JUEVES Ť 7 Ť JUNIO Ť 2001
Alma Rosa Alva de la Selva
Los concesionarios de radio y tv sólo buscan seguridad y privilegios
CLAUDIA HERRERA BELTRAN Y ALONSO URRUTIA
Los industriales de la radio y la televisión apuestan por una reforma legislativa que les dé la seguridad jurídica de sus concesiones e incluya algunas adecuaciones tecnológicas, pero que mantenga intocable la relación de "mutuos favores y beneficios" con el Estado. "En lo económico y en lo político, la inmovilidad ha sido rentable para los empresarios", afirma la comunicóloga Alma Rosa Alva de la Selva.
Representante de la sociedad civil en las discusiones para reformar la Ley Federal de Radio y Televisión -vigente desde hace 40 años-, señala con preocupación que pese al proceso de democratización que vive el país, los concesionarios mantienen sus posturas tradicionales: la autorregulación en vez de una reforma legislativa que delimite mejor derechos y obligaciones.
Pero advierte que hechos recientes, como la negativa de las televisoras de transmitir la marcha del EZLN al Zócalo, la polémica de los talk shows y la cobertura informativa del caso Stanley, demuestran que esos medios que presumen códigos de ética, "ni tienen la madurez ni la voluntad para llevar a la práctica esos lineamientos" y, en consecuencia, debe haber una nueva ley.
El reto, ponerse a tono con los tiempos
La autora del libro Radio e ideología, y académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, considera que los concesionarios tienen el reto de "ponerse a tono con los tiempos", sobre todo cuando la sociedad se ha vuelto más exigente y comienza a rechazar los programas que no le gustan. Por ejemplo, "la gente ya no ve los noticieros como la verdad absoluta, como en aquellos tiempos cuando se decía: 'lo dijo Jacobo' (Zabludovski), y entonces era eso. Ahora es mucho más crítica".
-ƑPor qué tantas décadas de rezago
jurídico?
-Porque el régimen político y los medios de comunicación se beneficiaron de la discrecionalidad. Por ejemplo, el asunto de los tiempos del Estado es una norma que fue estipulada a favor de la industria y el Estado hizo uno de los peores negocios junto con la venta de Imevisión.
-ƑPor qué fueron malos negocios?
-Porque por presiones de los medios, la ley permitió que los concesionarios pagaran en especie los ingresos por publicidad en vez de que lo hicieran en efectivo, como todo causante en este país. En consecuencia, se ha venido traduciendo en una exención fiscal desventajosa para el gobierno, porque dispone de un tiempo que prescribe y no es acumulable.
"La cuestión de Imevisión es otro negocio pésimo porque se vendió con una licitación no suficientemente aclarada, mientras el Estado se quedó sin un medio de comunicación tan importante."
-Pero tampoco los partidos políticos han impulsado reformas a la ley.
-Los partidos políticos le tienen cierta reserva porque temen que algunos medios lancen una embestida como la que hubo contra la iniciativa de Ley Federal de Comunicación Social (de 1997), que fue calificada como ley mordaza. Sin embargo, los institutos políticos deberían aplicarse en este asunto porque si esto se desatora todos saldríamos beneficiados.
-ƑCuáles han sido las consecuencias de esta relación de mutuas conveniencias entre el Estado y los medios de comunicación?, Ƒlos industriales mantienen su posición tradicional en torno a la reforma?
-Hasta donde he podido ver en estas escasas reuniones y en los actos que han realizado, su expectativa es que la ley les dé seguridad jurídica en sus concesiones y se modernice en lo técnico y en lo tecnológico, pero que en el resto siga con el mismo modelo: las elevadas atribuciones del gobierno, la relación discrecional Estado-medios y las ventajas fiscales.
-ƑLos concesionarios aceptarán un cambio tal como lo plantean los representantes de la sociedad?
-En un país que está en proceso de transformación no es sostenible seguir con las posturas anteriores. Además, los industriales verían beneficios de contar con una legislación como la que ya existe en muchos países del mundo, con reglas claras, donde los empresarios no tengan la espada de Damocles encima y se les pueda retirar la concesión.
-Sin embargo, los medios impidieron que se instalara el Consejo Nacional de Radio y Televisión.
-Es un error porque nos demuestra que no quieren cambios sustantivos en la legislación. Quieren seguir en la misma tónica de tener el marco legal actual complementado con lineamientos deontológicos y éticos, pero eso todos sabemos que no es suficiente. Los talk shows y el caso Stanley son un ejemplo. En un país democrático esto no se hubiese permitido y hubiera provocado mínimo una amonestación. La ética es un complemento, pero no sustituye a la ley.
-ƑEsto significa que el gobierno se estrenó cediendo a las presiones de los concesionarios?
-El gobierno no consideró prudente instalar el consejo en ese momento. Pero la ley es la ley y se debe hacer valer. El gobierno no quiso tener fricciones, sobre todo tratándose del principio del sexenio, pero lo encuentro bastante cuestionable.
-ƑUna reforma legal resuelve todos estos problemas?
-La cuestión del régimen legal es importante, pero también hace falta concientizar a la ciudadanía, hacer que considere este asunto en su agenda de prioridades, porque si se quiere un tránsito hacia un régimen democrático éste necesariamente pasa por los medios de comunicación. Por ejemplo, que la sociedad, ante situaciones como el caso Stanley o programas de baja calidad, apague el televisor.
"Lo mismo ocurre con el derecho a la información. Hace unos meses todos esperábamos ver televisada la marcha del EZLN al Zócalo y no la vimos ƑQuién defendió nuestro derecho a la información? Absolutamente nadie. Sólo cuando los concesionarios vieron que iba a haber una audiencia sustantiva y que eso podría representar credibilidad y rentabilidad, entonces se empezaron a transmitir ciertos eventos de los zapatistas."
-Quiere decir que la sociedad comienza a impulsar cambios.
-Penosamente, a cuentagotas. Es evidente que la política informativa de Televisa y de Tv Azteca han sido objeto de cuestionamientos. Todavía no se puede hablar de un boicot, pero sí de sensibles bajas de rating y de cambios de frecuencia. Mucha gente ve los noticiarios pero después sintoniza la radio, que tiene más credibilidad, y la gente más enterada acude también a la prensa. El aspecto positivo es que ha aparecido "un lector entre líneas", del que habla Carlos Monsiváis.
"Por otro lado, los propios concesionarios comienzan a ver que la credibilidad es rentable y que los públicos comienzan a pedirlo."
-En tanto se reforma la ley, Ƒqué puede hacer la sociedad?
-La sociedad mexicana está en proceso de aprendizaje, pero no me extrañaría que en poco tiempo hubiese agrupaciones de radioescuchas o de televidentes. De hecho, la reacción de la sociedad en torno a los talk shows es un adelanto de lo que puede venir. La sociedad ya no acepta los contenidos de los medios de comunicación de manera dócil y acrítica, pero todavía le falta organizarse.
"En Europa, las corporaciones públicas habrían dado una voz de alerta ante los talk shows, y en Venezuela se presentaría una demanda, como ocurrió con una ama de casa que se opuso a la transmisión de Los Simpson y ganó el juicio. Pero tenemos un rezago muy grande después de 70 años de estar soterrados por un régimen político."