jueves Ť 7 Ť junio Ť 2001
Magdalena Gómez
Los derechos en serio
Hay evidencias de que el gobierno foxista no ha logrado comprender el sentido de la demanda jurídica indígena ni el compromiso del EZLN con la misma, aun a riesgo de que la paz sufra un nuevo retraso. La posición expresada por el hombre cercano al Presidente así lo indica (Rodolfo Elizondo, La Jornada, 5 de junio de 2001). Bajo la lógica de que el diálogo depende de la otra parte, el funcionario se pone los guantes para otorgarse certificado de voluntad política y colocar la carga de la intransigencia en quienes abrieron el espacio a los pueblos indígenas y no pueden ahora darles la espalda como lo hizo el Congreso de la Unión y lo está empezando a hacer el Ejecutivo federal. Sólo que no se da cuenta de que se está levantando la mano ganadora a sí mismo, sin la legitimidad que otorgaría la aceptación de los pueblos indígenas a la reforma constitucional. Con ello, ignora el significado profundo de su rechazo.
Resulta paradójico que el Ejecutivo exprese respeto a la división de poderes tratándose de la cuestión indígena y la paz, y no lo haga cuando se trata de su propuesta de reforma fiscal en la que desplegó toda una campaña de medios sobre sus bondades. ƑAlguien vio o escuchó un mensaje similar a favor de la iniciativa Cocopa? Se asume la decisión de las legislaturas locales para avalar la contrarreforma y ahora se plantea que se impulsará su reglamentación a nivel de estados.
Están jugando con fuego si suponen que a través de la política de hechos consumados van a lograr apoyo indígena. ƑCuál es en concreto el contenido del supuesto bienestar que ofrecerán a las comunidades para aislarlas de la causa zapatista? Al margen de la evidente ausencia de postura pública del secretario de Gobernación, las líneas de la estrategia gubernamental se encaminan a una ruta de colisión, cuyas implicaciones pueden ser graves, tanto que lo más importante ahorita no es sentar al EZLN en la mesa del diálogo, sino al gobierno para que analice su postura, que no es del todo o nada, sino del nada a secas. Esa situación puede alentar la provocación de las fuerzas locales y nacionales que ven en este proceso una amenaza a sus intereses y planes de "desarrollo", así como las posiciones de línea dura que no han abandonado su propuesta de exterminio.
Mucho se ha insistido que en el diálogo las partes no son pares; no se trata de dos vecinos litigando un asunto doméstico. Una parte, la que representa el Estado, no sólo tiene la obligación de promover la paz, sino la carga de la responsabilidad histórica en torno a las causas que dieron origen al conflicto armado. La otra, el EZLN, representa el ya basta que recurrió a la extrema medida de las armas para lograr que la nación y el mundo vieran a los pueblos indígenas. La base de su legitimidad es la congruencia con la voz de estos pueblos y con la vía política que ha mantenido estos años.
Todo ello está ausente de las valoraciones oficiales. Así como quienes votaron a favor de la contrarreforma indígena lo hicieron en contra de la paz, las voces del Ejecutivo, su titular mismo, cuando se afilió al aval de tal decisión, votó en contra de la paz. ƑPor algún momento se llegó a plantear el escenario de un Ejecutivo firme con el compromiso frente a la iniciativa de Cocopa deslindándose del Legislativo y coincidiendo con el EZLN y los pueblos indígenas? Cuando se intenta responsabilizar al EZLN por no estar a la mano de los legisladores para opinar, Ƒsignifica que el Ejecutivo sí estuvo cerca y avaló el dictamen? Formalmente era más lógico que se expresara interés desde el gobierno, por el contenido de una iniciativa presidencial.
Política y jurídicamente el EZLN ya había realizado su negociación cuando aceptó el texto de la Cocopa, a finales de 1996. Lo hizo de nuevo junto al Congreso Nacional Indígena al ratificar dicho aval con la caravana y en el congreso de Nurío, Michoacán.
Ahora bien, el rechazo a la contrarreforma no se ha centrado en el hecho de que se le hicieron cambios, sino en el contenido y naturaleza de los mismos. ƑLe parece menor al funcionario foxista que ante la demanda de autonomía se garantice la tutela?, Ƒque se suprima la implicación de la autonomía de los pueblos indígenas en el ámbito municipal?, Ƒque se llene de candados el texto de reforma bajo la tesis de que se reconocen derechos siempre y cuando no los ejerzan? Nada de esto parece estar presente en sus afirmaciones. ƑCuántos años cree que se pueden esperar los pueblos para demostrar que esa reforma no les sirve para reconstituirse? ƑSe ha planteado con rigor lo que significa para una organización como el EZLN que le mutilen las alas de la paz? Como vemos no se trata de expresar sentimientos de frustración, sino de deslindar responsabilidades.
Más allá de la implicación que tiene trivializar el contenido de la demanda indígena, así como el significado de la mutilación a que fue sometida la iniciativa Cocopa, se elude el hecho de que se están incumpliendo los únicos acuerdos firmados hasta hoy y que la postura gubernamental abona directamente en la desconfianza hacia el valor que su palabra pueda tener al abordar o incluso firmar otros acuerdos en la agenda pendiente a la que el EZLN no ha renunciado.
Urge, por tanto, que el gobierno foxista dé inicio al diálogo consigo mismo y que piense los derechos en serio.