VIERNES Ť 8 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Mandatarios mexicanos piden a sus homólogos de EU un manifiesto común sobre el tema
Migración, prioridad de gobernadores fronterizos
Ť La novena conferencia se inició con un mensaje de Bush a los asistentes para que apremien la política energética Ť Narcotráfico y agua, otros asuntos urgentes, definen
ROSA ELVIRA VARGAS Y MARTHA PATRICIA CASTRO ENVIADA Y CORRESPONSAL
Tampico, Tamps., 7 de junio. Hasta este puerto y en apego a su condición de ex gobernador fronterizo, el presidente de Estados Unidos, George Bush, hizo llegar su mensaje de apremio hacia el logro de una política energética en ambos lados de la frontera que cubra ''nuestras necesidades actuales y futuras'''. Esto, dijo, lo ha discutido en diversas ocasiones con Vicente Fox, lo mismo que los demás temas de la agenda binacional en la que se incluye el permitir una migración segura y ordenada y luchar contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Ciertamente el mandatario estadunidense aborda los temas desde un ángulo de optimismo y por ello habla de la oportunidad de construir una asociación que podrá mejorar la vida de los ciudadanos de ambos países. Pero en esta región, la perspectiva es distinta. El desigual desarrollo de los estados fronterizos no impide que hoy, quizá como nunca, los conflictos por la energía, la migración, el narcotráfico y la disponibilidad de agua los vinculen en el reclamo y la exigencia de acciones determinantes a sus respectivos gobiernos federales.
Tanto así, que una propuesta que llevarán los gobernadores mexicanos a sus homólogos de Estados Unidos es que se sumen a la demanda de que los gobiernos de Bush y Fox den prioridad a las negociaciones sobre migración y logren acuerdos ''que garanticen el respeto a los derechos humanos y laborales de los migrantes independientemente de su calidad migratoria''
Debemos crecer en liderazgo e influir más decididamente en la agenda bilateral de nuestras naciones para avanzar en nuestra propia integración, advirtió de entrada el anfitrión, Tomás Yarrington. Se requiere una actitud de mayor empuje e incluso reformar instituciones como el Banco de Desarrollo para América del Norte, porque ''no ha cumplido cabalmente con las expectativas para las que fue creado''.
Con su propia estrategia política, el presidente estadunidenese admitió en el mensaje grabado desde la Casa Blanca que la mayoría de los temas de la agenda común entre los dos países son del ámbito federal, ''pero algunos tienen un profundo impacto en sus estados. Como ex gobernador fronterizo sé lo importante que resulta acercarse al otro lado de la frontera para encontrar soluciones''.
Ofreció entonces la cooperación de su gobierno para trabajar en conjunto y conducir a Estados Unidos y México hacia una nueva, más esperanzadora y más constructiva relación''. Si la geografía ''nos ha hecho vecinos, la cooperación y el respeto nos harán socios''.
Para los nueve gobernadores que hoy se dan cita aquí, las palabras de George W. Bush tienen un peso especial. Esto, porque debido a que enfrentó los mismos problemas que hoy los agobian a ellos, confían en que desde Washington se promuevan soluciones y se impulse la integración de una región que abarca mil kilómetros y que constituye, por su nivel de intercambio comercial, su flujo migratorio y su desarrollo industrial, ''una de las regiones más dinámicas del mundo''.
Esta novena Conferencia de Gobernadores Fronterizos arranca con la ausencia del mandatario de California, Gray Davis, quien según versiones extraoficiales invocó la crisis energética de su estado como argumento para no asistir. Pero aquí no ha faltado quien lo señale como falto de sensibilidad política al desaprovechar un foro desde el que podría haber realizado cabildeo por su causa.
Asimismo, la omisión de un mensaje a los participantes de parte del presidente Vicente Fox, si bien se justificó por la obvia razón de que se encuentra de viaje por Asia, también fue vista por algunos como una elemental falta de previsión de los enviados de la cancillería, quienes al parecer buscarán desfacer el entuerto para la sesión de clausura, este viernes.
En este contexto, el discurso de apertura del anfitrión tamaulipeco dejó ver que hay asuntos de urgente atención y que incluso han llevado a la parte mexicana a incorporar temas y pronunciamientos en el comunicado conjunto y tratarán de convencer, en labor de sus representantes, a sus pares de Estados Unidos.
El debate de la migración absorberá buena parte de la atención y los trabajos de estos días. El debate, apuntó el gobernador tamaulipeco, debe transformarse y profundizarse en este tema. ''Suena ilógico que por un lado hablemos de desarrollo económico, de mayor intercambio, de integración regional o globalización y por otra parte veamos reflejada en una larga lista de sucesos inaceptables la angustia y la incapacidad de muchos hombres de trabajo que arriesgan su vida al buscar en otra parte oportunidades para dar a su familia el sustento más elemental''.
Por eso mismo, entre las demandas que la parte mexicana buscará introducir en las conclusiones de la conferencia está el que los gobiernos federales desarrollen una nueva estrategia para abordar el fenómeno de la migración desde el punto de vista del desarrollo económico, ya que aquélla ''proporciona una importante fuerza de trabajo que impulsa el crecimiento de la región fronteriza''.
A su llegada a Tampico, Alejandro González Alcocer, gobernador de Baja California, dijo que en su entidad se promueve un programa para lograr que Estados Unidos conceda más visas a empleados mexicanos y de ese modo evitar las muertes que con frecuencia trae consigo la migración indocumentada.
Patricio Martínez, de Chihuahua, declaró que ante el Departamento de Estado reafirmará el planteamiento de acciones que eviten los abusos contra los trabajadores migratorios.
Sobre narcotráfico -otro de los asuntos para los cuales se llama a la cohesión y a las acciones conjuntas en todos los órdenes- tanto Tomás Yarrington como el propio Patricio Martínez pidieron replantear las formas de colaboración entre los gobiernos de la frontera.
Por lo que toca al tema del agua, Yarrington mencionó que la baja disponibilidad del líquido es uno de los problemas de mayor impacto regional, por lo que es necesario pensar en un mecanismo de compensación para los estados de la cuenca del Río Bravo en el marco del Convenio de Límites y Aguas firmado en 1944. Pero en el proyecto de comunicado conjunto se apunta además que debido a la gravedad de la sequía en esa cuenca, México ha venido enfrentando dificultades para cumplir con el pago de su cuota de agua.
Se pide entonces que con la intervención de los gobiernos de los dos países se encuentren fórmulas de largo plazo que contribuyan al desarrollo sustentable de dichas cuencas.
Por último, en materia energética se hablará de la propuesta de los gobiernos de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas para que se aprovechen los yacimientos de gas natural de la cuenca de Burgos para que se instalen nuevas industrias en la región.