MARTES Ť 5 Ť JUNIO Ť 2001

Nepal, ríos de sangre real

Entre protestas, proclaman al príncipe Gyanendra nuevo monarca

AGENCIAS

nepal_royal_family_shoo_6zuKatmandu, 4 de junio. Al menos dos muertos y 19 heridos es el saldo de las violentas protestas que siguieron a la proclamación del príncipe Gyanendra como nuevo rey de Nepal, tras la muerte de su sobrino, el rey Dipendra, cuyos restos fueron cremados esta mañana bajo el rito hindú. Las autoridades decretaron el toque de queda en un intento por sofocar las protestas.

Nepal, un pequeño reino ubicado entre China e India, vive desde el viernes pasado la amenaza de una crisis de Estado, tras el asesinato del rey Birendra, la reina Aishwarya y otros siete miembros de la familia real.

La versión más difundida es que el príncipe Dipendra disparó contra sus familiares después de una discusión por su desacuerdo con la novia que le habían escogido; después, intentó suicidarse. Ayer Gyanendra, designado el sábado como regente, aseguró que la muerte de los monarcas se debió a un accidente causado por un "arma automática que estalló súbitamente".

El príncipe Dipendra fue proclamado rey el sábado pese a que se encontraba en estado de coma en el Hospital Militar de Katmandú, donde murió en las primeras horas de este lunes. Por la tarde se informó la muerte de Dhirendra Sha, el hermano menor de Birendra, a consecuencia de las heridas que recibió el viernes.

Unas horas después de que la radio local anunció "šel rey ha muerto, viva el rey!", el Consejo de Estado designó a Gyanendra como nuevo monarca, investido poco después en breve ceremonia. Analistas locales advirtieron sobre la posibilidad de que el rey intente reinstaurar la monarquía absoluta, derogada hace 11 años.

El nuevo monarca, impopular entre los nepaleses, anunció que su primer acción será investigar lo sucedido la noche del viernes. Formará una comisión que deberá entregar sus resultados en tres días.

El rey Gyanendra, hermano del asesinado Birendra, nombró a su esposa Komal como nueva reina, aunque evitó designar a su hijo Paras como heredero, quien tampoco goza de apoyo debido a su arrogancia y a su participación en un accidente en el que murieron cinco personas y que no ha sido esclarecido.

Según algunas versiones, Paras se encontraba en el sitio en el que fue asesinada la familia real, pero salió ileso. Otros rechazan la especie de que el príncipe Dipendra haya ejecutado a sus padres y sostienen que tenía un disparo en la espalda.

Tras la ceremonia, el rey Gyanendra, de 53 años, abandonó el antiguo palacio de la Puerta del Mono, en dirección a la residencia real. Miles de nepaleses se congregaron en las calles para ver al monarca y comenzaron a gritar consignas en favor del esclarecimiento del crimen y en rechazo al nuevo jefe de Estado. Inmediatamente después decenas de miles de nepaleses, varios con la cabeza rapada en señal de duelo, abarrotaron las calles aledañas al palacio real, donde intentaron ingresar para saber exactamente las circunstancias de la muerte de la familia real y exigir la pena de muerte para el asesino de los monarcas.

Muchos de los manifestantes llevaban palos y lanzaron piedras contra las fuerzas de seguridad, que respondieron con gases lacrimógenos y bastonazos para detener el zafarrancho. Testigos aseguraron que la policía disparó contra la multitud, con saldo de un joven de 20 años muerto y varias personas heridas.

Minutos después las autoridades decretaron un toque de queda de las cuatro de la tarde a las cinco de la mañana. Sin embargo las manifestaciones continuaron. Hasta ahora habrían muerto dos personas y 19 más resultaron heridas. Por la noche, decenas de nepaleses atacaron una comisaría en Katmandú.

El dirigente del rebelde movimiento maoísta de Nepal, Prachandra, responsabilizó al gobierno del primer ministro, Girija Prasad Koirala, a las "fuerzas conservadoras" y a "fundamentalistas reaccionarios internacionales" del crimen del rey Birendra, a quien calificó de "patriota y liberal".

El movimiento maoísta comenzó en 1996 una "guerra del pueblo" para remplazar a la monarquía por un gobierno comunista, conflicto que ha dejado unos mil 600 muertos.