JUEVES Ť 7 Ť JUNIO Ť 2001
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Ť Profesores: pobreza indignante
Ť Ambiente contrario a su movimiento
Hace ya un poco más de medio mes, maestros de diversos estados de la República se hallan en plantón en el Centro Histórico de la ciudad de México y durante estos días los capitalinos, cuando menos así dicen algunos noticiarios, se encuentran hartos de esta presencia, de las manifestaciones y de los conflictos viales que representan y ellos, los maestros, son los culpables, los únicos culpables, y esa es otra verdad creada, donde los contextos, los orígenes de cada una de las expresiones de éstos y otros muchos trabajadores se han olvidado.
Desde hace 15 días los capitalinos hemos sufrido, así, sin ningún vestigio de solidaridad, los actos de protesta de los maestros, pero esos mismos encargados de dar educación a miles de niños mexicanos llevan en su lucha por recibir mejores condiciones de trabajo, muchos años, muchas marchas, muchísimas molestias.
Persecución, cárcel, crímenes, traiciones en su contra, de todo y más, así se ha escrito las historia de la lucha magisterial que de cualquier manera, a pesar de los años, no resuelve la pobreza indignante de los profesores, que siguen sin buenos salarios, siguen siendo unos profesionales marginados en un país necesitado, urgentemente, de educación.
Pero además, a cada movilización se le ponen "padrinos", porque no se les quiere reconocer, tampoco, su capacidad de movilización, su necesidad de rebelarse en contra de la injusticia.
En 1979 a los maestros de Chiapas, que se manifestaron a las afueras de la Secretaría de Educación se les halló, según las versiones políticas, su jefe oculto. Entonces se dijo que fue Juan Sabines, en aquel tiempo gobernador en esa misma entidad, quien financió a los maestros.
Después, en 1983 el apoyo político y económico partió, según las mismas versiones, de don Jesús Reyes Heroles e incluso se les llamó los hijos de don Jesús.
Hoy le toca al gobernador de Oaxaca, con las debidas diferencias guardadas, pertenecer a ese selecto grupo, pero nadie da pruebas, nadie aporta los datos que den certeza a la acusación, pero, como ya es normal, se trata de sembrar la duda entre la gente para restarle fuerza natural al movimiento.
Aunque todos sepamos que detrás de las políticas en contra de ese grupo de profesores siga allí la maestra Elba Esther Gordillo, que mientras siga sirviendo a los intereses gubernamentales no será acusada de cacique y seguirá tan campante moviendo a sus peones en el ISSSTE, en el SNTE o donde los hubiera puesto. Total, la maestra ni hace plantones ni interrumpe el tráfico.
Por ello mismo se les acusa con ligereza de haberse cecehachizado o se les compara con cualquier grupo radical. La idea es la misma y con semejantes ingredientes se cocina un ambiente contrario a la protesta magisterial.
Y entonces nada más queda un grupo de revoltosos y necios tratando de hacer más difícil la vida en la ciudad de México, mientras quienes deberían tratar de resolver el conflicto cierran los ojos y dejan pasar.
Así, por ejemplo, el secretario de Educación, Reyes Tamez, se esconde en alguna parte de la ciudad, a lo mejor ya rentó un cuarto en un hotel de lujo donde no tenga que ver a los profesores, o tal vez encontró en el aborrecido despacho de la calle de Argentina un escondrijo hasta donde las obligaciones no lleguen.
Y qué decir del secretario de Gobernación. Tuvieron que empujarlo, prácticamente, algunos de los más sombríos personajes de su partido para que diera la cara al conflicto y se empezaran a dar algunas soluciones.
Total, debemos entender que los maestros regresarán el año que entra, no porque les guste venir a la ciudad a vivir en condiciones más difícil de las que les da su salario, sino porque para el neoliberalismo panista o priísta, da lo mismo, la educación ni debe ser para todos ni es una cuestión de Estado, šque para eso existen los colegios!
Una llamada sin respuesta
Desde la semana pasada la presidenta del PRD, Amalia García, recibió llamadas de larga distancia de Rosario Robles, quien deseaba discutir con el Comité Directivo Nacional la postura del PRD frente a los ataques panistas.
Nunca hubo respuesta. De cualquier manera, ayer por la tarde, por fin, la ex jefa de Gobierno fue a la sede de su organización política para hablar de eso y otras cosas con sus correligionarios; seguramente habrá chipotes entre los asistentes.
Y seguramente el ala aliancista del PRD, esa que se pinta según el color del poder, tratará de hacer más difícil el tránsito de una reunión donde la única palabra posible debería ser: solidaridad.
ƑEntonces qué? ƑLa familia está feliz?