Ť El portero de tiburones, José Luis Vincent, se lesionó desde el minuto 5
Veracruz rescató el 0-0 ante Atlante, en el juego de promoción
Ť Los potros no pudieron imponerse a un cuadro que no tenía arquero suplente
Ť El sábado, el definitivo en el Estadio Azul Ť Nueva versión del duelo Caín-Abel
MIGUEL ANGEL RAMIREZ ENVIADO
Veracruz, 6 de junio. La nueva versión futbolística
de Caín y Abel, contrario a la lógica. El Veracruz no respetó
la jerarquía familiar y logró esta noche un 0-0 en el partido
de ida de la promoción ante el Atlante. Se abrazaron así
a una causa para el sábado, aunque remota, principalmente por lo
disminuido de su plantel.
Todo parecía conspirar esta noche contra los Tiburones
Rojos. No sólo perdieron a su portero titular, Rubén
Ruiz Díaz para la serie contra los azulgrana, sino que a los cinco
minutos del trámite se lastimó el guardameta José
Luis Vincent. En la banca local prepararon únicamente las muletas,
pues sin arquero suplente, Vincent debía seguir como fuera.
Y, cojeando visiblemente (se lastimó la rodilla derecha) pero continuó. Entonces, si en la víspera todo estaba inducido para convertir al Atlante en el cazador y los Tiburones en la presa, más de uno en el sauna del estadio Luis Pirata Fuente pensó que los Potros cabalgarían ya sin ningún obstáculo de regreso a la Primera División nacional.
Pero los de casa tiraron todas sus convicciones sobre la cancha; se ordenaron bien en el fondo, protegiendo lo más que podían a su arquero, y se dieron tiempo para inquietar a la visita con el contragolpe. Es más, resultaron más peligrosos en esta primera etapa.
El Atlante arrancó bien, porque al minuto 5 un
disparo de Casartelli salió cerca del poste derecho de la meta defendida
por Vincent. Precisamente en esa acción se lastimó el guardameta,
quien después en cada intervención provocaba los aplausos
en la tribuna.
Al minuto 20 se escuchó más fuerte el "!Veracruz,
Veracruz!", aunque el remate de Calderón estremeció las redes
de la portería de Campos por fuera. Después, Hierro falló
en un despeje con la cabeza y perfiló a Calderón, quien para
su mala fortuna mandó el balón a un lado.
El Veracruz hizo una tarea muy aseada a la defensiva. Desde la mitad de su cancha cerraba todos los espacios y el Atlante no pasaba ni por aire ni por tierra. Al ataque, Calderón y Melillo siempre fueron un dolor de cabeza. Por cierto, al 40´ éste último realizó una gran escapada por la banda derecha; dejó en el camino a Carmona, pero a la hora de definir se quiso adornar y terminó entregándole el balón a Campos.
Para la segunda mitad, los Potros no pudieron demostrar que las diferencias con sus ahora parientes son insalvables. Presionaron más que nunca, metieron atrás al rival, pero no lograron conseguir una ventaja para el duelo crucial del sábado en su cancha.
Lo más cerca que estuvieron fue al minuto 63, cuando González China estrelló un tiro en el poste derecho del arco local, luego de que el portero Vincent rechazara un disparo de Casartelli a quemarropa.
Un minuto después, Vincent le puso más crucigramas a la desesperación de los azulgrana, con el gran lance que realizó para desviar el tiro libre realizado por Trotta. "!Portero, portero!", era lo menos que merecía José Luis.
En la agonía del partido, la diosa fortuna le sonrió a Vincent. Nunca le iba a ganar en la carrera a Casartelli, pero no le quedó otro remedio que ir a buscar el balón; el delantero azulgrana logró evadirlo, pero su remate resultó demasiado cruzado.
Después, fue la meta de Campos la que se vio en peligro, pero Rico no logró concretar una avance. Total, que el Atlante (al que le pusieron todo en bandeja para mantenerse en la división de honor) pasó sin gloria y dejando alguna pena.