Hope y Gloria, dos mujeres contrastantes, aunque muy complementarias. Hope es morena, espigada, usa el pelo corto y lacio, Gloria es más llenita, sonriente, pelo largo, castaño claro y rizado. Al encontrarlas se presentan afectuosas, rápidamente siento como si llevara años de conocerlas. Enseguida un resumen de nuestra plática.

Hope: Nos conocimos trabajando juntas. De hecho aún trabajamos en áreas afines, pues ambas somos psicólogas. Hacemos labor contra la violencia intrafamiliar.

Gloria: Actualmente doy consultas privadas, aunque también doy talleres de capacitación y prevención contra la violencia entre mujeres.

Hope: Llevamos siete años juntas como pareja, y estamos totalmente de acuerdo en registrar nuestra unión como una sociedad de convivencia. Participamos en el evento simbólico afuera de Bellas Artes. Esperamos pronto hacerlo de manera legal.

Gloria: Para nosotras el registro significa tomar decisiones entre nosotras. Hope desea donar sus órganos cuando muera, pero su familia no va a estar de acuerdo.

Al estar registradas yo puedo hacer respetar su decisión. Además podríamos acceder a otros servicios como el ISSSTE y los seguros de gastos médicos mayores, a los que yo no tengo acceso. En un futuro queremos tener un hijo o una hija y, suponiendo que algo le sucediera a alguna de las dos, la otra obtendría la custodia sin la posible objeción de las familias.

Hope: Compramos un coche, y como soltera sólo está a mi nombre, porque no somos familiares directos. Una vez intentamos inscribirnos en la YMCA y había un costo para familia y otro individual, como familia era mucho más económico. Pero sobre todo lo que nos interesa es poder vivir libremente en el marco de unos derechos que queremos construir como pareja.

Gloria: Esa ley sería una herramienta para poder defender y hacer valer lo que queremos. Además, nos permitirá ir por la vida sin tener que dar explicaciones sobre nuestra relación, sin mayores cuestionamientos, como cualquier otra pareja.

Hope: Sí, porque no es fácil andarte cubriendo de la sociedad. Después de siete años, sigo enamorada y sé que cuento con ella. Eso me mantiene en esta relación.

Gloria: Sentirnos acompañadas, y que mutuamente haya apoyo, y voluntad de salir adelante como lesbianas, sabiendo que nuestra opción es la correcta para nosotras, independientemente de lo que piensen las familias es eso lo que nos hace felices y nos fortalece