JUEVES Ť 7 Ť JUNIO Ť 2001

MEXICO S.A.

Carlos Fernández-Vega

JOVEN, JOVENAZO, PSST, ese de las botas, Ƒde a cómo la banderita, de a cómo la soberanía, de a cómo la rectoría económica del Estado?: El gobierno del cambio, con el humanista presidente Fox a la cabeza, hace negocios a domicilio: México, for sale.

EN UNOS CUANTOS días, y descontando las ofertas pactadas con los amigous, el chiquillo mayor decidió "desincorporar" todo, absolutamente todo, durante su gira de negocios por Corea, Japón y China. Y la carta de presentación ha sido la gran joya de la corona: Petróleos Mexicanos.

REIVINDICANDO A SUS colegas del Centro Histórico de la ciudad de México, el inquilino de Los Pinos llegó a cada una de las tres naciones asiáticas desplegando su mantelito en el suelo y esparciendo su mercancía (porque es de él): pásele caballero, pásele damita, pásele a "la nueva tierra de las oportunidades y la inversión", para que no le digan, para que no le cuenten, "nosotros somos empresarios, somos gente de negocios", hacemos "teleces" a la medida, arreglamos conflictos internacionales a domicilio, tenemos a su disposición un apetitoso sector energético... sólo pídanlo.

Y PARA OFERTAR Pemex, el presidente Fox recurrió al truco de las (propuestas) modificaciones al régimen tributario de la paraestatal: (Se respeta la sintaxis del vendedor) "cambiando el sistema fiscal de nuestra compañía petrolera, va a afectar positivamente a la empresa, porque actualmente ha tenido una serie de cargas fiscales excesivas que han limitado su capacidad; pero ahora la compañía va a poder reinvertir, modernizarse, desarrollar tecnologías y establecer alianzas estratégicas con varias empresas, para extender la competencia y expandir la capacidad de fuentes de trabajo que requiere la propia compañía. A través de estos cambios haremos de Pemex la herramienta para promover el crecimiento de la economía y, al mismo tiempo, atraer más y más inversiones al campo de la generación de energía... Lo cual quiere decir negocios, šbuenos negocios en México!: "šImagínense las oportunidades para la inversión que se abrirán! -en el sector energético-, que es lo único que falta, porque el resto de la economía está muy abierta: telecomunicaciones, tecnología, puertos, aeropuertos, carreteras, supercarreteras... en México todo está abierto para las inversiones".

CHOROS APARTE, en los últimos 25 años -cinco presidentes de por medio- Pemex -de acuerdo con sus propias estadísticas- captó alrededor de 235 mil millones de dólares (en términos nominales) por exportación de petróleo crudo y sus derivados, de los que una parte sustantiva fue a parar a las arcas fiscales de la nación. En el sexenio de la abundancia (López Portillo) ingresaron cerca de 55 mil millones de dólares por el concepto referido; en el de la renovación moral (De la Madrid), 65 mil millones; en el de la solidaridad (Salinas), 50 mil millones, y en el del bienestar para la familia (Zedillo), 60 mil millones; en el del cambio (hasta abril de 2001), 5 mil millones.

SIN DUDA, la paraestatal soporta una carga tributaria excesiva que reduce a prácticamente cero su margen de maniobra, aunque la intención de modificar su régimen fiscal no es novedosa. Seis años atrás, un grupo de especialistas del sector energético hizo una serie de recomendaciones, con las que el presidente de los chistes malos coqueteó y amenazó, pero no practicó. Dichas propuestas no distan en prácticamente nada de las que pretende poner en marcha el gobierno del cambio.

ENTRE OTROS señalamientos, los especialistas apuntaban: "Si Pemex no modifica su estructura financiera para atender los crecientes requerimientos internos de hidrocarburos, así como los contratos de exportación, inevitablemente tendrá que aceptarse y promoverse la participación de capital privado en la industria petrolera nacional, pues actualmente su producción es ligeramente superior a la que registró hace una década, aunque sus instalaciones sean exactamente las mismas. Así, para atender dichos renglones, en el próximo decenio México requerirá de una empresa del doble de tamaño del Pemex actual".

LEJOS DE ATENDER las recomendaciones y liberar recursos públicos para que la paraestatal realizara las inversiones necesarias, la administración Zedillo apretó más las tuercas y vio en el capital privado la única solución: "uno de los mayores cuellos de botella para el crecimiento financiero y productivo de Pemex lo constituye el hecho de que, en promedio, por cada peso que recibe debe enterar 75 centavos, vía impuestos y derechos, al gobierno federal, de tal suerte que esta carga fiscal no premia suficientemente la eficiencia productiva de la empresa, requiriéndose un esquema de tributación que no inhiba el desarrollo de la industria, sino que lo estimule y asegure que la carga tributaria no conlleve su descapitalización; es recomendable que la empresa reciba un trato fiscal más competitivo, en condiciones similares a las que enfrentan los consorcios petroleros que operan en el contexto internacional".

MANTENIENDO LA PROPIEDAD del Estado sobre la paraestatal, se autorizaría "un régimen fiscal similar al que se aplica al resto de las empresas industriales del país y al de los consorcios internacionales con los que compite Pemex en los mercados extranjeros, permitiéndole financiar con recursos propios sus programas de expansión, en una perspectiva de largo plazo, atento a las fluctuaciones del mercado. Igualmente, deberían adecuarse las aportaciones fiscales de la empresa a los estados de la federación para que reciban un beneficio proporcional a su contribución petrolera en la economía nacional".

LA FALTA DE INVERSION en infraestructura (acumulada en por lo menos los últimos dieciocho años) y el aparente retraso tecnológico de Petróleos Mexicanos se han presentado como unas de las principales "razones" para "sustentar" la "necesaria" participación del capital privado en el sector energético, particularmente en el área de hidrocarburos. En la práctica, una parte sustantiva de los recursos públicos -entre ellos los generados por la propia paraestatal- se han desviado y comprometido en el salvamento de empresas privadas, de manera destacada la banca. ƑQué efecto habría tenido en Pemex una inversión cercana a los 100 mil millones de dólares, si esos recursos no se hubieran destinado al Fobaproa?

Las rebanadas del pastel:


Y MIENTRAS FOX vende al país, cabe preguntarse: Ƒdónde está la lista de sueldos de la burocracia de primer nivel prometida por Marta Sahagún y la Secretaría de Hacienda?... Con una cordial dedicatoria al carepiña: El gobierno panameño firmó un contrato (3.6 millones de dólares) con el Banco Mundial para promover la licitación de la ex base militar estadunidense de Howard (dos mil hectáreas), para transformarla en un complejo aeroportuario, señala un despacho de Notimex. El precio de venta podría fijarse entre mil 200 millones y mil 500 millones de dólares.

[email protected]/Fax: 55 45 12 53