelia, Miguel Martínez, quien afirmó que en el último medio siglo el país ha perdido 90 por ciento de sus bosques tropicales húmedos, que alojan a más de 50 por ciento de las especies.

Lo anterior habla de un "estado de alarma general". Agregó que 11 por ciento del territorio nacional estaba cubierto por bosques tropicales húmedos, y actualmente queda menos de uno por ciento. Es decir, 90 por ciento o más de la cobertura ha desaparecido o está muy fragmentada, apuntó.

La selva seca que ocupa la costa desde la parte baja de Sinaloa hasta Oaxaca y Chiapas, en el sur, es uno de los ecosistemas más afectados por la deforestación. Más de 50 por ciento de la cobertura de la vegetación se ha perdido por cambios de uso de suelo.

En una exposición para informar sobre las tareas que realiza el instituto a su cargo, el científico universitario expresó que en México sólo quedan remanentes importantes en la selva Lacandona, área de 400 mil hectáreas protegidas dentro de la reserva de la biosfera.

En cuanto al efecto ecológico del Plan Puebla-Panamá, dijo que potencialmente podría impactar la zona del Istmo de Tehuantepec, donde se tiene proyectado realizarlo. Dentro del área están importantes reservas ecológicas, como la de los Chimalapas, en Oaxaca; la de Montes Azules, en Chiapas, y la del Uxpanapa, entre Oaxaca y Veracruz.

"En la medida en que se establezca este plan y empiece a atraer gente y actividad económica, obviamente la demanda de recursos de esas poblaciones, que podría aumentar, va a impactar sobre los sistemas aledaños", explicó.

No obstante, manifestó que el impacto puede ser pequeño o grande, dependiendo de las políticas del plan. "Si se hace de acuerdo a los lineamientos de conservación ecológica, a lo mejor hasta puede favorecer la recuperación de ecosistemas que actualmente se perdieron o se han reducido".

Por lo tanto, subrayó la importancia de establecer un proyecto que considere la parte ecológica y favorezca la recuperación de ecosistemas. "Eso debería ser un compromiso del programa."

Sobre la situación del santuario de la mariposa monarca, explicó que de acuerdo con el conocimiento que se tiene, "no está por desaparecer". Dijo que se tendría que saber cuál es el tiempo de la alteración del bosque, pero no se tienen los indicadores de la velocidad con la que se están perdiendo los árboles.

Por otra parte, se trata de un área protegida que no permite la alteración drástica de bosque. Los daños tendrían que ser muy graves para comprometer la existencia del área. El santuario abarca 30 mil hectáreas, y entre más se extienda es probable que el recurso persista en el tiempo.

El investigador también destacó la incipiente educación ambiental en el país. Un estudio que se hizo con niños europeos y mexicanos reveló que la percepción sobre la ecología es diferente. Por ejemplo, a la pregunta de qué harían si ven una araña, el niño de Inglaterra decía que la llevaría al jardín, y el de México la mataría.

Por último, subrayó la importancia de que la investigación básica tenga impacto en los programas gubernamentales para lograr el uso sustentable de los recursos naturales.