JUEVES Ť 7 Ť JUNIO Ť 2001
Ť "Vertiginoso crecimiento de sectas protestantes en AL las últimas décadas"
"Obsoletos", los métodos de evangelización de la Iglesia católica, sostiene asesor del Celam
JOSE ANTONIO ROMAN ENVIADO
Puebla, Pue., 6 de junio. El vertiginoso crecimiento que en las últimas décadas han tenido los movimientos y "sectas" protestantes en toda América se debe a que la Iglesia católica persiste en métodos "obsoletos" de evangelización, catequesis "exclusivamente intelectualistas" y una liturgia "descontextualizada" de la realidad, afirmó Jaime Vélez Correa, del Departamento de Evangelización del Consejo del Episcopado Latinoamericano (Celam).
Al participar en el primer Encuentro Continental de Cultura, convocado por el Vaticano, el religioso jesuita hizo una seria autocrítica a la tarea evangelizadora de la Iglesia católica, pues el crecimiento de las iglesias y "sociedades religiosas" protestantes hace ver que América Latina es un "campo baldío" para su penetración y que la evangelización católica "no echó raíces profundas".
Señaló que esta "expansión" de las iglesias y "sectas protestantes" ha alarmado no sólo a los obispos latinoamericanos y norteamericanos, sino también al papa Juan Pablo II, quien ya en este año ha manifestado dos veces su preocupación por este problema. Incluso recordó que desde 1986 la Unión de los Cristianos y el Consejo Pontificio para la Cultura advirtieron una "rápida proliferación de nuevas religiones o de seudo movimientos religiosos" y de prácticas sincretistas, pararreligiosas y esotéricas.
En una amplia y detallada ponencia, en donde dio cifras de este crecimiento, el especialista consideró que las "deficiencias pastorales" de la Iglesia católica se han unido con cuestiones sociales y políticas, tales como la injusta distribución de las riquezas y los movimientos migratorios hacia las grandes ciudades, para convertir este fenómeno de crecimiento de las "sectas" un gran desafío para la Iglesia católica en el nuevo milenio.
A todo esto, agregó, se le debe sumar la "inadaptación" de ciertas estructuras católicas a los cambios sociales y culturales, la escasez de su clero, la apenas incipiente promoción del laicado y de la participación de la mujer en el apostolado. "Estamos en el peligro de hacer del catolicismo una religión de masas con una fe no asumida plenamente por una experiencia personal y asimilada a plenitud".
Vélez Correa dijo que todo esto en su conjunto representa un reto para la Iglesia católica en América Latina, pues no sólo señala las fallas, sino que exige alcanzar el núcleo de la conciencia colectiva y personal de América Latina "si queremos evangelizar de verdad y no quedarnos en mero barniz superficial. La expansión de estos grupos, un hecho indiscutible, es un serio desafío para la Iglesia católica de este nuevo milenio".
En su clasificación, el jesuita citó primeramente a las "sociedades religiosas" de inspiración cristiana entre las cuales están las anglicanas, episcopales, presbiterianas, reformadas y luteranas, pero que con la "era del ecumenismo", sobre todo a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965), donde se impulsó el diálogo, estas iglesias "no representan un desafío" para la Iglesia católica, además de que han tenido un "escaso progreso" ante la incapacidad de asumir el reto de la postmodernidad.
Citó también a las "iglesias libres con tendencia de renovación", en donde ubicó a las congregacionales, las metodistas, las bautistas y las de los discípulos del ejército de salvación, las cuales, a diferencia de las anteriores, sí representan un reto para la Iglesia católica.
Entre las llamadas "iglesias evangélicas Vélez Correa incorporó a las Misiones de Fe, Asambleas de Dios, Congregación Cristiana en Brasil, Iglesia de Dios, Iglesia del Evangelio Cuadrante, Iglesia de la Oración Fuerte y a la Iglesia Electrónica. Todas ellas, dijo, han logrado una "muy considerable penetración", por sus métodos que prometen curaciones milagrosas y soluciones a toda clase de necesidades.
Otra categoría de iglesias presentada en este Encuentro Continental fueron las llamadas "sociedades religiosas para-cristianas", no reconocidas por el protestantismo oficial. Estas, añadió, son de tipo milenaristas y pretenden "complementar o corregir" la Biblia. Aquí enmarcó a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Testigos de Jehová, Mormones y la Asociación Moon de Corea, los cuales representan un "enorme desafío" a la Iglesia católica, pues con campañas de proselitismo bien planeadas han logrado un incremento sensacional.
Una de las corrientes con mayor crecimiento y aceptación en América Latina es la del pentecostalismo, pues se estima que de las 6 mil congregaciones protestantes nuevas, cuatro mil son de esta corriente; tan sólo en Brasil se estima que existen 40 millones de personas que profesan esta fe y los que registran la "oleada de invasión" más grande en toda la región.
Para terminar con la radiografía, el sacerdote jesuita asesor del Celam mencionó a las "sociedades de inspiración no cristiana", como las de origen oriental, new age, y las provenientes de Africa, tales como la santería, el Vudú y el Shango.