JUEVES Ť 7 Ť JUNIO Ť 2001
Ť El Vaticano envió una carta al gobierno mexicano en la que solicita toda la verdad
Pide el clero a Fox esclarecer el asesinato de Posadas
Ť Jerarcas eclesiásticos manifiestan su "total apoyo y respaldo" al arzobispo de Guadalajara Juan Sandoval Iñiguez y externan "preocupación" por su seguridad
JOSE ANTONIO ROMAN ENVIADO
Puebla, Pue., 6 de junio. En una declaración escrita por el vocero oficial, Joaquín Navarro Valls, entregada a la agencia Notimex, el Vaticano externó que espera el total esclarecimiento del asesinato del cardenal mexicano Juan Jesús Posadas Ocampo, perpetrado el 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto internacional de Guadalajara.
En tanto, jerarcas eclesiásticos del Vaticano y secretarios generales de las conferencias del Episcopado Latinoamericano y de México -reunidos en Puebla- llamaron al gobierno del presidente Vicente Fox a esclarecer el asesinato, pues entre la población existe una percepción generalizada de que su muerte no fue producto de la confusión.
Además, brindaron su "total apoyo y respaldo" a la iniciativa del arzobispo de Guadalajara, cardenal Juan Sandoval Iñiguez, de aportar pruebas para que las autoridades judiciales continúen la investigación que técnicamente está en "reserva", y externaron su "preocupación" por la seguridad y la vida del cardenal, que ha actuado con "mucha valentía".
El comunicado del vocero del Vaticano reivindica su interés en conocer toda la verdad: "La santa sede espera de las autoridades judiciales competentes de México la completa y autorizada claridad del asesinato del cardenal Posadas Ocampo", cuya investigación se mantiene abierta desde hace ocho años.
Admite: "es conocido también el interés coincidente de las autoridades mexicanas para alcanzar la verdad''. No obstante, la dirección de prensa del Vaticano declinó profundizar en el tema y referirse a las "pruebas" entregadas por Sandoval a la jerarquía católica.
Por separado, en Puebla, el presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, cardenal Paul Poupard; el ministro de Salud de la curia romana, el arzobispo mexicano Javier Lozano Barragán, y los secretarios generales de los consejos del Episcopado Latinoamericano (Celam), Carlos Aguiar Retes, y de México (CEM), Abelardo Alvarado Alcántara, así como el arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca, señalaron que toca a las autoridades del país resolver plenamente el asesinato, "encontrar la verdad y actuar en consecuencia".
Asistente al primer Encuentro Pontificio de América sobre Cultura, que se efectúa en esta ciudad, el secretario general del Celam y obispo de la diócesis de Texcoco, Carlos Aguiar, comentó que el mismo cardenal Sandoval le reveló que había sido víctima de un envenenamiento que lo llevó al borde de la muerte, hace exactamente dos años, cuando debió ser intervenido de emergencia por una "inexplicable" trombosis mesentérica, donde los médicos le debieron quitar casi dos metros de intestino delgado.
Así, por primera vez, un obispo mexicano aceptó públicamente la hipótesis de que el cardenal Sandoval fue envenenado, e incluso planteó la posibilidad de que las autoridades judiciales del país evalúen si existe un peligro real que amenace la integridad física del prelado, quien también podría decidir si acepta o no algún tipo de seguridad por parte de las autoridades civiles.
En conferencia con la prensa, Aguiar Retes señaló que un homicidio de la naturaleza del cardenal Posadas "es de gran interés para la Iglesia católica en todos los niveles. Evidentemente, las respuestas o investigaciones que se hicieron en torno al caso, hasta cerrarlo, no fueron de satisfacción para nadie. Ni para los mexicanos, ni para la Iglesia católica en general".
Al referirse al cardenal Sandoval, subrayó: "no tiene miedo ni se arredra ante circunstancias como esta que hoy está viviendo. Yo quiero expresar públicamente que los obispos mexicanos nos sentimos orgullosos de tener un compañero, un hermano obispo que sabe que en determinado momento le puede costar la vida hablar con toda claridad sobre el asesinato de su antecesor, que sería mucho mejor para él no hablar y quedarse en lo privado, pero todo esto que está haciendo lo hace por amor a la verdad y por esclarecer la historia de nuestro pueblo".
Y aunque persiste la idea de que los obispos en general han dejado que Sandoval Iñiguez continúe solo con la hipótesis de que la muerte de Posadas fue un "crimen de Estado", resultado de un complot donde participaron "elementos del gobierno", el arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca, y Aguiar Retes rechazaron dicha percepción y afirmaron que toda la jerarquía eclesiástica del país refrenda el apoyo irrestricto a nivel personal e institucional a la posición asumida por el purpurado.
Por su parte, el cardenal Poupard, cercano colaborador del papa Juan Pablo II, así como el presidente del Pontificio Consejo para la Salud, también de la curia romana, el arzobispo mexicano Javier Lozano Barragán, coincidieron en que la santa sede está consciente de los grandes esfuerzos que ha hecho el gobierno de México, junto con la CEM, para aclarar este asunto tan complicado.
"Toca a la justicia del país la investigación de este caso. Un asesinato como éste debe ser aclarado para bien de todos. Se debe saber quién lo hizo y por qué para actuar en consecuencia", indicó el cardenal Poupard.
Ambos jerarcas, que trabajan en Roma, alabaron la "actitud decidida" de Sandoval Iñiguez, quien nunca, en estos 8 años, ha abandonado su hipótesis y la exigencia de que el asesinato se esclarezca, en la búsqueda de la verdad histórica de México.
Con un poco más de cautela, el arzobispo Lozano Barragán señaló que estas pruebas nuevas son bienvenidas, pues podrían darle un vuelco a todo lo que hasta ahora se ha concluido, sólo si estas evidencias son verdaderamente fehacientes, aunque eso lo deberán valorar también las autoridades judiciales que llevan el caso y las investigaciones.