VIERNES Ť 8 Ť JUNIO Ť 2001

Ť ''Oraapá, ya puedes decir que eres un héroe'': su hija

Con todo y botas, Fox logró ascender la Gran Muralla

Ť En broma, pide quitar del libro de visitantes la cita de Echeverría

JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO

Pekin, 7 de junio. Alguna vez Mao dijo, más o menos así: el que no sube a la Gran Muralla no es un verdadero héroe...

Y Ana Cristina Fox, la hija mayor del mandatario mexicano, que conoció hoy de aquella cita, la recordó para su padre: ''¡Oraapá! ¡Ya llegamos, ya puedes decir que eres un héroe!''

El presidente Vicente Fox, sus hijos, comitiva e invitados especiales llegaron este jueves a la zona montañosa de Badaling ?a una hora por tierra de Pekín?, uno de los tantos campos turísticos abiertos por los chinos para admirar esta hazaña arquitectónica de 5 mil kilómetros de extensión, considerada una de las siete maravillas del mundo.
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Imponente garantía de que la antigua China no sería invadida ni militar, cultural ni comercialmente, el monumento serpentea entre el cielo y las montañas... su obra, para este pueblo, es poesía y es leyenda; es historia y vida y muerte. Es su muralla, su fortaleza y grandeza.

Es también la voz de Mao... y la de sus héroes.

Y caminar sobre ella, todo pendiente arriba, como cortando el viento, fue para el presidente Vicente Fox ''como subir al cielo''.

Acompañado en el recorrido por el guía oficial de la Gran Muralla, Wang Xiaolin, de la Dirección para América Latina de la cancillería china, Vicente Fox se convirtió en el jefe de Estado extranjero número 365 que la visita. Hombre de suerte, de fortuna ?como él mismo se ha definido en varias ocasiones?, hoy también le tocó: en las costumbres de esta población, aquellos números son de suerte. Y tan se cree así, que le pidieron al mandatario no olvidar comprar, por lo menos, un boleto de lotería en estos días.

Y con esa recomendación, ahí va Fox. Sonriente, erguido, disfrutando como todos el momento de estar aquí. Sentir el aire y pensar en lo que fue, lo que es y lo que será. A la mitad de los alrededor de mil metros que recorrerá ?pocos si se quiere, pero muy pesados por la pronunciada pendiente que se escogió?, y cuando empiezan a darse las primeras bajas entre los visitantes, el mandatario se ve fresco... a pesar de que ni aquí se quitó las botas, observarán varios.

A cada explicación, una pregunta del Presidente, que no perdió la oportunidad de saber y saber más... sin olvidar los chascarrillos:

-Por aquí subió Fidel Castro en 1994 o 1995, no recuerdo bien ?contó el joven guía e intérprete del recorrido.

-Tenía 60 años, ¡igual que yo! ¿Y cuántas veces se paró?

-Bueno, eso sí no lo sé.

-Ah, ¡pues ha de haber tardado dos días y tres caídas! ¿Descansó en una atalaya?

Siguiendo por el camino, Xiaoling informó a Fox que desde 1957 todos los jefes de Estado que han visitado la Gran Muralla pasan al libro de los visitantes distinguidos, por lo que próximamente ''su foto (la de Fox) ocupará un lugar en el referido libreto''.

-Aquí estuvo el ex presidente Echeverría ?se le dijo.

-¿Con la doña (Esther Zuno)?

-Para usted, como un regalo...

-Gracias, pero esa hoja, ¡mejor la quitamos! ?soltó el mandatario entre las risas de quienes lo acompañaban.

Y ahí va Vicente Fox, fresco y con todo y botas. De sus acompañantes, sólo le aguantaron el paso Claudio X. González, Ana Cristina ?que jadeante dio señales de que lo hizo por obligación protocolaria? y, claro, los integrantes del Estado Mayor Presidencial (EMP).

Uno a uno se fueron quedando sembrados en el camino Jorge G. Castañeda y la  conductora de televisión Adela Micha, que no se le separa; Martha Sahagún Jiménez, que mejor optó por aguardar a los muchos que se quisieron fotografiar con ella; Francisco Ortiz, Emilio Azcárraga Jean, en fin.

Y aquí está Fox, firmando el acta de los visitantes distinguidos, dando ''un testimonio de la grandeza de esta nación, del poder y su sabiduría". Regodeándose ''en la historia'', y deseando ''el mejor de los éxitos y la mejor de las suertes para el futuro de China''.

Atrás de él, la extenuada, arrobada voz de su hija Ana Cristina: ''Oraapá, ya puedes decir que eres un héroe''.